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18/07/2023

Inmunidad de grupo: los adultos jóvenes, ¿fuera del rebaño?

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Un estudio halla que la confianza en actores clave en la gestión de crisis sanitarias, las actitudes, la información y las creencias conspirativas eran claves para predecir si los jóvenes adultos rechazaban vacunarse contra el virus SARS-CoV-2. Por tanto, ante una posible nueva crisis sanitaria, será primordial una adecuada gestión de la comunicación por parte de los actores implicados.

iStock/Kuzmik_A

La vacunación ha sido históricamente una estrategia esencial para reducir el impacto de las enfermedades infecciosas, resultando en muchas ocasiones más segura y efectiva que otros tratamientos. No solo previene la infección y reduce la morbilidad y la mortalidad, sino que también contribuye a contener los costos del sistema sanitario y a reducir el riesgo de aparición de nuevas variantes resistentes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que una de las mayores barreras para prevenir la propagación de enfermedades es la resistencia a la vacunación, que podría sustentarse en creencias, actitudes y comportamientos negativos. Aunque se han demostrado los beneficios de las vacunas contra enfermedades comunes y graves, la desconfianza respecto a su seguridad y efectividad ha impulsado a sectores importantes de la población a resistirse a vacunarse, lo que complica la tarea de alcanzar la conocida «inmunidad de rebaño».

En el contexto de la pandemia de COVID-19, la vacunación masiva resultó crucial para detener la propagación del virus, reducir significativamente la mortalidad y hospitalización, así como para frenar la aparición de nuevas variantes. Sin embargo, la novedad del virus SARS-CoV-2 y el proceso acelerado de producción de las vacunas generó incertidumbre y desconfianza en muchas personas. A pesar de que las vacunas disponibles demostraron ser seguras y efectivas para reducir casos graves, hospitalizaciones y muertes, en momentos críticos de la pandemia había una proporción sustancial de la población que se resistía a vacunarse.

Ante una futura emergencia sanitaria como la que ha representado la pandemia de COVID-19, resulta crucial extraer lecciones aprendidas, lo que implica, entre otras muchas acciones, la identificación de los grupos de población resistentes a la vacunación y de las barreras que dificultan su aceptación. En España, la población de 18 a 49 años fue la que presentó una menor tasa de vacunación al inicio del programa de vacunación masiva frente al virus SARS-CoV-2, por lo que parecía de sumo interés analizar la resistencia a la vacunación en dicho grupo poblacional. Por este motivo, llevamos a cabo un estudio en el que 2210 jóvenes adultos respondieron un cuestionario en línea, coincidiendo con el momento de inicio de la campaña de vacunación de este colectivo (junio de 2021). En total, se evaluaron 67 factores que potencialmente podrían estar asociados con la intención de vacunación.

Este estudio forma parte del proyecto PSY-COVID, liderado por investigadores del Grupo de Investigación en Estrés y Salud (GIES) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Se trata de una iniciativa de investigación colaborativa internacional que ha tenido como propósito estudiar el impacto psicosocial de la pandemia de COVID-19. En este proyecto participaron 180 investigadores de 55 centros de investigación en 28 países, quienes crearon un instrumento estandarizado y transcultural para la evaluación de la salud mental, los comportamientos de prevención de SARS-CoV-2, el estilo de vida y los posibles factores predictivos. Se implementaron tres oleadas del proyecto entre 2020 y 2022, en las que participaron más de 92 000 personas.  

Los resultados del estudio sobre intención de vacunación en población adulta joven, derivado de la segunda oleada del proyecto PSY-COVID, permitieron identificar las siguientes condiciones asociadas positivamente con la intención de vacunarse: ser personal sanitario; percibir la COVID-19 como una amenaza para la propia salud; tener una alta tolerancia al confinamiento; mostrar una actitud favorable hacia las restricciones de movilidad, las medidas preventivas y la vacuna; tener confianza en las autoridades, el sistema público, el personal de salud y el científico; dedicar mucho tiempo a buscar información sobre COVID-19 y considerar fiable dicha información.

También resultaron ser predictores de la intención de vacunación la búsqueda de apoyo emocional y dos rasgos de personalidad: una alta puntuación en extraversión y en sociabilidad se asociaban positivamente a la intención de vacunación. Por el contrario, sostener una creencia conspirativa sobre el origen (antropogénico) del virus SARS-CoV-2, la percepción de disponibilidad de recursos públicos para la salud mental, un buen estado de ánimo durante la pandemia y el consumo de drogas estaban asociadas con el rechazo a la vacunación.

De los factores que parecen tener algún grado de conexión con la intención de no vacunarse, cuatro destacaron por su particular capacidad de predecirla: (1) mostrar una actitud negativa hacia la vacuna, (2) confiar poco en el personal sanitario y científico, (3) sostener una creencia conspirativa sobre el origen del virus y (4) dedicar poco tiempo a informarse sobre la COVID-19. El estudio ha evidenciado que, formulando a una persona tres preguntas (si creía que el virus SARS-CoV-2 fue desarrollado en un laboratorio, si tenía una actitud positiva acerca de la vacuna y cuántas horas dedicaba a buscar información sobre la pandemia) se podría predecir con una precisión del 86% si tendría o no la intención de vacunarse.

Este último resultado tiene implicaciones prácticas de primer orden: de entre la pléyade de factores que parecen estar relacionados con la intención de vacunación, los más relevantes son controlables, y se pueden abordar mediante estrategias efectivas de comunicación focalizadas en la confianza en los actores clave, en la actitud hacia la vacunación, en la información de calidad sobre la pandemia y en el manejo de las fake news. Por tanto, ante una posible próxima crisis sanitaria de dimensiones globales, es de absoluta relevancia una adecuada gestión de la comunicación por parte de todos los actores implicados, particularmente la administración pública responsable de la gobernanza sanitaria, los expertos y los mass media.

Antoni Sanz (1), Corel Mateo-Canedo (1), Juan P. Sanabria-Mazo (1), Laura Comendador (2)

(1) Departamento de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación. Universitat Autònoma de Barcelona

(2) Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal. Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

Mateo-Canedo, C., Sanabria-Mazo, J. P., Comendador, L., Rojas, J. S., Carmona, M., Crespo-Puig, N. Anyosa, F., Selva, F., Feliu-Soler. A., Cardoner, N., Deus, J., Luciano. J. V., Méndez-Ülrich, J. L. y Sanz, A. (2023). Predictive factors of hesitancy to vaccination against SARS-CoV-2 virus in young adults in Spain: Results from the PSY-COVID study. Vaccine: X, 14, 100301. https://doi.org/10.1016/j.jvacx.2023.100301

 
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