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"Sin un posicionamiento de marca, estás condenado a apostar por calidad o precio"

Victor Puig
Victor Puig

Entrevista a Víctor Puig, Ciencias de la Información UAB ’95 y Máster Europeo en Comunicación Interactiva UAB ’98. Es director general y fundador de la agencia de comunicación y marketing digital Zinkdo. Hace más de 25 años que se dedica al mundo digital, ha sido profesor asociado en diferentes universidades y recientemente, fue el conductor de la primera edición del evento TEDxUABarcelona.

30/06/2022

Hablamos de su trayectoria y del momento actual de Zinkdo. La empresa está en un momento de crecimiento muy importante, hace unas semanas que se ha fusionado con Adsmurai, una agencia especializada en automatización y optimización de campañas de Paid Media, y tiene el reto de multiplicar por cinco su volumen en cuatro años.

¿Por qué decidiste estudiar Ciencias de la Información a la UAB?

Es curioso porque estudié el bachillerato de Ciencias y quería estudiar Biología, concretamente Genética, pero los profesores del instituto me convencieron con dos argumentos; si tenía que estudiar y trabajar a la vez, sería muy complicado ser un biólogo de primera línea, y por otro lado, tenía la capacidad de explicarme bien y la gente me hacía caso. Me dijeron que podría ser un muy buen periodista, y especializarme en periodismo científico, si quería. El mundo de la comunicación siempre me ha interesado mucho, he escrito ficción y poesía desde joven, así que cambié mi vocación.

¿Cómo fue la experiencia a la UAB?

Disfruté mucho de la Facultad, aprendí mucho. Pero tengo algún recuerdo duro, mi vida era caótica, trabajaba por la mañana, por la tarde iba a la Facultad y por la noche colaboraba con revistas, dormía muy pocas horas. Acababa de trabajar a la hora que empezaba la primera clase. Me hubiera gustado disfrutar más de las fiestas, del campus, vivir más la vida universitaria.

Cuando acabaste la carrera, ¿cuáles fueron tus primeros pasos profesionales?

Analicé cuales eran mis puntos fuertes respecto a los otros. Y eran solo dos, la curiosidad por el entorno científico-técnico y el hecho que hablaba inglés. A través de un compañero periodista empecé a descubrir el abecé de internet: los chats, las listas de correo electrónico, la primera versión web y pensé que era maravilloso, porque hablando inglés y sabiendo de ciencia, podía buscar documentación de todo el mundo desde casa. Y también me interesó mucho como me podía ayudar a hacer periodismo. Para profundizar, hice un posgrado sobre cómo hacer diarios digitales, y después el máster europeo en Comunicación Interactiva y Comunicación Multimedia en la UAB. En el posgrado estuve en contacto con Vicent Partal, ahora editor de VilaWeb, que en aquel momento estaba en el consejo de redacción de la revista Web del grupo Godó, de las primeras publicaciones que se hacía en la Estado Español sobre Internet. El director de esta revista estaba buscando periodistas y entré, primero como colaborador y después como coordinador de redacción, estuve unos dos o tres años.

Era un momento álgido para internet.

Sí, en 1998/99, era el momento del boom de las empresas de Internet en España. No existía una categoría profesional que hiciera contenidos para Internet, las empresas buscaban gente que tuviera una mínima idea de comunicación digital y teníamos buenas ofertas. Tuve la suerte que me fichara Retevisión España como director de contenidos, porque estaban montando un portal del estilo de Tierra o la primera versión de Yahoo!, que se decía Excito. Esto me dio la oportunidad de estar un par o tres de semanas en Silicon Valley. En vez de escribir sobre Internet, ahora era parte de Internet.

¿A partir de este momento, como evoluciona tu trayectoria?

