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04/2007

¿Cómo aprenden a escribir los niños?

Lletra lligada
Niños que empiezan a escribir con letra ligada trazan en una mesa digital las palabras que les dictan sus profesores. Sus trazos quedan registrados y permiten a los investigadores llevar a cabo diferentes experimentos. El objetivo es estudiar cómo planifican el acto de escribir y saber si hay diferencias o no con la manera que lo hacen los adultos.

Escribir a mano es un proceso muy especializado que requiere la combinación de diferentes tipos de información. Por una parte, hace falta que la persona que escribe conozca la trascripción gráfica de un código oral complejo como el lenguaje y, por otra, que tenga las destrezas motrices suficientes para hacer los trazos gráficos.

Como hacemos en cualquier actividad, nuestra mente planifica los movimientos que la mano debe realizar al escribir. Lo más probable es que la planificación de la secuencia de movimientos no sea arbitraria, sino que se base en información lingüística como, por ejemplo, en la estructura rítmica de las palabras (las sílabas) o la representación escrita de los fonemas (los grafemas). Los fonemas de la lengua que hablamos pueden tener una representación gráfica simple y representarse con una sola letra o bien necesitar más de una letra para su representación.

El objetivo de los experimentos del artículo era averiguar si los grafemas son importantes como unidad en la producción de la escritura, especialmente en el momento del aprendizaje de este proceso. Por ello, niños franceses de primer curso, en el periodo que aprenden a escribir con letra ligada, copiaron varias palabras sobre una mesa digitalizada que permite la grabación de la velocidad del movimiento de la mano y las irregularidades (paradas y arranques) del trazo. Todas las palabras a copiar tenían 7 letras y dos sílabas, y la primera sílaba estaba formada por cuatro letras. Aun así, había tres tipos diferentes de palabras. En el primer grupo, la sílaba inicial estaba compuesta de 4 grafemas (como cris-tal= c-r-y-s/), en el segundo, la sílaba inicial estaba compuesta de dos grafemas (chan-son= ch-an/). En el tercer grupo de palabras, la estructura de la primera sílaba tenía dos grafemas, compuestos por un grafema simple (una letra) y un de complejo formado por tres letras (como pein-tre= p-ein/).

Las medidas de velocidad e irregularidades muestran en los dos experimentos que los niños tardan más tiempo y hacen un trazo más irregular cuando escriben la letra anterior a un grafema complejo. Podríamos decir que, en general, los niños planifican la ejecución del primer grafema antes de empezar a escribirlo. En las palabras que empiezan con cuatro grafemas, la primera letra se escribe rápidamente y la velocidad empleada para escribir el resto de caracteres es regular. Cuando las palabras empiezan con una sílaba de dos grafemas de dos letras cada uno, los niños invierten más tiempo y escriben de manera menos fluida al trazar la segunda letra, lo que indica que están planificando el trazo del segundo grafema. En las palabras compuestas por dos grafemas, el primero simple y el segundo de tres letras, los niños tardan un tiempo considerable en escribir la primera letra de la palabra, lo cual revela que durante la ejecución de esta letra están preparando el grafema siguiente.

Estos resultados indican, por una parte, que la planificación motriz de la escritura manual se hace según unidades de tipo fonológico y no según unidades ortográficas y, por otra, que desde las primeras fases de su aprendizaje, los niños aprenden y emplean las reglas de equivalencias grafema-fonema para planificar la escritura, igual que lo hacen los adultos.

Olga Soler
Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

"Graphemes as motor units in the acquisition of writing skills". Kandel, S.; Soler, O.; Valdois, S.; Gros, C. (2006) READING AND WRITING, 19(3), 313-337.

 
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