Transferencia del conocimiento

Historias

Los testigos son la fuente de información más valiosa que tenemos sobre el éxito de nuestras intervenciones. A continuación os mostramos tres historias o casos de éxito relacionados con nuestro trabajo:

Esta comadrona reconoce que a lo largo de los 12 años que lleva trabajando, todas las mujeres que ha visitado procedentes de países de África subsahariana, tienen practicada la MGF: “Todas, o sea ahora habrá otra generación de estas mujeres que han tenido esas hijas que a lo mejor ahora tengan, no sé, 9 o 10 años, que estas niñas no están mutiladas. Pero todas las mujeres que yo he visitado, tienen practicada la mutilación y en diferentes grados”.

Esta experiencia le ha permitido crear vínculos de confianza con las mujeres a las que atiende, por lo que considera que es más fácil abordar el tema con las comadronas que, según comentaba, muestran una actitud un poco más abierta hacia la diversidad cultural, que otros profesionales de la salud que en ocasiones muestran una actitud más cerrada “[Hablando del abordaje de la MGF] si en algún momento ella lo quiere hablar o lo quiere tal, que tiene que venir por nosotras, por las comadronas, eso sí que lo dejamos muy claro. Para dejar un poco, pues eso, el circuito, un poquito que sepa que puede acudir”.

Esta diferencia de posturas en cuanto a la facilidad de tratar ciertos temas sobre los colectivos migrantes, le ha llevado a detectar que muchos de los profesionales de la salud tienen prejuicios hacia la práctica y muchos culpabilizan a las mujeres. Para revertir esta situación ella reivindica la necesidad de realizar formaciones de forma sistemática y en profundidad a todos los profesionales. “Hay mucha penalización y hay mucha estigmatización porque no entienden, o sea el desconocimiento de la cultura de los otros es lo que provoca esta ignorancia de los demás, es lo que provoca culpar a la mujer, cuando realmente es el sistema”.

A raíz de un viaje que realizó a Gambia para ver a su familia, se interesó por el tema de la MGF y terminó haciendo su Trabajo de Fin de Grado sobre ello. Esto ocurrió cuando mutilaron a la hija de una amiga suya: “cuando fui a Gambia y mi amiga me comentó esto y luego después de la mutilación estuve con la niña y vi que la niña realmente estaba mal, que estaba llorando, que no tenía medicación… Me tuvo que pedir que… que haber si tenía algo para la enfermedad, porque tenía fiebre y demás… Fue como “wow, wow, wow… ¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando?”.

Desde su punto de vista, la práctica se está abandonando lentamente por parte de las familias migrantes residentes en España, como por ejemplo en su caso, en el cual ni ella ni sus hermanas están mutiladas. Resalta la falta de prevención en los servicios de salud, destacando el hecho de que ningún profesional ha tratado nunca este tema con ella ni con su madre, a pesar que proceden de un país con una tasa muy elevada de realización de MGF.

Por otra parte, explica que en Gambia la práctica aún está muy enraizada. Personalmente opina que se ha de romper con el tabú que hay respecto a este tema, para así poder hablar con normalidad en la consulta, aunque algunas familias se muestren un poco reticentes. Aplicándolo a su experiencia personal, reconoce que ha intentado hablar con su madre del tema, pero su actitud fue cerrada y no quiso forzar más la situación.  

En el caso de esta mujer, explica que ningún profesional de la salud le ha hablado nunca sobre la MGF, y que a pesar de tenerla realizada tampoco se la han sabido detectar, comenta que no está segura de que su matrona sepa si la tiene practicada o no: "No lo sé. Porque ella siempre me revisa pero no me ha preguntado nada de eso".

Argumenta que es un tema del que está convencida que se debería dar más información en los Servicios de salud. Nunca ha hablado del tema con ninguna de sus conocidas procedentes de países donde se realiza la práctica que residen en España, a pesar de que sabe que ellas también han pasado por la MGF; por lo que la posibilidad de que ellas contasen con la misma información que ella posee sobre las consecuencias de la MGF y recibida a través de los profesionales de salud, podría abrir un diálogo.

