Accesibililidad y nuevas tecnologías
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El Vagón de la Ciencia. Un proyecto de la Universitat Autònoma de Barcelona en colaboración con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades –a través de la convocatoria de ayudas para el fomento de la cultura científica, tecnológica y de la innovación– y Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.
Olga Vallejo: Esto es el Vagón de la Ciencia, el proyecto de la Universitat Autònoma de Barcelona dedicado a la divulgación científica. Esta tercera edición se centra en la diversidad, y en este capítulo hablaremos de accesibilidad y nuevas tecnologías. Para ello nos acompaña Pilar Orero. Hola, Pilar.
Pilar Orero: Hola.
O. V.: Pilar es catedrática del Departamento de Traducción y de Interpretación y de Estudios de Asia Oriental de la UAB. También contamos con la presencia de Estel·la Oncins. Hola, Estel·la.
Estel·la Oncins: Hola, ¿qué tal?
O. V.: Estel·la es doctora en Accesibilidad Ambiental e investigadora principal del grupo de investigación TransMedia Catalonia de la UAB. Por último, también está con nosotros Bernard Tiika. Hola, Bernard. Bernard es doctor en Gobernanza Electrónica de la Universidad de Estudios de Desarrollo, en Tamale, Ghana. Bernard participa en esta entrevista porque forma parte de la red Marie Curie ClearClimate y está visitando la UAB como investigador. Explicadnos: ¿qué se entiende por accesibilidad?
P. O.: Accesibilidad es cuando queremos que las personas (todas las personas, por eso hablamos de diversidad) puedan acceder a la sociedad de la información, es decir, a los contenidos que hay en internet, en las redes sociales, en la televisión, en el cine... todo lo digital. Todas las personas deberían tener acceso a ese contenido y, por ello, debemos tomar en consideración cómo hacerlo.
O. V.: Si no se garantiza esa accesibilidad, se crea una desigualdad de oportunidades para acceder al conocimiento, al entretenimiento... porque ahora prácticamente todo es digital.
E. O.: Sí, una de las cuestiones con la que siempre nos encontramos a la hora de hablar de accesibilidad es que la gente entiende la accesibilidad como una rampa, y las rampas son físicas. Cuando nosotros entramos en el mundo digital, también nos encontramos con una rampa digital, porque para acceder a una página web es necesario que tenga unos mecanismos que nos permitan acceder a la información que se nos presenta en un entorno digital.
O. V.: Por lo tanto, es especialmente importante prestar atención a esa accesibilidad, porque, si no, ahora, en el siglo XXI, dejamos a mucha gente al margen.
P. O.: La llamada brecha digital es muy importante porque, evidentemente, excluiremos a un gran número de personas si no tenemos en cuenta las necesidades que hay, que son muchas y muy diversas.
O. V.: En un mundo cada vez más digitalizado, la tecnología está presente en muchas de las acciones que realizamos en nuestro día a día. ¿Es posible ofrecer alternativas comunicativas para necesidades diversas?
E. O.: Sí, absolutamente. No solo es posible, sino que es indispensable. Muchas veces partimos de la base de que nuestras necesidades son las necesidades compartidas de todos, y eso no es así. Una cuestión en la que también estamos trabajando últimamente es el tema de hacerse mayor. Es una de las únicas maneras que hemos encontrado de transmitir la necesidad de la accesibilidad. Cuando nos hacemos mayores perdemos capacidades visuales, motoras, auditivas y cognitivas. Por lo tanto, debemos adaptar la información o el acceso a la información en todos esos diversos canales. Y es importantísimo ofrecer una alternativa comunicativa en función del tipo de información que se da. Por ejemplo, si tienes un producto audiovisual (vídeo y audio), lo que debes proporcionar es una audiodescripción (una descripción de elementos visuales) y unos subtítulos que den visualmente la información del contenido auditivo para que los pueda leer la audiencia.
