Los retos del packaging para alimentos frescos

Brunch Packaging
Más de 40 representantes de empresas, centros tecnológicos, grupos de investigación, entidades y cooperativas participaron el día 6 de julio en el cuarto brunch de innovación del Hub b30 dedicado a las prácticas innovadoras en packaging inteligente, asociado al incremento de la productividad industrial y a la garantía de seguridad de los productos, pero también a la reducción del desperdicio de alimentos.

11/07/2018

El embalaje inteligente se ha convertido en una de las tendencias más interesantes en este campo, ya que da múltiples ventajas prácticas, como son dar información sobre las propiedades del alimento fresco (temperatura, humedad, entre otros) o indicadores de contaminación microbiana. El etiquetaje también puede ofrecer datos sobre períodos de almacenamiento o, con funciones de geolocalización, permitir rastrear los productos a través de la cadena de suministro.

El brunch del Hub b30 comenzó con la presentación de un ejemplo de colaboración entre el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) y la empresa Carburos Metálicos para el desarrollo de un envase alimentario con atmósfera de gas. La necesidad principal que se quería cubrir con el proyecto era gestionar mejor el stock y alargar la vida de los productos, garantizando la seguridad alimentaria y, al mismo tiempo, reduciendo el desperdicio de alimentos.

Durante el proyecto se analizaron diferentes mezclas de gases y también se estudiaron varios materiales biodegradables. La aplicación se hizo con piezas de carne enteras y también con carne picada. Según las dos responsables del proyecto, Sonia Guri por parte de Carburos y Elsa Lloret de IRTA, uno de los aprendizajes fue que el dióxido de carbono tenía el efecto deseado cuando la materia prima era de calidad y se aplicaba en condiciones óptimas de temperatura y de higiene. También se vio que el dióxido de carbono no afectaba el gusto de los alimentos si no era en concentraciones muy altas, además, dejando el envase abierto, la alteración del gusto se reducía.

A continuación, tuvo lugar el debate, moderado por Ignasi Papell de Eurecat, en el cual participaron empresas y entidades como el Clúster del Packaging, Bon Preu, Serhs Food, Pastas Gallo, Clúster Foodservice o la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña, entre otros. Una de las conclusiones es que alargar la vida de los productos es una meta que ya se ha conseguido. En cambio, tanto los representantes de los supermercados como los de las cooperativas agrarias coincidían en destacar que aún no tenemos el envase que nos pide el consumidor. El consumidor hoy rechaza el plástico, no se conforma con plásticos biocompostables y exige packaging biodegradable.

Al mismo tiempo se concluyó que, a la espera de poder suprimir los plásticos, de momento se deberían eliminar los envases innecesarios para la buena conservación de los alimentos, suprimir los materiales multicapa y empezar a ofrecer empaquetados con capas que se puedan despegar de los productos a demanda.

Esta actividad ha contado con el apoyo de la Secretaría de Universidades e Investigación del Departamento de Empresa y Conocimiento de la Generalitat de Catalunya y la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Más información: Informe de vigilancia tecnológica
Web del Hub b30