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28/03/2014

Rizoma apuesta por la transferencia social en Ciencias de la Educación

Rizoma
Cuando nos hablan de transferencia de conocimiento es muy fácil imaginar científicos de bata blanca trabajando en el laboratorio en alguno de sus descubrimientos, que posteriormente se convertirá en un producto del mercado. Y es que, hasta ahora, la transferencia ha sido en gran parte un feudo de los sectores científico. En este contexto nace Rizoma dispuesta a demostrar que la transferencia social en ciencias de la educación no sólo es posible, sino que es una realidad. 
Genina Calafell, Salvador Viciana, Marta Fonolleda y Neus Banqué

“Si queremos un cambio social tenemos que cambiar algunas estructuras”

“Desde Rizoma utilizamos un concepto y un lenguaje que aún no existe. Por eso, en un principio, choca mucho lo que hacemos”, afirma Genina Calafell, una de las fundadoras de la empresa.

Genina Calafell, Salvador Viciana, Marta Fonolleda y Neus Banqué, con el apoyo del doctor Josep Bonil son los impulsores de este proyecto que tiene por objetivo dar respuesta a la ciudadanía, tanto en el ámbito público como en el privado, sobre temas de sostenibilidad y medio ambiente mediante servicios educativos de docencia, innovación e investigación.

“Si queremos avanzar hacia algún tipo de cambio en cuanto a la responsabilidad social en sostenibilidad también tenemos que cambiar algún tipo de estructuras”, afirma Banqué que remarca que cuando hablan de “sostenibilidad” no sólo se refieren a aspectos estrictamente medioambientales sino que hacen extensivo el término a toda relación entre medio e individuo.

Rizoma no ofrece productos educativos estándares sino que pone a disposición de empresas e instituciones servicios educativos personalizados a partir de las necesidades de cada cliente, que se pueden traducir en talleres, productos artísticos, charlas, etc. “Lo que nos define como Rizoma no es tanto el producto final, sino lo CÓMO trabajamos para llegar hasta aquí. Los propios servicios que ofrecemos ya están cambiando estructuras”, explica Calafell que añade que “el sólo hecho de buscar la manera de incluir a las empresas privadas como usuarias de nuestros materiales educativos ya es un cambio en las estructuras. Si en 5 o 10 años crece la demanda de empresas que buscan nuestros servicios, no sólo habremos cambiado el mercado sino también en una parte de la sociedad”.

A pesar de que la empresa se fundó el pasado octubre del 2013, los cinco componentes de Rizoma llevan más de 10 años trabajando desde el Grupo de Investigación Còmplex de la UAB en temas de educación y sostenibilidad. “Desde Còmplex detectamos que necesitábamos espacios de la sociedad más allá de la universidad para implementar los resultados de nuestras investigaciones. De esta necesidad de transferencia surgió Rizoma", explica Viciana.

Para Viciana, Rizoma no se entiende sin el grupo de investigación. La empresa se alza, por lo tanto, como un puente entre la teoría y la práctica con el objetivo y la voluntad de “mover” el conocimiento generado dentro de los muros de la universidad para conseguir impactos reales a la sociedad.

Y es que, según Viciana, es precisamente “la tendencia de los grupos de investigación de trabajar siempre dentro del marco cerrado de la universidad” lo que provoca que el conocimiento se estanque.

 
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