Estaba trabajando en el proyecto Excito y, por razones comerciales, la empresa decidió irse en Madrid, pero a mí no me iba bien trasladarme, y entré en Bertelsman En línea. Se supone que tenía que ser el boom del comercio electrónico y mi posición era cubrir toda la parte de música en un momento donde la música vendía en CDs. Tuve que convencer a muchas discográficas para que nos cedieran bases de datos, información, carátulas, derechos de imagen para poder montar toda la división de comercio de música. Después de un año, fue el pinchazo de la burbuja digital y la empresa decidió abandonar el proyecto de la venta en línea. En aquel momento, llega a España MTV, que estaba preparando su entrada en el mundo digital español, y entré a trabajar y esta vez sí que decidí ir a Madrid. Este fue un punto de inflexión muy interesante, empecé como responsable digital, tanto de la web como Mobile: los ringtones, los sms… Me marché hacia Madrid por uno o dos años y me quedé casi ocho, primero en MTV y después también en Nickelodeon, Paramount por España y por Portugal. He disfrutado de una trayectoria muy interesante y divertida, donde había música y comedia.

¿De qué proyecto de aquella época te sientes especialmente orgulloso?

De la primera versión de Mtv.es. La conseguimos hacer en poco más de dos meses y era muy completa, partimos de 0 con un equipo pequeño y trabajamos muchísimo, pero salió muy bien y desde Internacional nos felicitaron. De hecho, fuimos mejorando la web y ganamos algunos premios a mejor web cultural, web de entretenimiento. Conte con profesionales muy buenos haciendo su trabajo y fue el primer encargo en el que yo tenía que crear desde cero, dirigiendo todos los detalles del proyecto y cumplimos los objetivos.

Después de estos ocho años en Madrid, decides volver a Barcelona.

Sí, hicimos una lista de cosas que quería hacer en Madrid antes de volver a Barcelona: una de estas cosas era ir a Pasapalabra. Lo conseguí y, además, gané. El concurso ha cambiado muchísimo, en aquel momento no era tan complicado, debías tener sangre fría, memoria y suerte. Ahora crean personajes televisivos que están allá meses. Ganar el concurso, me permitió estar tranquilo económicamente durante un tiempo, pacté mi salida de MTV para volverme en Barcelona e hice la vuelta al mundo.

¿Qué haces una vez llegas a Barcelona?

La proveedora que yo tenía en MTV, Overalia, estaba planteándose abrir delegación en Barcelona. Trabajaba para ellos con la idea que harían una delegación en Barcelona y yo la dirigiría, pero al final no se decidieron a crear la oficina. Durante el par de años trabajando con ellos, me di cuenta de que los clientes me pedían estrategia y contenidos y lo que Overalia vendía era un apoyo más técnico. Así que fue una evolución muy natural, me acabé estableciendo como consultor independiente y esto evolucionó tanto que llegó un punto que trabajaba 12/14 horas diarias de lunes a domingo, necesitaba manos y otras ideas, y así nació Zinkdo en 2013 con el último dinero que me quedaban de Pasapalabra.

¿Cómo ha ido evolucionado Zinkdo?

La filosofía del trabajo de Zinkdo no ha cambiado, hacemos lo que queríamos hacer. Hacemos la parte del “think”, que son estrategias muy ágiles, muy implementables, muy aterrizadas a la realidad de los proyectos. Y dónde quizás ha habido más evolución ha sido en el “do”, en la ejecución de las estrategias para medir después los resultados, porque hemos ido ampliando servicios, en vez de especializarnos o reducirlos. Por ejemplo, al principio no hacíamos posicionamiento orgánico en buscadores, y después hemos visto que si hacemos contenidos, tenemos que hacerlos optimizados para buscadores y por tanto, nos hemos ido adentrando cada vez más en el SEO. Al principio, tampoco hacíamos campañas publicitarias, y después vimos que era necesario para hacer una buena estrategia en redes sociales. El mercado, la evolución del entorno digital y de la madurez de digitalización de nuestros clientes, nos ha llevado a ir ofreciendo cada vez más servicios, cada vez nos hacen falta más herramientas para poder ofrecer un servicio más completo y potente. Hemos ido creciendo y evolucionando, y apenas hace dos semanas que hemos cerrado un acuerdo, nos fusionamos con Adsmurai, una empresa mucho más grande especializada en social media ads. Sus clientes estaban pidiendo lo que nosotros hacemos: estrategia, contenido orgánico, diagnósticos de marca, y ahora hemos unido fuerzas y somos parte de Adsmurai como una unidad de negocio independiente.