La única persona con la que sí había hablado sobre el tema fue con su marido, ya que surgió un interés por conocer lo que era la MGF y por qué ella la tenía realizada. Con esto pudo contar que se trata de una práctica relacionada con su país de origen y en la cual ella no tuvo oportunidad de decidir al habérselo practicado de muy pequeña: "Él me preguntó que por qué hacemos esta mutilación genital femenina. Y yo le he explicado que es la cultura de allí. Pero a mí me lo hicieron cuando era muy pequeña y no pude decidir "Yo quiero esto o no quiero esto". Era muy, muy pequeña. Y así le expliqué a él”.

Este trabajador de 65 años es village health worker (VHW) en Gambia desde hace cuatro años, ha recibido formación del ministerio de salud y participa programas basados ​​en el cuidado de la salud en su comunidad.

Según él, nunca había recibido formación sobre MGF antes de su primera formación con WGK en febrero de 2020. Cree que la práctica de la MGF se está reduciendo ya que no ha oído de ningún caso a lo largo de los últimos tres años. A pesar de que la comunidad es una comunidad Mandinga (el grupo étnico practicante más grande), la práctica ha desaparecido prácticamente, “tal vez son conscientes de las complicaciones que causa la práctica para la salud”, dijo.

Está a favor de la ley que prohíbe la MGF, dijo: "Apoyo la ley que prohíbe la práctica de la MGF porque creo que tiene complicaciones, por lo que debería detenerse". Cree que los hombres tienen un papel que desempeñar en la toma de decisiones.

Este hombre de 59 años pertenece a la tribu Bambara, que también es conocida por la práctica profundamente arraigada de la MGF. Además también, es miembro del Comité de Desarrollo de su Aldea y también del Grupo de Apoyo de la Aldea desde hace 7 años.

Comenta que apoya plenamente la realización de la MGF, ya que es una vieja tradición y cree que es parte de la religión para él. "Sí, el profeta aconsejó que tanto hombres como mujeres se sometieran a la circuncisión". Fue lo que dijo cuando se le preguntó si la MGF era obligatoria por el Islam. Cree que es una buena práctica y que no perjudica la salud de la mujer. Dijo: “Dijeron que no es bueno y que también le hace daño a una mujer, pero no nos dijeron cómo le hace daño a una mujer. Y hemos estado con nuestras mujeres y otras mujeres, pero nunca hemos visto ningún problema relacionado con la práctica de la MGF ". Cree que, si una mujer no ha pasado por la MGF, es difícil satisfacerla sexualmente, por lo que realizar la práctica reducirá la promiscuidad entre las mujeres.

Argumenta que está totalmente en contra de la ley y cree que antes de la prohibición de la práctica, debería haber sensibilizaciones, ya que la ley está tratando de imponer cosas en contra de sus tradiciones. Cuando se le preguntó si apoyaba la ley, esto fue lo que dijo: “No, yo no apoyé la ley y nunca la apoyaré porque tengo una visión diferente de la ley con respecto a la práctica de la MGF, la ley dice que es mala y yo creo que es buena". Y agregó que no aceptará ningún rito de iniciación alternativo que no implique el corte. “Nunca se puede hacer una ceremonia para alguien que no está cortado. Eso es un desperdicio de recursos”.

"Esta formación es buena. A mí, realmente, me ha cambiado la vida porque antes tenía un concepto de la Mutilación Genital Femenina (MGF) diferente. Antes, cuando oía a alguien decir que la MGF no era buena, les decía que no sabían de lo que hablaban porque es nuestra cultura y encontramos a nuestra gente haciéndolo. Solía enfrentarme a esas personas y decirles que la práctica era buena. Sin embargo, más tarde, cuando Wassu Gambia Kafo vino a formarnos, supe que el concepto que tenía sobre la MGF no coincide con lo que está ocurriendo. Lo que he aprendido aquí ha cambiado mi vida porque yo fui víctima, como conté aquí en la clase. Fui circuncidada cuando tenía nueve años, por aquel entonces estaba en segundo curso, pero cuando me llevaron no me informaron. En la mañana me dijeron "te vamos a dar plátanos, hoy tendrás muchos plátanos". Así que estaba feliz, le dije a mis amigas que íbamos a comer muchos plátanos. Luego fuimos y me encontré en una situación crítica en la que sufrí mucho. Fue horrible para mí porque la hemorragia de la que han hablado aquí... aquel día yo sangré, sangré muchísimo. Intentaron ayudarme a controlar la hemorragia, pero realmente fue un mal día para mí. Esta formación me ha cambiado mucho, he aprendido mucho de estas complicaciones.

