“Hemos creado un sistema de innovación donde participa toda la empresa y detectamos a los emprendedores que tenemos internos”

20/07/2018

Miguel Ángel Marco se licenció en Biología en 1985 en la UAB. Actualmente es director del departamento Médico y Científico y director de Innovación en Roche Diagnostics. La empresa apuesta fuerte por la innovación y la creación de ideas, con colaboraciones con el Parc de Recerca de la UAB.
Nos habla de su trayectoria, de su carrera internacional en países de Sudamérica y de los proyectos que ha liderado.
 
¿Por qué escogiste Biología?
Tengo que hacerte una confesión, tuve mis dudas, porque tengo un fuerte componente artístico. Finalmente, estudié simultáneamente Biología y Gemología, porque mi familia se dedicaba a la joyería. Cuando acabé Biología supe que la investigación no encajaba mucho con mi carácter, lo intenté, mientras estuve haciendo la mili en Valencia acudía por las tardes a la Facultad de Medicina a investigar y me ofrecieron quedarme como profesor de prácticas, pero no iba conmigo. A mí las cosas me tienen que salir bien y rapidito y la investigación no te asegura nada ni en tiempos ni en resultados. Entonces pasé a la industria privada en un momento de efervescencia, era el boom de la biología celular y la biología molecular.
 
A lo largo de tu trayectoria, ¿te has seguido formando?
Sí, he hecho un Programa de Desarrollo Directivo en el IESE y tengo un Máster en Marketing en el Instituto Superior de Marketing.
 
Te licenciaste en 1985 ¿Cuáles fueron tus primeros pasos profesionales?
Del 85 al 90 estuve trabajando en Cultek, una distribuidora española, pero pensé que habiendo multinacionales, era mejor cambiarme, mejor ser cola de león que cabeza de ratón, dicen. Entré entonces en Ingelheim Diagnóstico y Tecnología como especialista en los productos de biología molecular. Y después de tres años allí, cambié a Boehringer Mannheim, que posteriormente fue adquirido por Roche Diagnostics. En esa fusión tuve la suerte de ser nombrado jefe de departamento, un departamento que pasó a ser una división, y me convertí en el jefe de la división de Ciencias Aplicadas.
 
¿A qué se dedica Roche Diagnostics?
Nos dedicamos al diagnóstico in vitro, des de los grandes laboratorios donde son capaces de hacer miles de muestra por hora en máquinas automatizadas, hasta las últimas técnicas diagnósticas en biología molecular.
 
Estuviste unos 9 años en Sudamérica primero en Perú y luego en Chile. ¿Qué ha aportado la experiencia internacional a tu carrera?
Me ofrecieron un puesto de dirección general y acepté. La experiencia es muy positiva, porque realmente allí todavía una persona con su influencia, puede marcar la diferencia. Logramos, por ejemplo, mejorar muchísimo el diagnóstico del tema del VIH en Perú poniendo a funcionar un programa entero des de 0 con diagnóstico molecular. Aceleramos la adopción de la innovación. También hay desventajas, porque, por ejemplo, una parte de lo que es la asistencia sanitaria es pura beneficencia, ponerse enfermo grave en esos países si no tienes dinero, es muy mala noticia.
 
Y en 2013 volviste a España. ¿Cuál es tu responsabilidad actual en la empresa?
Volví porque tuve una crisis, ahora soy trasplantado de riñón. El puesto en Latinoamérica era muy exigente, tenía que viajar mucho… Me ofrecieron volver con dos funciones principales: la del director del departamento Médico y Científico y director de Innovación. Además, soy uno de los patronos de la Fundación Instituto Roche y me han nominado recientemente patrono de la Fundación Fenin, la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria.
 
¿En qué proyectos estas trabajando ahora mismo como director de Innovación?
Hemos creado un sistema de innovación donde participa toda la empresa y detectamos a los emprendedores que tenemos internos. Lo tenemos montado como si fueran start-ups, el personal de Roche ve en una web especial como son los proyectos e invierte en ellos una moneda virtual que llamamos rocheuros y en la medida que el proyecto avanza y pasa por rondas de financiación, entonces ganan dinero. Aquel proyecto que recibe soporte social por crowfunding, pasa al comité de innovación y lo desarrollamos. Estamos, por ejemplo, trabajando en unas gafas 3D para experimentar los laboratorios, te permiten visualizarlos antes de hacerlos y ayudan en el proceso de creación.
 
Para estos temas de innovación tenéis relación con el Parc de Recerca de la UAB.
Sí, se colaboró con la UAB haciendo un equipo que descontaminaba los productos de desecho de las máquinas de anatomía patológica, esa fue la primera colaboración. Y ahora busco una colaboración en el área de secuenciación de virus de vertebrados para resolver rápidamente epidemias que puedan surgir por virus. Y también estamos buscando un sistema de esterilización low cost para equipamiento analítico de gran tamaño, los equipos viejos se pueden reciclar al 98%, el proyecto tiene un potencial de ahorro de entre 250.000 y 500.000 euros anuales. Buscamos, en general, aceleradoras, incubadoras porque nos interesa la gente que tiene ideas, y queremos ver si alguna de esas ideas, sobretodo en temas de inteligencia artificial, sistemas de soporte a la decisión, nos podrían encajar entre las cosas que hacemos.
 
Y tu responsabilidad en el departamento Médico y Científico, ¿Cuál es?
Es un departamento separado de las actividades comerciales, nos dedicamos a buscar, mediante colaboraciones científicas, evidencias sobre los productos. Hacemos también mucha tarea de divulgación on-label y off-label, formación interna, relación con las sociedades científicas, soporte a la elaboración de guías de protocolos... Es un trabajo interesante. Nos centramos en unos pocos productos de alto valor médico que es donde marcamos la diferencia.
 
De toda tu trayectoria, ¿de qué proyecto te sientes más orgulloso?
Si te digo la verdad, el proyecto que siento como el más importante en mi vida no tiene nada que ver con Roche, pero fue gracias la empresa que se pudo hacer. El 2007 hubo un terremoto en Perú y como compañía decidimos ayudar a reconstruir un pueblo que está en las sierras andinas. Hicimos una petición a la compañía, nos dieron 350.000 dólares y reconstruimos las casas con construcción antisísmica, hicimos una represa de 15 millones de litros, convertimos aquel páramo en regadío y construimos un albergue, un comedor popular y hasta un parque infantil. Cambiamos la vida de aquellas personas. Ese fue un proyecto de todos los fines de semana durante un año, pero realmente ha tenido un impacto hasta hoy en la vida de esos vecinos.
 
¿Cuáles son tus proyectos profesionales de futuro?
Estamos interesados en colaborar con start-ups que tengan un pie metido en inteligencia artificial y salud. Vamos a empezar una validación clínica de un algoritmo en la nube  para diagnosticar cáncer de pulmón basado en el uso de seis marcadores tumorales serológicos. El sistema te da una información predictiva incluso antes de que haya ningún nódulo ni ninguna pista visible por rayos X. Tenemos en la mano demostrar que funciona. ¿Como? Haciendo que los hospitales elegidos sigan el protocolo normal para el cáncer de pulmón y que hagan simultáneamente el algoritmos. Son técnicas que tardan 19 minutos y puedes dar un pronóstico de lo que tiene el paciente para intervenir de inmediato.