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Hay palabras que, en un momento determinado, emergen como catalizadoras de una serie de ideas que anteriormente habían tenido otros sentidos. Entre ellas está “diseño”, que ha salido del nicho en el que había permanecido durante décadas, por no decir siglos, ligado al arte y aplicado a entornos de nuestra vida cotidiana. Actualmente, la idea de diseño ha llegado a la epistemología, un campo que busca los fundamentos racionales de nuestras creencias.

El objetivo que me propongo es explorar hasta qué punto la Epistemología de Diseño puede ser un marco metodológico para la investigación en el campo de la salud pública y en el conjunto de las ciencias aplicadas, que Herbert Simon en The science of the artificial (1969) denomina “ciencias de diseño”, en el sentido de disciplinas que no solo describen el mundo natural y social sino que pretenden transformarlo.

Para ello analizo las diversas aproximaciones a la Epistemología de Diseño que van más allá de la búsqueda de la verdad y que se adentran en la aplicación de los conocimientos científicos a la solución de los problemas de nuestra sociedad. A partir de aquí, me planteo dónde situar la salud pública en el campo de las ciencias, indicando aquellas disciplinas implicadas en su investigación que abarcan desde las ciencias biomédicas a la sociología y la demografía. Esto me lleva a considerar que la Epistemología de Diseño  puede aportar propuestas y soluciones a los retos que tiene planteados en la actualidad un fenómeno tan complejo como es la salud pública. 

No cabe duda de que es un tema que constituye uno de los principales retos de nuestra sociedad , puesto que en ello está en juego buena parte del bienestar de la humanidad. Por un lado, las consecuencias sobre las personas son múltiples y, por otro, los factores que intervienen y de los que depende son diversos por lo que también lo son las disciplinas implicadas en su investigación. La primera consecuencia es la necesidad de una aproximación interdisciplinar, tanto a nivel de conocimientos como de métodos. 

La epistemología clásica se ha centrado en lo que se ha venido llamando la “ciencia pura” pero la investigación en salud pública descansa tanto en las ciencias biomédicas como en conocimientos sobre el contexto en el que se desenvuelve cualquier sociedad. En este sentido, se necesita también la implicación de la sociología, la demografía, la política y la ética. A partir de aquí podemos concluir que la ciencia aplicada es crucial para abordar y dar soluciones a los problemas planteados en este campo. 

Tomando en consideración, por un lado, las especiales características de la salud pública y las diversas perspectivas desde las que puede abordarse, y por otro, las carencias de la epistemología clásica o analítica, la epistemología de diseño y todo lo que gira en torno a ella como “design thinking”, “design theory” y “designerly ways of knowing”, constituyen un marco adecuado para abordar su investigación, proporcionando instrumentos metodológicos que aportan soluciones a los problemas que la sociedad tiene planteados en este ámbito.