Religión en Catalunya
Lee la entrevista
Olga Vallejo: Esto es el Vagón de la Ciencia, el proyecto de la Universitat Autònoma de Barcelona dedicado a la divulgación científica. Esta tercera edición se centra en la diversidad y, en este capítulo, hablaremos de la religión en Cataluña. Para ello, nos acompaña Mar Griera. Hola, Mar.
Mar Griera: Hola.
OV: Mar es catedrática de Sociología e investigadora principal del grupo de investigación ISOR (Investigaciones en Sociología de la Religión). Has estado años dirigiendo el proyecto del Mapa religioso de Cataluña. El objetivo del proyecto es identificar y conocer las comunidades religiosas y los lugares de culto de todas las confesiones presentes en Cataluña. ¿Cataluña es más plural de lo que nos podríamos imaginar en un principio?
MG: Sí, por supuesto. Cataluña es mucho más plural de lo que a veces pensamos, también porque la diversidad religiosa hoy en día muchas veces está invisibilizada, es una diversidad que a menudo no vemos a primera vista. Pero tenemos una población cada vez más diversa en términos religiosos.
OV: ¿Cómo se explica que haya 14 confesiones religiosas principales? Entiendo que hay unas principales y hay otras con menos presencia... ¿Siempre ha sido así? Por ejemplo, durante los cuarenta años de la dictadura, España era un país confesional y el catolicismo era la religión oficial. ¿Cómo nos hemos ido transformando?
MG: Aquí el catolicismo ha tenido una presencia hegemónica, pero la diversidad no es nueva. Ya a partir del siglo XIX empiezan a llegar iglesias protestantes, encontramos también la teosofía y el espiritismo, y se crea la primera sinagoga judía. Todo esto ya ocurre antes de la Guerra Civil. Es decir, Barcelona, por ejemplo, en los años diez y veinte, ya era una ciudad diversa. Después, el franquismo dinamitó de raíz toda la diversidad religiosa y dejó a las minorías religiosas en una situación muy difícil para subsistir en nuestro país. A finales del franquismo, empezó a crecer otra vez la diversidad religiosa, con la llegada de misioneros protestantes de toda Europa, algunos grupos bahá’ís y las primeras comunidades musulmanas. Y, fue sobre todo a partir de los años ochenta y noventa cuando, con las migraciones de procedencia internacional, volvió a crecer de manera relevante el mapa religioso de Cataluña y se diversificó. Es muy importante tener en cuenta que hablamos de 14 confesiones, pero que también tenemos un grueso muy relevante de población que no se identifica con ninguna religión, o que se identifica de manera sutil, con formas espirituales, esotéricas... Es decir, cuando hablamos de diversidad religiosa en Cataluña, es muy importante tener presente que hay una gama de diversidad de adhesiones y vinculaciones mucho más llena de grises de lo que pensábamos.
OV: La iniciativa del Mapa religioso de Cataluña se inició en 2001. Es un proyecto impulsado y financiado por la Direcció General d’Afers Religiosos de la Generalitat de Catalunya. ¿Por qué es importante conocer la realidad religiosa de un territorio?
MG: Es muy importante para entender precisamente quiénes somos nosotros, quién es este nosotros colectivo. La presencia pública del catolicismo durante años ha invisibilizado la existencia de la diversidad religiosa de las minorías, pero también la existencia de los no creyentes. Conocer y poner de manifiesto que el país es diverso nos proporciona, en primer lugar, la imagen de quiénes somos nosotros, y al mismo tiempo nos obliga a impulsar unas políticas públicas que cuiden y presten atención a esta diversidad, porque en muchos casos, y especialmente en las dos últimas décadas, el crecimiento de la diversidad religiosa ha ido muy ligado al crecimiento de migraciones en situaciones de precariedad o fragilidad económica, lo que requiere más atención pública para evitar situaciones de desigualdad y de injusticia.
OV: Hablábamos de los años de la dictadura, en los que la religión tenía una presencia importante en el día a día. Actualmente, sin embargo, España es un estado aconfesional. ¿Qué papel tiene socialmente la religión? ¿Depende de la confesión religiosa y de los fieles?