O. V.: ¿Desde cuándo se está haciendo investigación sobre comunicación accesible?
P. O.: Empezamos en 2004, más o menos. Hace muchísimos años.
O. V.: Bernard, ¿la tecnología puede ser una buena aliada para garantizar la accesibilidad?
Bernard Tiika [en dagbani]: Existe tecnología para todas las situaciones, para ayudar en las interacciones humanas. Tenemos que pensar qué tecnología va bien en cada situación. Cada vez más, la tecnología es automática, prescinde de la intervención humana. Es posible que la solución tecnológica no sea tan buena como la humana, pero lo importante es que la tecnología automática sea una de las maneras de fomentar la interacción para todos.
O. V.: Habréis observado que no habla catalán. Si sabéis dagbani, seguro que lo habéis entendido. Bernard, ¿La inteligencia artificial está significando una mejora exponencial para la accesibilidad o puede contribuir a esa mejora?
B. T.: Hay varias maneras de desarrollar la inteligencia artificial. Me gusta mucho porque la podemos personalizar, aunque la inteligencia artificial siempre tiene un sesgo.
O. V.: Desde el 28 de junio de 2025, los productos y servicios digitales deben ser accesibles por ley. Es cuando entró en vigor la Ley 11/2023, que transpone el Acta Europea de Accesibilidad de 2019 sobre requisitos de accesibilidad de productos y servicios. ¿Cuáles son los productos que se deben adaptar?
E. O.: Sin rodeos, todos. Cualquier producto que tenga un contenido tecnológico o que sea tecnológico debe adaptarse. Es imprescindible, porque hay que garantizar que todo el mundo pueda acceder a esos productos.
P. O.: ¿Puedo intervenir un momento? Yo creo que lo que tenemos que hacer es que sea accesible desde el principio, para evitar esa adaptación. Perdona la interrupción...
E. O.: No, es cierto.
O. V.: Habéis dicho que hay que adaptar todo. Todo el mundo seguro que está pensando en pantallas, en teléfonos inteligentes, en libros electrónicos... Pero ¿los cajeros también?
P. O.: Por supuesto, los cajeros, las máquinas de vender billetes de los Ferrocarrils de la Generalitat... deben ser accesibles.
O. V.: Desde esa directiva de 2019 han pasado seis años. ¿Hay algún país de la Unión Europea o extracomunitario que sea un ejemplo a seguir? Hablamos primero de la Unión Europea, porque estamos hablando de esa directiva.
E. O.: Los países del norte de Europa son bastante buenos en esa transposición. Esto se debe a que normalmente los grupos de usuarios finales, los grupos de discapacitados, tienen mucha fuerza política. Por eso, siempre hay una tradición más de comunidad, de cuidar a la gente más vulnerable en los países del norte de Europa, más que en los del sur. En el sur siempre salimos adelante, no sé cómo, pero en el norte cuentan con el apoyo del Gobierno para ayudarles.
O. V.: Quizás aquí, ante la ausencia de ese apoyo gubernamental, está la solidaridad de la gente...
P. O.: Totalmente.
E. O.: Sí, está la solidaridad de la gente, pero también creo que es importante destacar que la accesibilidad, aparte de ser un derecho y un deber, también es un trabajo. Es decir, que debe haber una recompensa detrás. Es un modo de vida, hay gente que se gana la vida haciendo accesibilidad. Es un trabajo.
O. V.: Hay gente que la piensa, la diseña...
P. O.: Ahora estamos con la teoría de que la inteligencia artificial nos quitará trabajos y, curiosamente, yo creo que no es así. Nos quitará unos trabajos, pero nos traerá otros. Y precisamente la accesibilidad es un trabajo que en parte lo realizará la inteligencia artificial, pero es muy humano. Por ejemplo, pensando en el caso del traductor, que es lo que vemos en nuestra facultad... No sé qué trabajo tendrá el traductor en el futuro, pero hacer contenidos accesibles, supervisarlos, hacerlos humanos (the human in the loop, que se dice)... Eso lo hará un humano, y seremos nosotros.
O. V.: Y más allá de la Unión Europea y los países nórdicos, ¿hay algún otro país que sea puntero?
P. O.: Normalmente Inglaterra está muy a la cabeza, porque su lengua es el inglés y crean muchos contenidos audiovisuales. Y también porque sus asociaciones de usuarios finales son muy potentes. Irlanda normalmente también está muy al frente...
