Arte e Historia

03/2015 -

Estudio de las cabezas clavas del yacimiento de Chavín de Huántar

La arqueología comúnmente se ha contentado con el estudio estético/iconográfico de las formas de representación en la prehistoria. Esta investigación considera que estas aproximaciones, además de ser apriorísticas, no aportan información sociológica para el estudio de la realidad social en una determinada situación histórica. A través de un caso concreto de estudio, las cabezas clavas del yacimiento arqueológico de Chavín de Huántar, se ofrecen las principales formulaciones teóricas y metodológicas para la inclusión de las representaciones como formas singulares de materialidad social.

Referencias

“Las Representaciones Figurativas como materialidad social: producción y uso de las cabezas clavas del yacimiento arqueológico Chavín de Huántar, Perú”, tesis doctoral de Andrea González-Ramírez, dirigida por el Dr. Pedro Castro Martínez y el Dr. Juan Antonio Barceló Álvarez y leída en el Departamento de Prehistoria.

La presente tesis doctoral expone los resultados de una investigación cuya base empírica es un conjunto de esculturas de piedra con forma de cabezas del yacimiento arqueológico de Chavín de Huántar, Perú. Una porción apical tallada, conjuntamente con la litoescultura, indica un contexto de uso original exclusivo en la mampostería megalítica externa, algunos de cuyos representantes in situ muestran un empleo estandarizado en el tercio superior de los principales edificios de un complejo arquitectónico monumental, ubicado en un estrecho valle intermontano de los Andes Centrales, con una vigencia temporal que ha sido datada entre los 1200/500-400 cal ANE.
 
Este conjunto de objetos, proveniente de una colección museográfica y de una dimensión temporo-espacial arqueológicamente muy compleja, permite problematizar algunos aspectos teórico-metodológicos medulares empleados tradicionalmente en el estudio arqueológico de las representaciones figurativas. Desde un punto de vista teórico general, se considera que el interés en el estudio de las representaciones figurativas arqueológicas no reside en su singularidad, sino en que, como toda materialidad social, deriva en primera instancia de la concreción del trabajo humano.
 
Luego, a nivel sustantivo, se argumenta que su interés específico refiere a que su existencia deriva de necesidades sociales de carácter político-ideológico o, simplemente, idiosincrático, cuyos factores explicativos no se encuentran en un plano de identidad con tipologías de organización social, sino que ésta debe ser entendida caso a caso, toda vez que las evidencias disponibles de la producción y reproducción de la vida social que las solicita, permitan poner en relación la producción y uso de las representaciones figurativas en una situación histórica concreta. 
 

Imagen 1: Distribución de la variabilidad morfofigurativa mediante superimposición de hitos de morfocoordenadas a través de morfometría geométrica bidimensional.
 
El desarrollo de dichos puntos de partida teóricos condujo a tres preguntas principales: ¿Cuál fue el nivel de la estandarización de la producción de las esculturas? ¿Permite la existencia de estandarización, si es que la hubiese, identificar un trabajo especializado? Si es que se trata de un trabajo especializado, ¿admite compatibilidad con otras actividades de subsistencia o tiende a la exclusividad?
 

Imagen 2: Ejemplo de registro de hitos de morfocoordenadas (landmarks) en una cabeza clava.
 
La integración de los resultados arrojados por distintos análisis sobre las propiedades físicas y figurativas de las litoesculturas muestra un alto grado de estandarización que se ve reforzado por la presencia de dos principales grupos de representación excluyentes. Una revisión de los antecedentes de algunas técnicas de talla directa en piedra escultórica, los resultados obtenidos de los análisis sobre el conjunto de objetos y su integración en distintas fases constructivas de un nuevo proceso de producción arquitectónica, sugieren que dicha estandarización derivaría de una producción especializada, posiblemente acompañada de una institucionalización de los sistemas de transmisión de conocimientos, lo que, sumado a las evidencias arqueológicas disponibles de la producción y reproducción de la vida social, podrían reforzar la hipótesis relativa a una concentración de la dominación de la producción intelectual por parte de grupos minoritarios, cuyo compás de beneficio económico aún requiere de mayores pruebas empíricas.
 
Imagen superior izquierda: Cabezas clavas.

Andrea González-Ramírez

Departamento de Prehistoria

andre.gonzalez.ramirez@gmail.com

2024 Universitat Autònoma de Barcelona

B.11870-2012 ISSN: 2014-6388