Como soy enfermera comunitaria y estoy próxima a la comunidad, ahora lo que planeo hacer es, cuando vuelva, intentaré sensibilizar a mi gente, especialmente a mis comadronas tradicionales y a los trabajadores sanitarios de los pueblos. Les sensibilizaré a ellos y a las personas influyentes en los poblados. Les hablaré y explicaré el impacto negativo de la MGF.

Me siento muy orgullosa de Wassu Gambia Kafo, porque estáis ayudando a la nación. No estáis ayudando al profesional sanitario de manera individual, sino a la nación, porque formando personal sanitario estáis formando a la nación entera. Nosotros, los profesionales de la salud, somos quienes trabajamos con la comunidad, así que si nos formáis podemos ir a las comunidades, expresarnos y devolver esta información. Estoy contenta porque estáis cambiando nuestras vidas. Lo que pensábamos antes y lo que estamos viendo ahora, es diferente. Así que definitivamente, Wassu Gambia Kafo, muchas gracias a vosotros."

"Esta reunión sobre Mutilación Genital Femenina (MGF) me agrada mucho. Debemos analizarla críticamente y escuchar atentamente vuestros consejos para prevenir sus complicaciones. Yo soy un vivo testigo de ellas, de mi propia hija tras ser circuncidada. Ella estuvo dos días sin orinar y mi mujer y yo la forzábamos a que orinase abriendo sus piernas, pero ella las cerraba por miedo al dolor. Si veis que pasa todo esto es por ignorancia sobre las consecuencias de la MGF y hoy habéis venido a aclararlas. Ahora nos damos cuenta de que lo que solíamos hacer y practicar como parte de nuestra cultura, tiene consecuencias. Entonces deberíamos parar la práctica.

Antes no conocía las consecuencias pero ahora sí y seré el primero entre aquellos cuyas hijas no serán circuncidadas porque ya he visto las consecuencias. Prevenir es mejor que curar, deberíamos promover el diálogo porque nosotros, Alkhalos, siempre asistimos a reuniones en diferentes lugares. Es sensato involucrar a la gente en esto y que las mujeres prometan empezar a hablar de ello durante reuniones, celebraciones locales y ceremonias de manera amistosa.

Mi papel será mantenerme firme y asegurarme de que la gente de mi pueblo y de los pueblos vecinos esté informada, ya que vosotros no podéis realizar formaciones en todos estos pueblos. Entonces será nuestra responsabilidad sensibilizar en cuanto a todo lo que conlleva la MGF, así como sobre sus beneficios, que consisten en la transferencia de conocimiento, canciones y bailes, pero el corte debe pararse ya que causa complicaciones."

"Hoy, si la circuncisión estaba en la mente de alguien, esa persona ha cambiado y quien pensaba circuncidar a su hija, ha parado, ¿y por qué? Por la información que Wassu Kafo dio a la gente de nuestro país que nos ha encantado, ya que es por nuestro futuro y el futuro de nuestros líderes. Yo la valoro, igual que muchas otras personas como yo que están aquí. Y si Dios me acompaña de regreso a Jokadou Dassilami, como soy la mujer del hermano pequeño del Alkhalo (jefe del pueblo), me aseguraré de diseminar esta información en Dassilami.

Y de aquí en adelante si alguien quiere circuncidar a su hija, tendrá que buscar una 'circuncidadora' en otro lugar, porque yo, mis manos, no volverán a hacer ese trabajo nunca más."