Sala de prensa Prensa y medios

“Decir que sufres depresión ha de dejar de ser tabú”

Entrevista a Edurne Pasaban
Edurne Pasaban, la primera mujer del mundo que escaló los catorce ochomiles del planeta, ha ofrecido por primera vez una charla para contar su experiencia con la depresión, que sufrió en plena carrera profesional. Lo ha hecho en la Universidad, en la presentación de la Fiesta Mayor de este año, que se celebra el 9 de noviembre bajo el lema “La Salud Mental, visible y sin estigmas en la UAB".

16/10/2017

- ¿Es la primera vez que habla en público sobre su depresión?

- Nunca he escondido que he sufrido depresión, pero sí es la primera vez que doy una charla explicando mi experiencia y las consecuencias que ha tenido en mi vida.
 
- ¿Y por qué ha decidido dar este paso?

- Porque creo que un marco como el de la universidad es perfecto. Hoy en día es un problema que afecta a la juventud mucho más de lo que pensamos, y al final, si tú eres un referente y puedes contar lo que has vivido, la gente se puede sentir más identificada. Estamos ante un problema que es tabú y si una persona pública cuenta que ha pasado por ello puede ayudar a todos estos jóvenes.
 
- ¿Qué le pasó?

- En el año 2006, en plena carrera deportiva, cuando estaba escalando montañas de 8000 metros y ya llevaba siete picos culminados, sufrí una depresión importante. Tenía 32 años, una edad en que muchas mujeres nos empezamos a plantear una vida diferente. Yo había dejado mi carrera como ingeniera para dedicarme a mi hobby, que era escalar, y convertirme en una profesional, y veía que yo era diferente a todas mis amigas. Ellas tenían un trabajo más o menos relacionado con sus estudios, empezaban a casarse, tenían hijos, y yo no tenía nada de todo eso. Me sentía fuera de la sociedad y tenía mucha presión, de la sociedad, de mi familia y de la gente que tenía alrededor. “¿Tú vas a vivir así? ¿Qué vas a hacer? ¿No crees que es el momento de asentarte?” me decían. Y nadie piensa en ti, en que tú eres feliz haciendo lo que haces. Los que están a tu alrededor creen que has de seguir unos pasos que nos marca la sociedad, pero no es así. Así que caí en una depresión muy fuerte, tuve que permanecer ingresada en un hospital, primero dos meses, a principios del 2006, luego recaí meses después y tuve que volver a ingresar. Intenté quitarme la vida dos veces. Siempre digo que he visto la muerte más cerca aquí, en la vida normal, que en la montaña.
 
- ¿Cómo lo superó?

- Bueno, afortunadamente me ayudaron. Creo mucho en los psicólogos y en la medicación. Creo que no pasa nada por tener que medicarte. Si una persona que tiene un problema de tiroides se toma una pastilla ¿por qué no me voy a tomar yo otra para arreglar mi problema mental o mi ansiedad? A finales del 2006 ya me encontré un poco mejor, gracias a la ayuda clínica y también gracias a mi familia y a los amigos, y empecé a dar la vuelta a la situación.
 
Pero tomé medicación hasta que acabé los catorce ocho miles. Yo he escalado montañas de ocho mil metros y me he tomado un antidepresivo antes, porque creo que el tratamiento hay que seguirlo, es un gran error dejar de seguirlo porque creas que ya te encuentras mejor.
 
- ¿En qué momento se encuentra ahora?

- Estoy muy bien. Mi historia con la depresión es una parte de mi vida, está ahí y siempre tienes que estar atenta. Al final mi vida siguió, hice lo que me apasionaba y superé aquello. Por supuesto, hay mejores y peores momentos. Yo enseguida capto cuándo mi estado de ánimo es más bajo, estoy alerta. Es importante conocerse para poder tomar las medidas adecuadas a tiempo. Ahora mismo estoy en lo mejor, acabo de ser madre hace cinco meses, que era una de las cuestiones que también me ha pesado durante muchos años. He sido madre a los 43 años. Hay tiempo para todo en esta vida
 
- ¿Cómo le ha influido la depresión en su vida personal y profesional?

- Me ha hecho entender mucho más a las personas que tengo enfrente. Creo que tengo más empatía con la gente. A veces no nos damos cuenta que hay personas que están pasándolo mal y las tratamos pensando que son raras. Mi experiencia con la depresión me ha hecho más fuerte y enfrentarme a la vida de manera diferente.
 
- ¿Qué le diría a una persona que esté sufriendo lo mismo que le pasó a usted?

- Que pida ayuda, que lo hable. La comunicación es muy importante, decirle a su familia o a alguien en quien confíe cómo se encuentra. Porque tú misma enseguida detectas si estás triste, si tienes ansiedad o no tienes ganas de hacer nada. No pasa nada por decirlo, no tiene que ser un tabú. La depresión es uno de los trastornos más comunes de nuestra sociedad, pero del que hablamos poco.
 
- ¿La sociedad no entiende a las personas que sufren un trastorno mental?

- No sé si no las entiende, lo que sí creo es que cerramos los ojos ante el problema. Creo que todos en nuestras familias o círculos de conocidos tenemos a alguien que, en mayor o menor grado, ha sufrido depresión u otro problema mental. O sea, que no entendemos no lo creo, porque es una realidad que en muchos casos hemos palpado. Por desgracia, vivimos en una sociedad en que hemos de ser los mejores, y no podemos mostrar nuestras debilidades de ninguna manera. Este es el gran problema que tenemos.
 
- ¿Qué podemos hacer para visibilizar la salud mental y que no se estigmatice a las personas padecen un trastorno?

- Por parte de personas públicas creo que podemos ayudar no ocultando que los tenemos o los hemos sufrido, que lo digamos públicamente, porque así otras personas verán que se puede salir adelante y podremos acabar con el tabú que hay.

A nivel político y de gobierno creo que hay mucho trabajo por hacer. Que una universidad como la vuestra haya tenido una iniciativa tan buena como es dedicar las actividades de su Fiesta Mayor a la salud mental es muy importante, nos da la medida de que quien se mueve más en este sentido es la sociedad.