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07/2011

Las políticas activas de ocupación, a estudio

Ocupació i Política
Las políticas activas de ocupación, como los servicios de empleo público y los programas de asistencia a las pequeñas empresas, tienen diferente efectividad en función del sector o grupo poblacional al que van dirigidas, por lo que para poderlas ofrezer a aquellos individuos que más provecho les pueden sacar, hay que entender las instituciones y la realidad económica y social de su entorno. Este estudio evalúa la efectividad relativa de ambas estrategias en los salarios y la probabilidad de trabajar de distintos subgrupos poblacionales en Rumanía a finales de los años noventa donde la economía de transición se basa en importantes redes sociales y un desarrollado mercado de trabajo dual, con un sector formal y otro informal y los resultados obtenidos difieren de los obtenidos para Europa Occidental.

La evidencia empírica señala que los servicios de empleo público (SEP) y los programas de asistencia a las pequeñas empresas (PAPE) son buenos instrumentos para conseguir la reincorporación laboral de las personas en el paro. Entender cuál de estos dos programas es más efectivo, para quién, y cuándo es de suma relevancia política. Utilizando datos de gran cualidad y métodos estadísticos punteros, este estudio evalúa la efectividad relativa de los SEP y los PAPE en los salarios y la probabilidad de trabajar de distintos subgrupos poblacionales en Rumanía a finales de los años noventa.  Los resultados indican que hay mucha heterogeneidad y que dichos programas no funcionan para todas las personas en paro por lo que se recomienda que se ofrezcan a aquellos individuos que más provecho le pueden sacar.  Para ello, hay que entender las instituciones y la realidad económica y social de su entorno.
  
Mucho se ha hablado recientemente de las políticas activas de ocupación.  Dos de esas políticas, los servicios de empleo público (SEP) y los programas de asistencia a las pequeñas empresas (PAPE), han sido el centro de atención de investigadores, y políticos. Estas dos políticas difieren considerablemente. Por un lado, los SEP ofrecen gran variedad de servicios -intermediación y asesoramiento laboral, e información sobre la oferta y demanda de trabajo, entre otros- con el objetivo de mejorar la búsqueda de trabajo y hacerla más eficiente.  Dado su bajo coste relativo, este tipo de servicios acostumbran a ser (si están bien implementados) las políticas activas de ocupación más coste-efectivas. Por otro lado, los PAPE buscan a dar soporte a iniciativas micro-empresariales ofreciendo asesoramiento y asistencia para el desarrollo de un plan empresarial.  Si bien, en general, el uso de los PAPE ha sido reducido, su popularidad es creciente.

Quizás no sorprenda que, en los países desarrollados, dichos programas sean efectivos para sub-poblaciones muy distintas.  Mientras los SEP funcionan sobre todo para aquellas personas con perspectivas laborales difíciles, los PAPE mejoran el empleo de aquellos individuos en el paro que tienen conocimientos empresariales y motivación para sobrevivir en un ambiente competitivo, en general, hombres con experiencia y estudios. 

Ahora bien, dichos resultados no son necesariamente aplicables a países del Este Europeo, cuyas economías de transición se basan en importantes redes sociales y un desarrollado mercado de trabajo dual, con un sector formal y otro informal.  Este estudio evalúa la efectividad relativa de los SEP y los PAPE en los salarios y la probabilidad de trabajar de distintos subgrupos poblacionales en Rumanía a finales de los años noventa utilizando datos de gran cualidad y métodos estadísticos punteros.

Los resultados del estudio sugieren que, en promedio, los SEP funcionan mejor que los PAPE.  Ahora bien, el análisis por subgrupos indica que los SEP son más efectivos que los PAPE para aquellas personas con pocos estudios y para los jóvenes, mientras que los PAPE funcionan mejor que los SEP para individuos con estudios.

Con el fin de identificar los mecanismos a través de los cuales estas políticas activas funcionan, el estudio analiza varios modelos teóricos y sus predicciones sobre quiénes deberían beneficiarse de cada uno de los programas. El análisis por subgrupos (cuando la alternativa es no recibir ninguna política activa de empleo) indica que los SEP son muy efectivos para individuos con reducido acceso a redes sociales que les informen acerca de las oportunidades laborales -como por ejemplo, jóvenes o personas viviendo en las zonas rurales, mientras que el PAPE es muy recomendable para aquellos trabajadores con limitado acceso al mercado laboral formal- como trabajadores con pocos estudios, bajo poder adquisitivo, o viviendo en zonas rurales.  Estos resultados son compatibles con la teoría del “job matching” y la del mercado de trabajo segmentado.

Nuria Rodriguez

Referencias

“Channels Through Which Public Employment Services and Small-Business Assistance Programs Work.” Rodríguez Planas, 2010. Oxford Bulletin of Economics and Statistics. Volume 72, No. 4 (2010), 458-485

 
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