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03/2014

Estudio de las disciplinas de pronóstico en la Edad Media

Durante la Edad Media, diversas disciplinas como la adivinación, la astrología, la medicina y la meteorología contenían elementos de pronóstico. Pero así como estas dos últimas se acabaron estableciendo como ciencias, la adivinación y la astrología han quedado fuera del sistema científico occidental. Un estudio analiza de manera comparativa el desarrollo de estas disciplinas en la época medieval y muestra que la medicina y la meteorología elaboran un nuevo concepto de pronóstico.

Además de las artes adivinatorias y de la astrología, una serie de disciplinas medievales contenía elementos de pronóstico, como la medicina y la meteorología.

Al igual que la adivinación y la astrología, la medicina y la meteorología se refieren a la predicción de eventos futuros: el desarrollo de una enfermedad, los cambios del clima -sobre todo en la medida en que afectaban a la agricultura-, etc. Mientras que la medicina, la meteorología, así como otras disciplinas de pronóstico, finalmente se establecieron como ciencias, la legitimidad y la eficacia de las disciplinas de adivinación y de la astrología permanecieron durante siglos objeto de debates polémicos. Este desarrollo llevó en última instancia a su exclusión del ordo scientiarum occidental.

Mientras que hay una serie de explicaciones para este proceso, los estudiosos de la historia intelectual han tendido a centrarse exclusivamente en sus aspectos morales, jurídicos y teológicos. Este trabajo adopta una nueva perspectiva y analiza el estatuto epistemológico de las artes adivinatorias y de la astrología en el contexto general del pronóstico científico en la Edad Media. Así pues, explora, de manera comparativa, cómo las diferentes disciplinas de pronóstico se desarrollaron dentro del sistema medieval de las ciencias de acuerdo con su propia lógica interna.

En un primer paso se muestra cómo en el siglo XII las disciplinas de pronóstico se contaban entre las ciencias tópicas que, a diferencia de las ciencias demostrativas, sólo permiten llegar a un conocimiento probable, y no necesario. En el siglo XIII, en cambio, se establecieron como un grupo distinto tanto de las ciencias tópicas como de las demostrativas, a saber, como "artes coniecturales" - un término que proviene de la tradición médica.
 
Como explica Alberto Magno (ca. 1206-1280), es propio de las disciplinas conjeturales, que incluyen tanto la adivinación como la medicina, etc., no fundarse en causas, tal y como lo hacen las ciencias de la tradición aristotélica, sino en signos. Pese a que desde esta perspectiva las disciplinas de pronóstico aparecían todas como ciencias semiológicas, es decir, ciencias que se basan en la interpretación de signos, su desarrollo ulterior presenta diferencias destacables.
 
Así, el análisis muestra que la medicina y la meteorología elaboran un nuevo concepto de pronóstico que los distingue de las artes adivinatorias y de la astrología: contraponen al modelo tradicional de previsión global un modelo secuencial que opera una integración de la probabilidad condicional de los acontecimientos esperados, lo que permite la opción de falsificar o al menos de revisar y adaptar un pronóstico. Es pues en la Edad Media donde encontramos los fundamentos epistemológicos del pronóstico científico.

Alexander Fidora

Referencias

Fidora, Alexander. Divination and Scientific Prediction: The Epistemology of Prognostic Sciences in Medieval Europe. Early Science and Medicine 18(6): 517-535. 2013.

 
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