Sala de prensa Prensa y medios

“Me esfuerzo por mantener, entre tanta tecnología, el espíritu romántico de la paleontología”

Juan Luis Arsuaga
El paleontólogo Juan Luis Arsuaga, codirector de los yacimientos de Atapuerca, ofreció recientemente una conferencia en Biociencias, con motivo del décimo aniversario de la creación de la Facultad.

07/03/2017

- ¿Qué sabemos en estos momentos sobre la llegada de los homínidos a Europa?

- La pregunta habría que hacérsela acerca de cuándo nuestros antepasados salieron de África y se extendieron por Eurasia, porque Europa geográficamente no está bien separada de Asia. Una de las fronteras naturales que podríamos considerar es la del Cáucaso, una cadena montañosa, y hay fósiles humanos de hace casi 2 millones de años que están al sur del Cáucaso, en lo que hoy en día es Georgia. Entonces ya se ha producido la expansión humana fuera de África, ya hemos cambiado de continente y al menos en esa época ya se estaba en condiciones de penetrar en Europa. ¿Cuándo se produce la expansión humana por Europa e incluso por Asia? A partir de la zona más cercana a África, de Eurasia, pues después de hace 1,8 millones de años y los fósiles más antiguos que tenemos se encuentran en Atapuerca y tienen 1,2 millones de años. Al mismo tiempo también existen yacimientos arqueológicos de esa misma cronología en Granada, en Orce, así que hay presencia humana, seguramente bastante extendida, por lo menos por la Península Ibérica, hace 1,25 millones de años, o quizá un poco antes. Y a partir de ese momento ya hay ocupación humana de Europa, no sabemos si contínua, porque nos falta mucho registro fósil, pero hay ocupación humana hasta la actualidad. Lo que pasa es que puede haber períodos en los que haya habido desaparición, quizá, o sucesivas oleadas de población procedente de África. Todo eso es lo que falta por establecer.
 
- ¿Qué descubrimientos considera más importantes de los que han realizado en Atapuerca?

- Atapuerca lo mejor que tiene es que es un conjunto de yacimientos con un registro muy amplio, que abarca mucho tiempo. Y además se han encontrado muchos fósiles humanos de las diferentes épocas. Es rico en fósiles humanos, que es lo más excepcional, porque es lo menos frecuente en los yacimientos, pero además contiene información bastante continua de toda la evolución humana en Europa y las publicaciones que hacemos abarcan desde los primeros europeos hasta, por ejemplo, la llegada de los metalúrgicos o de los agricultores y ganaderos. Es decir, las poblaciones humanas que constituyen la Europa actual. Y, por ejemplo, aunque no es tan conocido, desde Atapuerca hemos hecho contribuciones importantes desde el punto de vista de la paleogenética a la historia genética de las poblaciones europeas actuales, en periodos recientes, anteriores a los romanos. Quiero decir que poder investigar y publicar resultados que abarcan desde la llegada de la agricultura y la ganadería, o el bronce, hasta el poblamiento de Europa hace 1,2 millones de años es lo que singulariza el conjunto de yacimientos de Atapuerca.
 
- ¿Cómo han contribuido los avances científicos a su campo de estudio?

- La disciplina que yo practico, que es la paleontología, se ha vuelto tan tecnológica que casi empieza a no gustarme. Quiero decir, hay un componente, por supuesto, de conocimiento, hasta de oficio, si se puede llamar así, pero ahora se utilizan las herramientas más avanzadas. De manera que es una profesión muy tecnológica, aunque se suele pensar que un paleontólogo o un arqueólogo son personas que están trabajando con herramientas muy sencillas durante la excavación. En realidad no es así, se hacen escáneres de todos los yacimientos continuamente, se utilizan las tecnologías digitales más avanzadas para registrar todos los objetos, se hace una topografía de muchísimo detalle, es decir, se aplica toda la tecnología digital a la excavación. Y después al estudio de los materiales, las técnicas más modernas de restauración, se hacen TACs de todos los objetos, y básicamente el trabajo se hace en el ordenador. O sea que el paleontólogo moderno básicamente es un informático.Y luego, utilizamos isótopos, es decir, estudiamos los fósiles a nivel atómico, también por supuesto a nivel molecular, en cuanto al ADN y otras moléculas orgánicas. Es decir, que muchos de los descubrimientos que se hacen se hacen por científicos que realmente no estudian la morfología. Así que yo me esfuerzo por mantener, entre tanta tecnología y modernidad, todavía el espíritu romántico, que me parece que no se debe perder.
 
- ¿Cuántas especies del género Homo han hallado en estos treinta años en Atapuerca y qué infieren de ello?

- Pues hemos encontrado bastantes cosas, porque todavía en el año 1994 se pensaba que la llegada del ser humano a Europa se había producido hace medio millón de años, y ahora estamos trabajando con fósiles que tienen más de un millón de años. Es decir, que estudiamos fósiles de un periodo de tiempo, setecientos mil años de historia, del que no se sabía nada. De hecho, se pensaba que ni siquiera era historia, porque no había habido seres humanos. De eso no sabíamos nada y todo lo que aportamos y hemos conocido es nuevo. Así que podríamos hablar de la especie de 1,2 millones de años, que no sabemos muy bien qué es, pero podría ser Homo erectus, para entendernos. Luego tenemos una especie de entre 900.000 y 800.000 años, que hemos llamado homo antecesor, que es una evolución de Homo erectus; también tenemos una especie de hace 500.000, llamada Homo heidelbergensis. Excavamos yacimientos neandertales. Hasta ahora no los hemos encontrado, no estamos seguros al menos, pero puede que los encontremos próximamente. Y también tenemos homo sapiens, la especie humana actual. En resumen, todas las especies que han existido desde hace un millón y pico.
 
