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01/2013

¿Cómo estudian los alumnos de secundaria?

Una de las actividades habituales de los alumnos de educación secundaria obligatoria es la que genéricamente llamamos "estudio" que, casi siempre, es un requisito indispensable para superar la evaluación de una materia o un curso. Una investigación realizada en la UAB y la Universidad Ramon Llull ha querido conocer cuáles son los procedimientos de estudio que los alumnos emprenden más habitualmente y si hacen de estos un uso estratégico. Por otro lado, ha querido conocer cómo influye ese conocimiento estratégico los resultados obtenidos en diferentes tareas de estudio.

Esta investigación quiere conocer, en primer lugar, qué procedimientos y estrategias utilizan los estudiantes de primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria cuando se afrontan a dos demandas de estudio diferentes dentro del área de conocimiento de las Ciencias Naturales. La investigación ha utilizado un diseño cuasi-experimental de grupo único y medidas repetidas. Para recoger información relativa a los procedimientos de estudio los alumnos llenaron un autoinforme en el que se preguntaba sobre cómo se había interpretado la tarea y sobre su nivel de conciencia e intencionalidad en el uso de estos procedimientos de estudio y también sobre el conocimiento que tenían de otros procedimientos alternativos.

Los resultados señalan que los estudiantes conocen diferentes procedimientos útiles para estudiar, aunque no los usen. Los más utilizados fueron los procedimientos clasificados como procedimientos de adquisición, es decir, la lectura de la información objeto de estudio, la repetición de determinadas partes de esta información para memorizarla, el subrayado y la copia en hojas borradores de parte de esta información.

Este resultado es congruente con los datos aportados por estudios realizados con estudiantes universitarios que, de forma mayoritaria (80%), utilizaban procedimientos llamados de repaso, en ambos casos se trataba de procedimientos dirigidos a reproducir la información de manera literal.

Los datos también indican que el tipo de demandas de estudio parecen activar procedimientos diferentes. Cuando la demanda de estudio solicita explícitamente a los estudiantes que organicen la información conceptual de un texto, los estudiados van más allá de los procedimientos de adquisición de la información y emplean procedimientos de organización y síntesis.

En segundo lugar, respecto a los motivos citados por los estudiantes, fueron pocos los que justificaron la elección de sus procedimientos de estudio. Los comentarios, en su mayoría, hicieron referencia a la costumbre o estilo personal. Así pues, la ausencia de decisiones conscientes, intencionales y vinculadas a los objetivos de la tarea parecen evidentes. Sin embargo, en la tarea de estudio más compleja los estudiantes que emplearon procedimientos coherentes con esta tarea también fueron los que más explicaron sus motivos, aludiendo principalmente a los objetivos de ésta.

En tercer lugar, respecto al nivel de complejidad procedimental o conocimiento estratégico, es decir, la conciencia y la intencionalidad en el uso de procedimientos de aprendizaje, aquellos estudiantes que explicita el proceso de estudio seguido y también justificar por qué habían desestimado procedimientos alternativos que conocían, obtuvieron mejores resultados en todas las tareas, resultado que parcialmente concuerda con los resultados de investigaciones anteriores. Sin embargo, estos resultados también parecen indicar que cuando los estudiantes toman decisiones sobre cómo proceder, lo hacen preferentemente por exclusión. Es decir, les resulta más fácil saber por qué no utilizaron un procedimiento conocido que justificar lo que finalmente emplearon.

En resumen, la actuación de los estudiantes parece indicar un proceso rutinario en el que se actúa de forma poco reflexiva, con escasa actividad de reflexión y empleando un repertorio de procedimientos de uso habitual en múltiples situaciones escolares como han mostrado diferentes trabajos. Además un elevado porcentaje de estudiantes no fueron capaces de ofrecer una explicación de su actuación, lo que hace suponer que actúan de forma poco estratégica frente determinadas tareas escolares relativamente prototípicas.

A partir de los datos obtenidos es necesario reconocer que el hecho de que los profesores expliciten y precisen demandas de estudio diferentes, como recomiendan otros estudios realizados, no parece suficiente para que los estudiantes aprendan a interpretar de forma diferencial y sobre todo ajusten su actuación en estas interpretaciones.

M. Castelló, E. Liesa i C.Monereo.

Referencias

Castelló, M.; Liesa, E. & Monereo, C. (2012). El conocimiento estratégico durante el estudio de textos en la enseñanza secundaria. Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 44, 2, 125-141.

 
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