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Universitat Autònoma de Barcelona
Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA-UAB)

Restaurar el 30% de los ecosistemas del mundo en áreas prioritarias podría prevenir el 70% de las extinciones

14 oct 2020
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Según un informe de Nature en el que participa el ICTA-UAB, esta acción permitiría absorber cerca de la mitad del carbono acumulado en la atmósfera desde la Revolución Industrial. El informe precisa por primera vez los ecosistemas que deberían restaurarse para tener mayores beneficios para el clima y la biodiversidad, con el menor coste.

mapa de prioritat de la restauració

Regresar a su estado natural bosques, pastizales, matorrales, humedales y ecosistemas áridos específicos que fueron reemplazados por tierras de cultivo salvaría la mayoría de las especies con base terrestre de mamíferos, anfibios y aves en peligro de extinción, al tiempo que absorbería 465 mil millones de toneladas de dióxido de carbono. Así lo revela un informe realizado por 27 investigadores de 12 países en el que ha participado el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB).

Proteger el 30% de las áreas prioritarias identificadas en el estudio, junto con la protección de ecosistemas aún en su forma natural, reduciría emisiones de carbono equivalentes al 49% de todo el carbono acumulado en nuestra atmósfera en los últimos dos siglos. “La restauración de ecosistemas a gran escala es fundamental para hacer frente a la actual crisis climática y mitigar las pérdidas de biodiversidad y de importantes funciones de los ecosistemas. Demostramos que la restauración puede ocurrir de manera mucho más efectiva cuando se basa en una planificación espacial inteligente, maximizando los beneficios para la biodiversidad y el secuestro de carbono, minimizando los costes”, indica Andre Junqueira, investigador del ICTA-UAB que ha colaborado en el estudio, publicado hoy en Nature.

Al identificar qué ecosistemas mundiales destruidos deberían restaurarse para aportar beneficios a la biodiversidad y el clima a un bajo coste, sin impacto significativo sobre la producción agrícola, el estudio ofrece evidencia global de que dónde se produce la restauración, el impacto sobre la consecución de las metas de biodiversidad, clima y seguridad alimentaria es más profundo.

Según el estudio “Global priority areas for ecosystem restoration”, la restauración puede ser 13 veces más efectiva cuando tiene lugar en las ubicaciones de mayor prioridad. Sin precedentes, el estudio se enfoca en los beneficios potenciales de restaurar tanto los bosques como los ecosistemas no boscosos en una escala global.

El nuevo informe en Nature se basa en las urgentes advertencias de la ONU de que estamos en camino de perder un millón de especies en las próximas décadas y de que el mundo en su mayor parte ha fracasado en su esfuerzo de alcanzar en 2020 las metas de biodiversidad establecidas globalmente, incluido el objetivo de restaurar el 15% de los ecosistemas en el mundo. Las naciones están redoblando sus esfuerzos para prevenir las extinciones masivas en las vísperas de la Conferencia sobre Diversidad Biológica en Kunming, China, en 2021, cuando se espera que se firme un tratado internacional para proteger la naturaleza.

El informe aporta información para la discusión en torno a la restauración y ofrece reflexiones sobre cómo revivir ecosistemas puede contribuir a abordar muchas metas. Usando una plataforma sofisticada de optimización de múltiples criterios llamada PLANGEA —un enfoque matemático que encuentra soluciones certeras para abordar muchos problemas— y tecnologías de mapeo, los investigadores evaluaron 2.870 millones de hectáreas de ecosistemas en todo el mundo que han sido convertidos a tierras de cultivo. De ellos, el 54% eran originalmente bosques; el 25%, pastizales; el 14%, matorrales; el 4%, tierras áridas; y el 2%, humedales. A continuación, evaluaron estas tierras a partir de tres factores u objetivos —hábitats de animales, almacenamiento de carbono y efectividad de costes— para determinar qué porciones —el 5%, el 15% o el 30%— de tierra en el mundo aportarían los mayores beneficios para la biodiversidad y el carbono al menor coste, al ser restauradas.

Los investigadores además pudieron identificar una solución a nivel global —no limitada por fronteras nacionales—que daría un 91% de beneficio potencial para la biodiversidad y 82% del beneficio de mitigación climática, y reduciría los costes en un 27% al concentrarse en áreas de bajos costes de implementación y oportunidad. Cuando los investigadores analizaron los beneficios si la restauración se llevara a cabo a nivel nacional —lo que significa que cada país restauraría el 15% de sus bosques—, detectaron una reducción del 28% en los beneficios en biodiversidad y del 29% en los beneficios climáticos, así como un aumento del 52% en los costes.

“Estos resultados resaltan lo crucial que es la cooperación internacional para alcanzar estas metas. Es necesario que los diferentes países desempeñen roles diferentes y complementarios para lograr los objetivos globales generales de biodiversidad y clima”, destaca Bernardo B. N. Strassburg, autor principal del informe.

En respuesta a los temores acerca de que la restauración invadiría la tierra necesaria para la producción agrícola, los investigadores calcularon cuántos ecosistemas podrían revivirse sin cortar el suministro de alimentos.  Hallaron que el 55% (1.578 millones de hectáreas) de los ecosistemas convertidos en tierras de cultivo podrían restaurarse sin perjudicar la producción alimentaria. Esto podría lograrse a través de la intensificación sostenible y bien planeada de la producción alimentaria, junto con una reducción del desperdicio de alimentos y la substitución de alimentos, como la carne y el queso, que requieren grandes cantidades de tierra y, por tanto, producen desproporcionadas emisiones de gases de efecto invernadero.

“Nuestros resultados brindan información crucial para la toma de decisiones, indicando dónde se pueden restaurar los ecosistemas forestales y no forestales de la manera más eficiente y asequible y fomentando el logro de los objetivos de restauración nacionales e internacionales”, indica Junqueira. El estudio ofrece evidencia convincente de que la restauración, cuando está bien coordinada y se realiza en combinación con la protección de ecosistemas intactos y un mejor uso de las tierras agrícolas, es una solución imbatible.

"Nuestros resultados brindan sólida evidencia de los beneficios de realizar conjuntamente el planeamiento y la implementación de soluciones climáticas y de biodiversidad, lo cual es particularmente oportuno en vista de las cruciales reuniones planeadas para 2021 de las convenciones de la ONU sobre clima, biodiversidad y degradación de la tierra", dice Strassburg.

“Si bien nuestro estudio proporciona una herramienta poderosa para la planificación espacial de la restauración a gran escala, la implementación real de la restauración sobre el terreno debe tener en cuenta otras consideraciones importantes, como las demandas de las comunidades locales y de otras partes interesadas. Aun así, nuestro trabajo muestra caminos prometedores para alinear y maximizar los beneficios ecológicos y socioeconómicos de la restauración”, añade André Junqueira.

También demuestra una aplicación fundamental, pero hasta ahora no explorada, de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN y aportará información para la discusión del Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN el año próximo y en la 15.a Conferencia de las Partes del CDB en lo concerniente al compromiso de políticas, incluidos el Desafío de Bonn, la Década para la Restauración y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Demuestran que para priorizar los resultados múltiples de restaurar otros ecosistemas además de los bosques y más allá de los objetivos de áreas a nivel de país, es necesario intensificar la cooperación internacional y estimular la acción por el bien de la salud del planeta.

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