MG: Nosotros, en el grupo de investigación, utilizamos el término catolicismo banal, porque muchas veces, a pesar de vivir en un país aconfesional o que percibimos como laico, hay un catolicismo que es casi invisible, pero que sigue presente, desde la organización del calendario hasta la celebración de funerales religiosos, fiestas mayores (con una misa para empezar)... Es decir, la presencia del catolicismo sigue vigente, aunque nos autopercibimos como aconfesionales. Yo creo que es importante poner de manifiesto esta presencia.
OV: ¿Cómo se recoge y se actualiza la información de las confesiones religiosas en Cataluña?
MG: Es una tarea delicada, precisa y exhaustiva. Ahora mismo, el proyecto del Mapa no lo realizamos nosotros. Nosotros lo conceptualizamos y lo llevamos a cabo durante años, pero ahora el trabajo más técnico de actualización lo hace otra institución, que va ciudad por ciudad recogiendo información de los ayuntamientos y de las entidades locales. No es fácil, porque muchas veces cuando pensamos en las religiones nos viene a la cabeza una iglesia o una gran mezquita, y hoy en día en Cataluña el espacio religioso muchas veces es un pequeño local, una nave en un polígono, un tercer piso... Es decir, todavía es una diversidad que se expresa o que se vive muchas veces en situaciones de fragilidad económica y que, por tanto, arquitectónicamente, no tiene la capacidad expansiva y visible que puede tener, por ejemplo, el catolicismo.
OV: Nos explicabas antes la evolución de la situación religiosa en Cataluña de los últimos años y hemos ido bastante atrás. ¿Podéis prever qué pasará, por ejemplo, en los próximos 25 años?
MG: Es difícil. Nosotros decimos que, en sociología, siempre es muy difícil hacer predicciones. Sí vemos que hay, por un lado, una tendencia a un crecimiento de las religiones minoritarias, especialmente de la Iglesia evangélica, pero también del islam y del budismo, que crece tanto con personas que vienen de otros países como con personas que se convierten... También nos encontramos cada vez más con el crecimiento de una espiritualidad desvinculada de los centros de culto tradicionales (gente que medita, que va a retiros...), que prevemos que continúe. Y también aumenta el número de personas que se desvinculan completamente de las instituciones religiosas. Hacer un mapa claro es difícil, pero sí vemos que crece esta gama de grises, que la religión ya no es tanto un sí o un no, sino que hay adhesiones más débiles y maneras de vincularse diferentes. Y además encontramos gente que en una época de su vida es de una religión y después de otra. Es decir, el panorama religioso es mucho más móvil de lo que era hace cuarenta años.
OV: En la última actualización del Mapa religioso de Cataluña se contabilizaron más de 7.200 centros de culto por todo el territorio catalán. ¿Quién se hace cargo de la gestión de los centros de culto? ¿Cómo se decide si hay uno nuevo, si se cierra, si hay que ampliarlo?
MG: Es muy importante entender que muchas veces, cuando hablamos de confesiones religiosas, tenemos la imagen del catolicismo en la cabeza, es decir, esa idea de una institución jerárquica, en la que la apertura de nuevos centros generalmente se decide de forma centralizada. Pero la mayoría de los centros de culto nacen cuando hay una comunidad suficiente de personas que quieren crearlos. Por ejemplo, en un barrio hay un número determinado de personas evangélicas, o en otro hay una líder budista que quiere crear un centro budista. Por lo tanto, es la propia comunidad la que quiere crear ese centro de culto. ¿Qué tiene que hacer para crearlo? Hay muchos condicionantes. Cataluña tiene una ley de centros de culto, pero, además, también están los planes urbanísticos de las ciudades. No se pueden construir centros de culto en todas partes, hay que pedir licencias, deben registrarse como centros de culto en el Ministerio... Abrir un centro de culto es una lucha burocrática muy importante, y muy costosa para las comunidades, porque las comunidades minoritarias no reciben financiación estatal, no reciben ayuda de las instituciones públicas, y se financian a partir del dinero que recogen de los fieles, que ponen una parte de su sueldo para abrir los centros de culto.
