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01/2013

Segregación sexual en ciervos

Muchos herbívoros de gran tamaño habitualmente viven en grupos separados de machos y hembras con las crias que sólo se encuentran en época de reproducción. Una investigación conducida en la UAB y el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC) ha analizado esta segregación sexual en ciervos ibéricos (Cervus elaphus hispanicus) llegando a la conclusión de que las razones de la separación son complejas, siendo importante el ambiente climático del mediterráneo y las necesidades tróficas de los animales.

Los grandes herbívoros que presentan fuertes diferencias en tamaño corporal entre machos y hembras, como el ciervo común (Cervus elaphus) tienden a segregarse en dos tipos de grupos: machos y hembras con crías. Esto ocurre de manera general a lo largo del año salvo en la época de reproducción. Las causas de este comportamiento, conocido como segregación sexual, han sido analizadas desde hace años y han originado diversas hipótesis evolutivas. Las teorías más apoyadas se basan en las diferentes estrategias reproductivas de cada sexo unidas a un diferente requerimiento nutritivo por parte de ambos sexos. En este trabajo hemos analizado la segregación trófica en el ciervo ibérico (C. e. hispanicus) por medio del estudio comparado del patrón alimenticio de machos, hembras y juveniles a lo largo del año, distinguiendo la selección de componentes botánicos y nutricionales.

Los análisis de restos vegetales en las heces y de muestras de las distintas especies de plantas consumidas indican una selección diferencial de la dieta por parte de los machos con respecto a las hembras y juveniles exclusivamente durante la época de celo y un solapamiento en la dieta el resto del año. El celo tiene lugar a finales del verano, el periodo de mayor escasez alimenticia en el monte mediterráneo. En esta época, y según el análisis de su dieta, las hembras seleccionan zonas de matorral, en donde el alimento conserva una buena calidad relativa y además encuentran protección para sus crías frente a posibles depredadores. Sin embargo los machos, debido a su mayor eficiencia digestiva, son capaces de tolerar una dieta de menor calidad en los pastizales secos.


Figura 1: Cierva i un cervatillo.


Estos resultados parecen contradecir los patrones generales de segregación trófica entre machos y hembras observados en poblaciones europeas de ciervo más septentrionales, en donde se aprecia segregación todo el año, salvo en el periodo reproductor. Para encontrar una explicación habremos de tener en cuenta las peculiaridades de los ambientes mediterráneos, los cuales se caracterizan por veranos secos y escasos en recursos alimenticios, otoños húmedos, en donde rebrota el pasto y se enriquecen los matorrales, apareciendo además la atractiva oferta de bellotas, y finalmente inviernos templados y primaveras exultantes de nueva vegetación, todo lo cual origina una constante y suficiente oferta alimenticia a partir del otoño, lo que permite a machos y hembras seleccionar una dieta similar, suficientemente rica en nutrientes.

Nuestro estudio viene a confirmar, tal y como apunta la teoría evolutiva, que la segregación sexual ha de estudiarse desde diferentes prismas, y una aparente falta de segregación sexual observada espacialmente puede no ser tal si analizamos en detalle el comportamiento trófico, como podría ser el caso del ciervo durante el celo en el medio mediterráneo.
 

Jorge Cassinello
CSIC

Jordi Bartolomé

Referencias

M. Miranda, M. Sicilia, J. Bartolomé, E. Molina-Alcaide, L. Gálvez-Bravo, J. Cassinello (2012). Foraging sexual segregation in a Mediterranean environment: Summer drought modulates sex-specific resource selection, Journal of Arid Environments 85: 97-104.

 
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