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04/2007

El papel de los anticuerpos en las miopatías

Miopaties
Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las que se produce una agresión incontrolada de nuestras propias estructuras debido a un error del sistema inmunológico que las reconoce como extrañas. Existe un debate en la comunidad médica sobre si los autoanticuerpos que aparecen en las enfermedades autoinmunes desempeñan un auténtico papel lesivo o son meramente marcadores diagnósticos de determinadas enfermedades. En este estudio se analiza la frecuencia de los diferentes autoanticuerpos que aparecen en una de las enfermedades autoinmunes más raras, las miositis o miopatías inflamatorias.

Existe un debate en la comunidad médica sobre si los autoanticuerpos que aparecen en las enfermedades autoinmunes desempeñan un auténtico papel lesivo o son meramente marcadores diagnósticos de determinadas enfermedades. Consideramos autoinmunes aquellas enfermedades en donde se produce una agresión incontrolada de nuestras propias estructuras debido a un error del sistema inmunológico que las reconoce como extrañas. Cada una de estas enfermedades autoinmunes tiene sus propios autoanticuerpos, lo que ayuda al diagnóstico y favorece su diferenciación clínica, no siempre fácil. Así los anticuerpos anti-DNA son típicos en los pacientes con lupus, los anticuerpos anti-Scl70 propios de la esclerodermia, y los anticuerpos frente al citoplásma del neutrófilo son marcadores de algunas vasculitis.

En este estudio se analiza la frecuencia de los diferentes autoanticuerpos que aparecen en una de las enfermedades autoinmunes más raras, las miositis o miopatías inflamatorias. Algunos de los anticuerpos estudiados son tan característicos de estas enfermedades, que por si solos ayudan a su clasificación, son los denominados anticuerpos específicos de miositis (anti-sintetasa, anti-SRP y anti-Mi-2). Otros por el contrario, acompañan con frecuencia a estas enfermedades pero también se encuentran en otras enfermedades autoinmunes, y se conocen como anticuerpos asociados a las miositis (anti-Ro y anti-La, anti-PM/Scl, anti-Ku y otros). Además de su utilidad diagnóstica, tienen también un cierto valor predictivo ya que algunas de las manifestaciones clínicas propias de estas enfermedades se relacionan especificamente con algunos de estos anticuerpos.

Es el caso de la afectación pulmonar en forma de fibrosis del pulmón, cuyo marcador diagnóstico más específico es el anticuerpo anti-Jo-1 que es un tipo de anticuerpo dirigido contra el ácido ribonucleico de transferencia y su correspondiente aminoácido (anti-histidil-tRNA o anti-sintetasa), estructuras de la maquinaria celular que interviene en la síntesis proteíca. También la lesión del corazón en forma de miocarditis se ve con más frecuencia en pacientes con anticuerpos anti-SRP, y aquellos que son positivos para el anticuerpo anti-Mi-2 son los que tienen un patrón cutáneo más florido con lesiones propias de esta enfermedad tales como el exantema palpebral de color lila que recuerda a el heliotropo o las pápulas de Gottron en los nudillos. (Ver Figura 1)


La utilidad clínica de estos diferentes autoanticuerpos parece confirmarse en la atención a pacientes con miopatía inflamatoria de nuestro entorno, por lo que debe considerarse una herramienta diagnóstica útil en la atención a los pacientes con miopatía inflamatoria.


Albert Selva-O'Callaghan
Unitat Docent Hospital Vall d'Hebron
Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

Selva-O'Callaghan, A; Labrador-Horrillo, M; Solans-Laque, R; Simeon-Aznar, CP; Martinez-Gomez, X; Vilardell-Tarres, M.ARTHRITIS & RHEUMATISM-ARTHRITIS CARE & RESEARCH, 55 (5): 791-798 OCT 15 2006.

 
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