E. O.: Y Estados Unidos.
P. O.: El caso de Estados Unidos es interesante. En Estados Unidos tuvieron un problema con Netflix. A Netflix le pusieron una multa por este tema, creo que de cuatro millones de dólares, y tenía dos opciones: o pagaba los cuatro millones de dólares o hacía todo su contenido accesible. Evidentemente, Netflix hizo todo su contenido accesible, y desde entonces no compra ningún contenido que no lo sea.
O. V.: ¿Y han hecho lo mismo el resto de plataformas?
P. O.: Sí, poco a poco, pero la respuesta es que sí. Ahora, lo interesante es ver en quién recae la responsabilidad de hacer los contenidos accesibles. Evidentemente, si eran las televisiones, estas debían hacerse cargo económicamente de hacer los contenidos accesibles. Pero si la televisión no compra nada que no sea accesible se ahorra mucho dinero. Es muy interesante porque se están cambiando los flujos de trabajo para ver quién es el responsable, y al final lo será el creador. No sé cuándo llegaremos, pero serán los creadores y las facultades, como la Facultad de Ciencias de la Comunicación, quienes tendrán que aprender a hacer los contenidos accesibles.
O. V.: ¿Qué hay que tener en cuenta para que los productos y los servicios tecnológicos sean accesibles para todo el mundo?
E. O.: Básicamente, hay que tener en cuenta para qué persona se está diseñando el producto. Es decir, hay que tener en cuenta quién es el usuario final. No desde una perspectiva capacitadora o pensando en que la persona es capaz de todo, sino desde la perspectiva de que la persona tiene diversas necesidades. Por lo tanto, se deben tener en cuenta esas cuestiones. Desde el grupo de investigación participamos en varios proyectos tecnológicos en los que siempre ponemos la capa de accesibilidad. También hacemos formación en la Escuela de Ingeniería de la UAB, donde se desarrollan tecnologías, se codifica... Como decíamos, detrás de todo esto debe haber una persona. Por lo tanto, hay que pensar en la persona que hay detrás, el factor humano o the human factor.
O. V.: Y una persona puede ser muy diversa. Por lo tanto, lo más importante es esa sensibilidad, la formación de toda aquella gente que está pensando, diseñando y creando.
E. O.: Sí. Por un lado, está todo el tema de la sensibilización, y, por el otro, también están los estándares. Las leyes son las que te dicen qué tienes que hacer, y los estándares son los que te indican cómo lo tienes que hacer y te dan las directrices. Por eso es tan importante que no solo haya leyes, sino también unos estándares que te den unas guías de cómo se puede hacer gradualmente esa transposición.
P. O.: Esto es muy interesante, porque normalmente pensamos que en las facultades de letras no hacemos nada, pero es muy curioso porque en el caso de la accesibilidad, nosotros, como grupo de investigación, aportamos todo lo que estamos aprendiendo, todos los datos que extraemos de la investigación, y los llevamos a estandarizar. Por lo tanto, las estandarizaciones, las recomendaciones de accesibilidad, salen de las universidades, como, por ejemplo, la Universitat Autònoma de Barcelona.
O. V.: Más allá de esos estándares y de esa legislación, también es necesario que haya unos espacios para que los usuarios que se encuentran con esas barreras puedan ponerlas de manifiesto. Y es necesario que sea sencillo, que no sea una especie de laberinto del que no saben cómo salir o al que ni siquiera se planteen entrar porque saben que es agotador.
E. O.: De hecho, en la transposición de la directiva europea sobre la accesibilidad de los sitios webs, uno de los requerimientos es que cualquier persona que tenga una página web incluya una declaración de accesibilidad o accessibility statement, que indique la conformidad de accesibilidad de la página web y en la que conste un contacto para que cualquier usuario que se encuentre con una barrera en la web la pueda comunicar. Y entonces se tendrán que hacer los ajustes pertinentes. La accesibilidad debe pensarse desde cero y hay que ir revisándola. No la haces una vez y ya está, no. Es constante. Cada vez que subes un contenido, debes hacerlo accesible. Y cada contenido es nuevo. Por lo tanto, cada vez debes tenerlo en cuenta.
