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23/09/2015

Respuestas digestiva, cognitiva y hedónica a la comida

hedonisme menjar
El objetivo de esta investigación fue demostrar que la ingesta de comida tiene, además de respuestas digestiva y cognitiva, un componente hedónico. Para ello se realizó un estudio con 42 individuos sanos, a quienes se midió la respuesta a la ingesta de 240 ml de caldo o bien de agua. Los resultados mostraron que ambas ingestas indujeron una sensación de saciedad y plenitud, pero sólo el caldo provocó una sensación de satisfacción y bienestar digestivo, mientras que en el caso del agua se produjo una connotación desagradable.

Autor: iStockphoto/akasya_basim.

Cuando el aparato digestivo no funciona bien, puede inducir síntomas, es decir percepción de sensaciones aversivas. Nuestra hipótesis fue que el aparato digestivo también puede originar sensaciones placenteras y nuestro objetivo fue demostrar el componente hedónico de la respuesta a la ingesta.
 
Se realizó un estudio en sujetos sanos, en el que se midieron las respuestas digestiva (la relajación del estómago), cognitiva (percepción de sensaciones tipo saciedad y plenitud) y hedónica (sensación de bienestar digestivo) inducidas por una comida de prueba de 240 ml (un caldo de 12 kcal o bien agua como control inerte) ingerida a una temperatura y ritmo controlados. Se realizó una serie de experimentos en condiciones normales y otra serie produciendo síntomas de forma experimental mediante una distorsión de la función digestiva.

 
Figura 1. La ingestión de una comida induce una respuesta digestiva, así como percepción de sensaciones tipo saciedad/plenitud. Estas sensaciones tienen una dimensión hedónica y dependiendo de las características de la comida y de la respuesta digestiva, pueden resultar placenteras (bienestar digestivo) o  desagradables.  
   
La ingestión de la comida indujo en condiciones normales una respuesta digestiva apropiada (relajación del estómago) y una sensación de saciedad que fue satisfactoria y se acompañó de sensación de bienestar digestivo. La comida inerte también indujo sensación de saciedad y plenitud, pero en este caso con una connotación desagradable no acompañada de bienestar digestivo. Los síntomas inducidos en forma experimental mejoraron con la ingesta de la comida real, pero no con la comida inerte control.
 
En conclusión, en condiciones normales, cuando la respuesta digestiva es adecuada, la comida puede inducir saciedad, satisfacción y sensaciones placenteras; además la comida puede mejorar la percepción de síntomas cuando existe una alteración de la función digestiva.
 

Fernando Azpiroz

Referencias

Malagelada, C.; Accarino, A.; Molne, L.; Mendez, S.; Campos, E.; Gonzalez, A.; Malagelada, J. R.; Azpiroz, F. Digestive, cognitive and hedonic responses to a meal. Neurogastroenterology & Motility. 2015, vol. 27, num. 3, p. 389-396. doi: 10.1111/nmo.12506.

 
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