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22/12/2016

Las medidas contra el cólera en el siglo XIX y las relaciones de dominación

Gàrgola de la Catedral de Palma de Mallorca. ©istockphoto/alessandro0770
El brote de cólera en la ciudad de Palma de Mallorca en el año 1865 ha sido el caso estudiado por investigadores del Centro de Estudios Demográficos (CED) y de la Universitat de les Illes Balears (UIB) para analizar el impacto político y social que tuvo la enfermedad en el siglo XIX. La investigación, liderada por Joana María Pujades, muestra como las medidas para erradicarla ayudaron a legitimar la autoridad y las relaciones de dominación del Occidente civilizado, cristiano y burgués.
Gàrgola de la Catedral de Palma de Mallorca. ©istockphoto/alessandro0770

Nuestro artículo de investigación analiza el impacto político y social del cólera en el siglo XIX mediante el estudio de caso que representa el brote de esta enfermedad en la ciudad de Palma en 1865.
 
En primera instancia, se ponen de manifiesto las tensiones generadas entre el poder local (el alcalde y la mayoría de concejales) y el poder sobre la localidad (representado por la figura del Gobernador Civil), provocadas por el estallido de la epidemia pero con un trasfondo político, social y científico. La resolución en falso del conflicto fue un acicate más para desacreditar el sistema político que terminó gracias a la Revolución tres años después. Además, mostramos cómo la epidemia provocó una crisis social y un conflicto de clases.
 
El cólera en el corto plazo, por tanto, produjo un efecto desestabilizador. En un sentido más amplio, la persistencia de la amenaza epidémica, en un mundo cada vez más globalizado, reforzó la idea de que el camino adecuado para superar este tipo de episodios pasaba ineludiblemente para aumentar la vigilancia, el control social -especialmente de la pobreza- y la progresiva medicalización de la sociedad. Este hecho tuvo dos derivadas.
 
Por un lado los supuestos científicos y técnicos se interrelacionar con la práctica política. Como apuntó en su día Charles E. Rosenberg, existía en Europa occidental una combinación suficiente de racionalización administrativa y avances médicos, que a pesar de sus imperfecciones y errores, minimizaron primero y finalmente hicieron desaparecer, el peligro epidemiológico en el curso de menos de una centuria. De hecho, el cólera de 1865 se contuvo en Palma y no volvió a la isla en los años sucesivos.
 
Por otra parte, el higienismo y el contagionismo se dieron la mano. El primero, identificando los productores de miseria, los pobres, los vagabundos y los inmorales. El segundo, culpabilizando al Islam como importador del cólera. De esta manera, el Occidente civilizado, cristiano y burgués, se convertía en el modelo ideal a alcanzar, creando un "nosotros" frente a un "ellos" caracterizado por el mundo extra-europeo incivilizado, pero también por unas clases populares, calificadas de "turba" y, por ello, igualmente consideradas en los límites de la civilización.
 
De esta manera, el cólera de 1865 y su amenaza permanente, pudo ayudar a legitimar la autoridad y las relaciones de dominación, siendo un factor estabilizador en el medio y largo plazo.

Joana Maria Pujades Mora
Centro de Estudios Demográficos
Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

Salas Vives, P., Pujadas Mora, J. M. El cólera como conflicto y factor de legitimación. Palma, 1865. Ayer. 2016; 101: 189-212.

 
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