Los bosques que almacenan más carbono tienen también más biodiversidad

Els boscos que emmagatzemen més carboni també tenen més biodiversitat
Una investigación liderada por el CREAF con participación de la UAB ha descubierto que los bosques que almacenan más carbono en España son a menudo los bosques donde también reside más diversidad de especies de árboles y pájaros forestales. El estudio ha permitido elaborar un mapa con las zonas de valores máximos de estas dos propiedades.

03/10/2018

El estudio, liderado por Judit Lecina-Diaz y publicado en la revista Ecological Applications, ha permitido obtener un mapa en que se pueden ver las zonas boscosas en que coinciden los valores máximos de las dos propiedades en la península: mucha biodiversidad y mucho carbono secuestrado. Según la investigadora, estas zonas, denominadas hotspots en la terminología inglesa, son de máxima prioridad y hay que gestionarlas o protegerlas para conservar su gran valor natural y su capacidad de amortiguar los efectos del cambio climático. Además, sabiendo que las dos características se relacionan de forma directa, el estudio recomienda implementar estrategias de gestión y conservación conjuntas que mejoren o preserven tanto los stocks de carbono como la biodiversidad de árboles y pájaros que contienen.
 
El equipo de investigación, en que ha participado el investigador del CREAF y de la UAB Javier Retana, ha podido comprobar que un hotspot se da donde hay muchos árboles juntos y donde las especies que viven tienen estructuras diferentes (árboles altos, bajos, con más ramas o con menos). “Cuanto más árboles tiene un bosque, más carbono puede acumular. Si a esto le sumas que los árboles sean diferentes entre ellos, competirán menos por el suelo y por otros recursos, crecerán más y habrá lugar para más especies. En el caso de los pájaros forestales, un bosque más apretado y diverso les ofrece más variedad de comida y de lugares donde hacer el nido”, comenta Lecina-Diaz. Así mismo, han encontrado que las zonas de montaña aisladas y con fuertes pendientes es donde hay también más stock de carbono y más diversidad tanto de árboles como de pájaros forestales. “En estos lugares normalmente no puede acceder el ser humano y los bosques y las especies de pájaros que viven crecen mejor que si estuvieran sometidos a la presión humana”, concluye la autora principal.
 
¿Dónde están los bosques más preciados?

Judit Lecina-Diaz y un equipo formado por investigadores e investigadoras del CREAF, el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC), la Universidade de Santiago de Compostela y la UAB acompañan la publicación con un mapa donde se pueden ver los bosques más preciados por su capacidad de retener carbono y acoger biodiversidad. Estos bosques se encuentran en la costa Cantábrica, mayoritariamente en zonas del País Vasco, norte de Navarra, Asturias y puntos de Galicia; en los Pirineos, Prepirineo, Cordillera Prelitoral catalana y en los Puertos de Cataluña y Valencia; más en el interior destacan los espacios de Sierra de Cebollera, en la Rioja; Sierra de Grazalema, en Andalucía; la Serranía de Cuenca, en Castilla la Mancha; la Cuenca Alta del Manzanares y la Sierra de Guadarrama en Madrid.

El estudio también se ha llevado a cabo en Canadá, con un equipo de colaboradores internacionales portugueses y canadienses que ha obtenido resultados equivalentes pero para la zona del Québec.

Esta investigación puede ayudar quienes toman decisiones a enfocar las políticas de gestión del medio natural. Es necesario que las políticas de conservación y gestión forestal tengan en cuenta estos dos indicadores (stocks de C y biodiversidad) y las variables que les afectan porque a menudo, el hecho de que mejore un indicador también mejorará el otro, y se puede llegar a medidas de gestión efectivas tanto en materia de conservación de la naturaleza como de mitigación del cambio climático.
 
Artículo: Lecina‐Diaz, J., Alvarez, A., Regos, A., Drapeau, P., Paquette, A., Messier, C., & Retana, J. (2018). The positive carbon stocks‐biodiversity relationship in forests: co‐occurrence and drivers across five sub‐climates. Ecological Applications.