O. V.: Y supongo que, a medida que la tecnología avanza, también deben surgir nuevos retos. Hace quince años no nos planteábamos realidades inmersivas y ahora es un mundo nuevo.
P. O.: Totalmente. Cada vez que la tecnología da un paso adelante, rápidamente tenemos que ir mejorando la accesibilidad. Lo que está bien de la tecnología es que también nos ayuda mucho. Todo el tema de la inteligencia artificial es fantástico, da una cantidad de oportunidades bestial que compensan, de alguna manera, la cantidad de contenidos audiovisuales que tenemos. Es increíble. Por lo tanto, sin la inteligencia artificial sería imposible hacer todos los contenidos accesibles. Así que, por un lado, pone limitaciones, pero, por el otro, nos ofrece unas oportunidades espectaculares.
O. V.: Pilar Orero, catedrática del Departamento de Traducción y de Interpretación y de Estudios de Asia Oriental de la UAB; Estel·la Oncins, doctora en Accesibilidad Ambiental e investigadora principal del grupo de investigación TransMedia Catalonia de la UAB, y Bernard Tiika, doctor de la Universidad de Desarrollo de Estudios de Tamale, en Ghana, gracias por haber subido al Vagón de la Ciencia. Y tú, si quieres saber más, escucha otro capítulo.
Investigadores
Pilar Orero
Catedrática del Departamento de Traducción y de Interpretación y de Estudios de Asia Oriental de la UAB.
Es miembro del grupo de investigación TransMedia Catalonia y hace años que su investigación se centra en la accesibilidad y en la interacción del ser humano con las tecnologías. Además, tiene un perfil muy activo en estandarización y participa en el Intersector Rapporteur Group Audiovisual Media Accessibility (IRG-AVA) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de la ONU. Desde 2019 trabaja en la interacción del ser humano en mundos virtuales con la ayuda de la inteligencia artificial, con proyectos como ImAc, TRACTION, MEDIAVERSE, MILE y GreenScent.
En el marco de la UIT, colideró el Grupo de Estudio de Accesibilidad e Inclusión Digital del Metaverse Focus Group y actualmente lidera el Grupo de Inclusión Digital y Accesibilidad del Virtual Worlds.
Los proyectos financiados por la Comisión Europea en los que trabaja actualmente son MOSAIC, ALFIE y SPICE.
Se puede encontrar la producción científica de Pilar Orero en el Portal de Investigación de la UAB.
Estel·la Oncins
Doctora en Accesibilidad e Inteligencia Ambiental por la UAB. Cuenta con una amplia experiencia en la prestación de servicios de accesibilidad para eventos en directo como traductora, subtituladora y sobretituladora para diferentes cadenas de televisión y conferencias españolas, y también como audiodescriptora para el Gran Teatre del Liceu.
Sus áreas de investigación son la traducción audiovisual, la accesibilidad digital y de los medios de comunicación, y la industria creativa.
Actualmente, participa en el Grupo de Trabajo de Educación y Divulgación (EOWG) del World Wide Web Consortium (W3C). También ha participado en los proyectos LiveTextAcces (LTA) de ERASMUS+ (2018-2021) e IMPACT (2019-2022), así como en los proyectos de Horizonte 2020 HELIOS (2018-2021) y TRACTION (2020-2023).
Se puede encontrar la producción científica de Estel·la Oncins en el Portal de Investigación de la UAB.
Bernard John Tiika
Profesor de la Universidad de Estudios de Desarrollo (UDS) de Tamale, en Ghana. Tiene un doctorado en Ciencias de la Gestión e Ingeniería por la Universidad de Ciencia Electrónica y Tecnología de China (UESTC) y su investigación se centra en la gobernanza electrónica, la tecnología digital y la adopción de la inteligencia artificial.
Tiika participa activamente en varios proyectos de investigación que exploran la inclusión digital y la adopción de tecnología entre las comunidades rurales de Ghana, con la finalidad de promover el acceso equitativo a las oportunidades digitales y el desarrollo sostenible.
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