UABDivulga - Barcelona recerca i innovació

En los países en vías de desarrollo, la población atribuye a las autoridades la mala gestión de los vertederos, pero no reconoce que también tienen parte de esta responsabilidad. Consumen recursos y generan residuos sólidos cuya descomposición emite gas de vertedero, compuesto en un 98% por los gases de efecto invernadero dióxido de carbono (CO2) y metano. A nivel global, este gas representa solo el 3% de las presiones ambientales que producen el Calentamiento Global o Cambio Climático; muy por debajo de otras fuentes como la producción de energía, agricultura o procesos industriales. Pero el 2% restante está compuesto por trazas de otros 160 gases, muchos de los cuales son considerados contaminantes peligrosos del aire que se emiten a bajas concentraciones y son imperceptibles al olor, pero su inhalación prolongada puede causar daños crónicos en la salud.

Las personas tienden a alienar las presiones ambientales y se involucran mejor con los impactos sociales que perjudican su salud personal. Sin embargo, las presiones ambientales son las que evolucionan hasta convertirse en impactos sociales, y han de ser identificadas y mitigadas antes que esto ocurra. Este estudio identifica los impactos sociales que el 2% de los gases de vertedero ejerce sobre la población local para reconocer las presiones ambientales que el 98% ejerce sobre la atmosfera. Para esto se utilizó como caso de estudio el vertedero de Cerro Patacón que recibe 2500 ton/día de residuos sólidos mezclados, generados por 1.5 millones de personas de la Ciudad de Panamá.

Primero, se estimó la presión ambiental que Cerro Patacón ejerce a nivel global en 1300 kton de CO2 equivalente/año; mas de la mitad que todo el metano generado a nivel nacional y tres veces mas que todos los demás vertederos del país juntos, que sirven a 2.5 millones de personas. Luego, se estimó el impacto social que Cerro Patacón ejerce a nivel local en 200 ton/año de contaminantes peligrosos del aire, cuya dispersión sobre 16 comunidades en un radio de 10 km pone en riesgo de exposición continua y prolongada a 72,600 personas que inhalan diariamente gases a concentraciones por encima de las permitidas por normativa internacional.

Estas 72,600 personas, que representan solo el 5% de la población de la Ciudad de Panamá y generan solo el 6% de los residuos sólidos, reciben el 100% de los impactos sociales derivados de las presiones ambientales que ejerce el 95% restante de la población de la Ciudad de Panamá, a quienes la dispersión de estos gases no alcanza.

Reconocer como una parte de la población afecta a otra permite relacionar impactos sociales locales con presiones ambientales globales como medida de sensibilización a largo plazo. Con las herramientas de participación y difusión adecuadas, reconocer la repercusión personal de la generación indiscriminada de residuos sólidos podría contribuir a entender la repercusión ambiental y combatir el Cambio Climático.