OV: Precisamente ahora te quería preguntar de dónde obtienen los recursos para la gestión... Por lo que has dicho, las ayudas no dependen del número de adeptos de cada confesión. ¿Hay alguna que sí reciba ayudas?
MG: La Iglesia católica.
OV: ¿Aunque España sea un Estado aconfesional?
MG: Sí, porque la Iglesia católica tiene unos acuerdos que firmó el Gobierno español con el Estado del Vaticano, es decir, que tienen rango de tratado internacional, porque se han negociado entre dos Estados. En estos acuerdos, el Estado español otorga una determinada cantidad de dinero a la Iglesia católica, es decir, que esta obtiene una financiación directa. Las religiones minoritarias no tienen financiación directa del Estado; pueden recibir alguna ayuda para alguna tarea, para llevar a cabo un proyecto, pero siempre es puntual y minoritaria.
OV: Y, en términos de duración, más o menos, ¿cuánto se puede tardar en conseguir abrir un centro de culto? Ahora decías que hace falta mucho papeleo, muchas gestiones..., y también hay que descubrir cómo se debe hacer. ¿Hablamos de menos de un año, más de cinco?
MG: Depende mucho de la localidad en la que esté la comunidad, porque hay ayuntamientos que han ayudado mucho, que han generado técnicos expertos en acompañar a las comunidades en ese proceso, pero hay otros que más bien lo han dificultado, han obligado a las comunidades a ponerse en polígonos industriales a las afueras de la ciudad y han dinamitado en cierto modo el crecimiento de la diversidad. También depende, obviamente, de la comunidad: hay comunidades que tienen la capacidad económica y el capital social para tener gente que les ayude en ese proceso, y otras que están en situaciones muy precarias, quizás incluso con dificultades lingüísticas, etc., y a las que les puede costar muchísimo.
OV: ¿La religión influye en otros aspectos de la vida de las personas? En cuestiones laborales, médicas, sociales... Supongo que debe depender de la religión, pero ¿hay alguna que claramente sí influya en la vida de las personas?
MG: La religión puede influir mucho en la vida cotidiana de las personas, pero eso depende del papel que cada uno le dé en su vida. Es cierto que, tanto en temas médicos como de alimentación, educación y relaciones personales, las religiones generalmente ofrecen guías y pautas para vivir, pero, después, ya depende de cómo cada creyente coge esas guías, o las adapta, o las modela, o las sigue o las desobedece. Todos conocemos personas que dicen: «Soy musulmán, pero un día como jamón y no pasa nada» o «Soy católico, pero no voy a misa porque no me interesa» o, al revés, gente que dice: «Soy evangélica y voy cada semana al culto y no me salto ni uno». Por lo tanto, depende mucho de cómo cada uno adopte esas normativas, pero, evidentemente, la religión tiene una importancia crucial a la hora de determinar o guiar la vida de sus fieles.
OV: ¿Qué pasa cuando entran en conflicto derechos fundamentales como, por ejemplo, el derecho a la vida y el derecho a la libertad religiosa? ¿Cuál de estos derechos fundamentales de la Constitución española prevalece?
MG: Este es el gran tema, y no se resuelve de forma abstracta, sino caso por caso. Hay muchos casos que llegan a la Corte Europea de los Derechos Humanos, porque muchas veces van saltando de instancia en instancia, ya que es difícil dirimirlos. Por ejemplo, un caso clásico es el Lautsi, se trata de un caso italiano en el que se planteó hasta qué punto la presencia de una cruz que había estado siempre en un espacio concreto vulneraba el derecho de las personas que no eran religiosas, o podía quedarse porque era un símbolo cultural. En otro caso, por ejemplo, se planteó si la Iglesia católica podía despedir a una persona por el hecho de haberse divorciado. Vivimos en un Estado en el que todo el mundo es libre de divorciarse, pero, claro, la Iglesia católica tiene su postura... Para mí, estas luchas son fundamentales y es importante que reflexionemos sobre ellas, que dialoguemos y que encontremos respuestas. Hay casos que los vemos muy claros –el caso que acabo de mencionar para mí tiene una respuesta muy clara–, pero hay otros más complejos. Hay que ir caso por caso.