- ¿Por qué cree que sobrevivimos sólo los Homo sapiens?

- Pues básicamente porque sustituimos a los demás, absorbiendo algunos genes, pero esencialmente reemplazándolos. Cuando aparece el homo sapiens en África hay muchas más especies en Eurasia, incluso también quizá en África, pero aquí, donde ahora estamos haciendo la entrevista, estaban los neandertales. En Asia sabemos de otras, que sobrevivían, y hasta el Hombre de Flores, esa especie tan curiosa, existía cuando apareció el Homo sapiens. Su expansión fuera de África fue sustituyendo a las otras humanidades. De los neandertales hemos heredado algunos genes, pero pocos, del orden de un 3%, pero nosotros ocupamos su lugar. En resumen, no están ya las otras humanidades porque su lugar lo hemos ocupado nosotros.
 
- ¿Y cómo ve nuestro futuro como especie, con todos los avances científicos y la sociedad actuales? ¿Vamos a desaparecer dentro de poco?

- No, eso no va a ocurrir. Tenemos serios problemas que afrontar, pero siempre ha sido así durante toda la historia, eso no es ninguna novedad. Pero bueno, también tenemos grandes utopías que realizar. Nunca hemos estado tan cerca de conseguir una hermandad de toda la especie, de todas las culturas y pueblos. El año pasado leía una frase un líder africano que decía: “La raza, a la que yo pertenezco, es la humanidad”, y me parece que nunca hemos estado tan cerca de conseguir eso.
 
- ¿Los avances científicos, por ejemplo en el campo de la genética, van a influir en nuestra evolución?

- En nuestra evolución yo no querría que ocurriera, pero es como cualquier herramienta, se le puede dar un buen uso o un mal uso. Ahora tengo la capacidad de editar los genomas, de modificar la genética de cualquier especie, lo que incluye también a la nuestra. Así que de las otras especies seguro que se hará, o al menos de las razas domésticas, y algunos usos médicos, vamos a decirlo así, de esta herramienta también se aplicarán.

Yo soy de los que piensan que no vamos a cambiar a la especie, porque no tenemos ningún modelo, básicamente por eso. Los que tenemos hijos, por ejemplo, si nos hubieran preguntado cómo los queríamos, no habríamos sabido qué contestar, porque no tenemos un modelo del ser humano al que queramos parecernos, así que imagino, y espero, que por lo general la gente querrá seguir teniendo los hijos de manera general, es decir, por la lotería genética, y está muy bien que sea así, que los talentos se repartan. Yo soy partidario de que ocurra de esta forma. Yo tengo la sensación de que los talentos están muy repartidos, y es genial que sea así, es como debe continuar.

No creo que apliquemos la tecnología para producir una raza, pero podríamos, un tipo humano totalmente modificado, una quimera, eso se podrá hacer, pero espero que no se haga.
 
- ¿Cuál sería el descubrimiento más importante que le gustaría hacer aún?

- Pues no lo sé, espero que me sorprenda. Hasta ahora las cosas que hemos descubierto siempre nos han sorprendido, porque encontrar lo que ya se conoce no es un gran avance. O sea, espero encontrar lo que no espero, porque eso sí que sería una novedad. Pero bien, espero que, no yo, todos los humanos, seamos afortunados. Yo he sido afortunado, en el curso de mi vida se han producido grandes descubrimiento científicos, grandes avances, yo casi nací con el descubrimiento del ADN. Un año antes de que naciera, Watson y Crick descubrían la molécula de la herencia biológica y ahora hemos avanzado tanto en ese campo, y en todos los demás, es tan acelerada la marcha de la ciencia que se están produciendo descubrimientos continuamente, y espero que aún veamos grandes avances y disfrutemos de ellos. Pero, básicamente, que sirvan para ver a la humanidad más feliz.
 
- ¿Cómo ve el futuro de Atapuerca, en la gestión, en las excavaciones de los yacimientos o la aportación de nuevos jóvenes investigadores?

- Lo veo como un proyecto que trasciende a una generación. Simplemente con lo que ya hemos encontrado investigarán las futuras generaciones, porque de lo ya encontrado hay todavía mucho que estudiar y las excavaciones continuarán y las nuevas generaciones de investigadores descubrirán nuevas cosas. Lo que creo es que ya están bien sentadas las bases del proyecto, que descansa en varios pilares: uno es la investigación, por supuesto, y la red centros que la lleva a cabo, y que está consolidada; la formación es importante también, con estudios de doctorado que hemos creado para transmitir nuestros conocimientos y formar nuevos investigadores; y también la divulgación, con un museo espectacular en Burgos. O sea, que los tres aspectos más importantes que nos podrían preocupar pensando en la continuidad del proyecto están bien asentados, con lo que continuará su camino en el futuro sin mayores sobresaltos, espero. Y añadiría un cuarto factor, que es participación social, con la creación de una fundación privada que se nutre de recursos privados en parte y de aportaciones de empresas y particulares y que, también, en cierto modo, es una garantía para la continuidad. Es decir, también hemos desarrollado esa línea, que es un modelo de captación de fondos del entorno español, así que tenemos por ahí también una cierta garantía de financiación.