La aceptación social de un impuesto al carbono aumenta si se destinan sus ingresos a proyectos climáticos

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La creación de un impuesto al carbono tendría una mayor aceptación entre la ciudadanía si los ingresos recaudados se destinasen a financiar proyectos climáticos. Así lo determina un estudio realizado por investigadores del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) que analiza cómo influye el uso que los gobiernos hacen del importe recaudado en la aceptación y percepción del impuesto. También explora cómo influyen el conocimiento previo de la gente sobre los impuestos al carbono y proveer información sobre su funcionamiento.

02/12/2021

El estudio, publicado recientemente en la revista científica Nature Communications, determina que destinar el dinero a proyectos climáticos, tales como subsidios a la energía renovable, plantar árboles o invertir en transporte público, contribuiría a que los ciudadanos lo percibieran como más efectivo y equitativo.

Según los resultados de la investigación, utilizar la mitad de los ingresos para apoyar el desarrollo de proyectos climáticos y la otra mitad para compensar a los hogares de bajos ingresos es la segunda opción preferida, así como la segunda mejor valorada en términos de efectividad y equidad. “Hay que tener en cuenta que un impuesto al carbono tiende a ser regresivo, ya que los hogares pobres gastan una parte relativamente más grande de sus ingresos en bienes de subsistencia intensivos en carbono”, explica Sara Maestre, investigadora del ICTA-UAB y primera autora del estudio.

La investigación también descubre que proporcionar información sobre los impuestos al carbono aumenta la aceptabilidad cuando el uso de los ingresos no está especificado. El impuesto también es mejor recibido entre las personas con un mayor conocimiento previo sobre los impuestos al carbono. “Un resultado también muy relevante es que la aceptación social del impuesto está más fuertemente relacionada con que las personas perciban que el impuesto es socialmente justo y equitativo que con su percepción de la efectividad del instrumento”, añade.

Para llevar a cabo el estudio, en el que también han participado los investigadores del ICTA-UAB Stefan Drews, Ivan Savin y Jeroen van den Bergh, se realizó una encuesta a 2.004 ciudadanos del Estado español durante el 2019. Los impuestos al carbono se consideran un instrumento clave para hacer frente a la emergencia climática ya que potencian la reducción de las emisiones de CO2.

Son muchos los países y regiones que han implementado un impuesto al carbono, pero es frecuente que este instrumento sea polémico y genere resistencia social y protestas. Como ejemplos tenemos las protestas francesas de los “chalecos amarillos”, la cancelación de un impuesto australiano en 2014 y el rechazo de un impuesto al carbono en repetidos referéndums en el estado de Washington.

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