OV: Está claro que Cataluña es un territorio diverso en términos de religión. Pero ¿la sociedad catalana es consciente de esta diversidad y es respetuosa?
MG: La Direcció General d’Afers Religiosos tiene un barómetro para evaluar hasta qué punto la población catalana conoce la diversidad, y sí vemos que hay un conocimiento importante de esta diversidad, aunque después, cuando entramos al detalle de qué confesiones conoce, o hasta qué grado las conoce, es mucho menor. Y también hay una visión positiva de la diversidad. Muchas veces hablamos de la discriminación, de las visiones negativas, y las hay (los testigos de Jehová y los musulmanes son los que acumulan más discriminación o percepciones negativas de la población), pero la mayor parte de la población catalana valora positivamente la diversidad. Y esto es importante decirlo, porque muchas veces los medios ponen el acento en casos de conflicto concreto, por ejemplo, en los movimientos de extrema derecha que atentan contra la libertad religiosa o que tienen mensajes contra el islam o contra las minorías, pero la mayoría de la población catalana, cuando le preguntamos sobre esta cuestión, es muy abierta a la diversidad, y predomina una visión positiva. Lo que pasa es que las visiones negativas acostumbran a tener más presencia mediática, a veces también porque son más preocupantes.
OV: Mar Griera, catedrática de Sociología e investigadora principal del grupo de investigación ISOR, muchas gracias por haber subido al Vagón de la Ciencia.
MG: Muchas gracias a vosotros.
OV: Y tú, si quieres saber más, escucha otro capítulo.
El Vagón de la Ciencia, un proyecto de la Universitat Autònoma de Barcelona, con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.
Investigadora
Mar Griera Llonch
Catedrática del Departamento de Sociología de la UAB, donde imparte docencia en sociología del conocimiento y pensamiento sociológico contemporáneo.
Su investigación se articula en torno a la intersección entre la diversidad religiosa, la identidad, el patrimonio y la política en la Europa contemporánea. Analiza cómo las sociedades actuales construyen sentido mediante imaginarios espirituales, rituales cotidianos y prácticas vinculadas al bienestar, la salud y la moral, así como la manera en que se negocia con el pasado para dar forma al presente. Ha coordinado varios proyectos de investigación competitivos y ha publicado extensamente sus resultados en libros y revistas académicas internacionales.
Ha sido investigadora invitada en instituciones como la École Pratique des Hautes Études (2022); la Universidad de Lausana (2016); el Institute on Culture, Religion and World Affairs de la Universidad de Boston (2009); la Universidad de Ámsterdam (2008); la Universidad de Exeter (2006), y la Universidad de Estrasburgo (2004).
Ha sido reconocida con varios premios, como el Premio ”la Caixa” de Ciencias Sociales (2003), el Premio Extraordinario de Doctorado (2009) y el Premio IEC de Sociología Manuel Sales i Ferré (2011), así como con una ICREA Academia Fellowship (2021-2026).
Actualmente, es presidenta del Comité RC22 de Sociología de la Religión de la International Sociological Association (ISA) y miembro del Consejo de la International Society for the Sociology of Religion (ISSR), del Consejo Asesor Europeo del Institut d’Étude des Religions et de la Laïcité (IREL) y del Consejo Asesor para la Diversidad Religiosa de la Generalitat de Catalunya.
Cabe destacar, también, su compromiso con la transferencia de conocimiento a las administraciones públicas y a la sociedad civil, así como su apuesta por una investigación crítica y situada para comprender las transformaciones del hecho religioso y espiritual en el mundo contemporáneo.
Se puede encontrar la producción científica de Mar Griera Llonch en el Portal de Investigación de la UAB.
Información complementaria