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Detectan una fuga continua de estroncio y cesio radioactivo en Fukushima

Fukushima. © Google Earth 2015
Fukushima. © Google Earth 2015
Los investigadores han medido los niveles de estroncio y cesio radioactivo en la costa japonesa hasta septiembre de 2013. Los resultados, publicados incluyendo niveles detectados hasta 2015, muestran niveles de radioactividad entre 10 y 100 veces mayores a los registrados antes del accidente.

10/03/2016

El 11 de Marzo se cumplirán 5 años desde el accidente nuclear en Fukushima, Japón. La central nuclear de Fukushima Dai-ichi (NPP), gravemente dañada por  el terremoto ‘Tohoku’ y varios tsunamis, vertió compuestos radioactivos en cantidades sin precedentes a la atmósfera y al Océano Pacífico. Desde entonces, la compañía que gestiona la central nuclear (Tokyo Electric Power Company, TEPCO) y las autoridades japonesas centran sus esfuerzos en controlar el flujo de agua que entra y sale de la central, y en almacenar las aguas altamente radioactivas, utilizadas como refrigerante en los reactores dañados (cerca de 300 m3 al día), para someterlos a un proceso de descontaminación parcial.
 
Un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Environmental Science and Technology, emplea datos de concentraciones de  90Sr y 134,137Cs en la costa de Japón desde el accidente hasta septiembre de 2013 y ofrece una perspectiva global incluyendo datos publicados hasta junio de 2015.  El estudio continúa el trabajo iniciado después del accidente de 2011 por algunos de los co-autores. Éstos y otros investigadores de Bélgica y Japón colaboran en la actualidad en el proyecto europeo FRAME liderado por el Dr. Pere Masqué con el objetivo de estudiar el impacto de las fugas recientes de la central nuclear de Fukushima en el medio marino. FRAME es parte del proyecto europeo COMET (https://wiki.ceh.ac.uk/display/COM/COMET-FRAME).
 
El agua de mar recolectada entre la superficie y 500 m de profundidad en el área comprendida entre 1 y 110 km desde la central contenía concentraciones máximas de 9, 124 y 54 Bq·m−3 de 90Sr, 137Cs y 134Cs, respectivamente. Las concentraciones más altas estaban situadas a menos de 6 km desde la central y eran aproximadamente 9, 100 y 50 veces mayores que los valores previos al accidente. Anteriormente, la fuente principal de dichos radionúclidos eran los ensayos con bombas nucleares perpetrados en los años 50 y 60. Las muestras presentaban 134Cs (no detectable antes del accidente) y una relación característica entre  el 90Sr y el 137Cs, sugiriendo la fuga  de 90Sr a razón de 2,3 – 8,5 GBq d-1 (giga-Becquerel por día) desde la central nuclear al Océano Pacifico en Septiembre de 2013. Dicha fuga superaría entre 100 y 1000 veces la cantidad de 90Sr aportada por los ríos.  Existe además el peligro asociado a los tanques de almacenamiento, los cuales han sufrido varias fugas de agua contaminada en el pasado. Los resultados concuerdan con los datos aportados por TEPCO que muestran niveles de 90Sr y 137Cs de hasta 10 y 1000 Bq·m−3 cerca de los canales de descarga incluso en junio de 2015 (últimos datos incluidos en el estudio). Los resultados de este estudio indican la necesidad de realizar un control continuo de los niveles radioactivos en el Océano Pacífico.