Llevas más de 25 años dedicado al mundo de Internet y digital, como ha evolucionado?

Generalizando mucho, a mediados de los 90, muchas empresas tenían curiosidad para ver qué presencia debían tener en Internet y eran víctimas de las modas. Había esta tendencia de no dejar de perder oportunidades sin entender muy bien qué significaba la oportunidad. Esto ha evolucionado mucho y las empresas han visto que cada vez hay que invertir más esfuerzo o más dinero en este entorno digital y que el retorno no siempre es justificable. Hemos pasado de “tengo que estar” a “cómo monetizo o como obtengo un rendimiento económico de esta presencia”, como mi modelo de negocio tiene que crecer usando estas herramientas. Además, desde los 90 hasta ahora, estas herramientas se han multiplicado y, por lo tanto, la duda vuelve a ser un poco la inicial: ¿debo estar? ¿Mi empresa tiene que estar en tik tok, por ejemplo? Estamos en este bucle, pasamos de las modas a la necesidad, de las necesidades a las modas…

Y este es justamente el valor que aportáis desde Zinkdo. Cuando una empresa os presenta el proyecto y lo que quieren obtener, proponéis una estrategia digital según sus objetivos.

Correcto. Cuando un cliente nos pide rendimiento económico, la estrategia está enfocada a una serie de ventas, pero a veces un cliente nos pide que su marca este posicionada de una determinada manera o que un público objetivo lo entienda de una manera determinada y aquí es donde entra toda la parte de los contenidos, que es lo que hemos trabajado desde el principio. Sin un posicionamiento de marca, estás condenado a apostar solo por calidad o por precio, y si apuestas por precio, acabas perdiendo, porque siempre habrá alguien que lo podrá hacer más barato. La idea es con qué relato, con qué contenidos, con qué formato y con qué plataforma tengo que dar este argumentario porque el público lo entienda de forma que mi marca gane valor. Y es esto lo que intentamos.

¿Cuáles son tus retos profesionales y personales de futuro? 

Van mucho de la mano. El reto que tenemos por delante es muy importante e interesante. Hasta ahora, en estos nueve años, hemos ido creciendo de manera orgánica. Ahora no, la inyección de recursos que supone Adsmurai nos obliga a multiplicar por 5 en cuatro años. Ahora mismo somos 13 personas en el equipo y tenemos que ser 50 y tenemos que multiplicar también la facturación. Y esto son muchos retos, no solo de captación de nuevos clientes, sino también de gestión de equipos más grandes, y de cambios en las dinámicas de trabajo interno porque esto sea escalable. A nivel personal, es también un reto muy interesante, porque quiere decir que me tengo que focalizar mucho más en el negocio, en la parte empresarial y desvincularme del día a día de cada proyecto, y, además, paso a ser vicepresidente de Adsmurai. Esto me dará la oportunidad de participar en un proyecto mucho más grande con posibilidades enormes, no solo en el mercado español, sino en el mercado latinoamericano, en oriente medio y a otros lugares donde se están planteando tener presencia.

Has sido el presentador de la primera edición del TEDxUABarcelona. ¿Cómo lo viviste?

Estoy muy agradecido, fue muy emocionante, he tenido el privilegio de poder disfrutar de esta experiencia, de conocer unos ponentes fantásticos con unas propuestas que son maravillosas y muy generosas. Yo me lo paso bien cuando subo a un escenario y lo hago siempre que tengo la oportunidad y si, además, es en el contexto de la universidad en la cual me formé, qué más puedo pedir.