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13/05/2019

Genética más allá de la ciencia: Historia de un reencuentro, en busca de una identidad perdida

Vicente de la guerra civil
En este relato nos adentraremos en la emotiva historia de Vicente, un niño evacuado a Bélgica debido a la guerra civil española, que durante más de 70 años buscó cuales eran sus orígenes. La unión de muchos esfuerzos humanos y la identificación genética como última frontera a superar, hicieron posible el reencuentro de Vicente con su identidad perdida.

Vicente llegó a Cataluña tutelado por su tía, hermana de su madre, con el repliegue de población causado por la entrada del ejército rebelde franquista en su pueblo natal de Utrillas (Teruel). El niño había perdido a su padre en el frente de guerra y tenía su madre, que murió también poco después, hospitalizada. Su tía cuidaba también de su hijo, que aún no tenía un año cuando llegaron a Barcelona. Vicente, llegó con dos años de edad. Con el tiempo y con la ayuda de otra hermana de la madre de Vicente que vivía en Barcelona desde hacía unos años, la familia se estableció en la ciudad.

La tía de Vicente, que trabajaba para poder subsistir en la precaria situación que sufría el país por culpa de la guerra civil, dejaba el hijo y el sobrino en dos escuelas diferentes. Dejaba a Vicente toda la semana en una escuela / refugio de la Avenida Tibidabo de Barcelona e iba a visitarlo los domingos. Pero un domingo que fue a visitarlo, no lo encontró y ya no volvió a verlo nunca más. Habían publicado un anuncio sobre la evacuación del centro en un diario, pero ella no se enteró. El niño fue conducido a un refugio para niños huérfanos que se llamaba "Colonia Miaja", gestionado por el gobierno legítimo de la Segunda República Española y que se encontraba en la Torre Ametller de Cabrera de Mar (Miaja es el apellido de un general leal al Gobierno Republicano). Poco después, cuando estaba a punto de caer el frente catalán (1939), fue evacuado fuera del país. Formó parte de una expedición de niños huérfanos de guerra en Bélgica. En Cataluña, dejó tías, tíos y primos.

Poco después, Vicente fue adoptado en Bélgica, y su nuevo nombre se convirtió en Vincent. Vincent no recordaba nada de su vida anterior a su adopción. Su joven edad, un fuerte golpe en la cabeza que había podido sufrir antes o durante su éxodo, y el impacto emocional de perder a sus padres en la guerra, lo podría haber llevado a sufrir una forma de amnesia de su identidad personal.

Durante mucho tiempo, Vincent en Bélgica y la tía de Vicente en Cataluña se estuvieron buscando unos a otros, pero la información era escasa. Vincent sólo tenía una imagen que mostraba la contusión de la cabeza, y un trozo de papel con su nombre y el apellido del padre, este último escrito con una falta de ortografía que hacía aún más difícil el rompecabezas. Incapaz de recordar su vida pasada, Vincent envió cartas manuscritas a algunas de las principales ciudades de España pidiendo ayuda. En Barcelona, su tía pidió ayuda a las autoridades españolas poco después de la evacuación pero la conexión no era fácil de hacer.

Ahora, después de más de 70 años, Vicente ha sido capaz de recuperar su identidad, una proeza hecha a través de una combinación de tenacidad y un poco de suerte. El desencadenante de todo ello fue que uno de estos "mensajes en una botella" de cartas que enviaba fue recibido por dos personas de Bilbao. Ellas dos decidieron ayudar a Vincent / Vicente voluntariamente, en su tiempo libre. Ellas pusieron la tenacidad. Hicieron casi todos los procedimientos de identificación, salvo la prueba genética. Hicieron varios viajes entre Bilbao y Barcelona y encontraron el nombre de la tía de Vicente, pero el nombre no fue suficiente para encontrarla. Faltaba más información.

Entonces, un golpe inesperado de suerte lo cambió todo. La tía de Vicente recibió la medalla conmemorativa de la Generalidad de Cataluña por cumplir los 100 años. Esta medalla personalizada es un reconocimiento a todos los residentes de Cataluña que han alcanzado el hito de los 100 años. Con la medalla, se publicó el nombre completo de la tía de Vicente. Este golpe de suerte era exactamente como encontrar la aguja del pajar. Las dos investigadoras de Bilbao contactaron con las dos familias y les preguntaron sobre los detalles que recordaban sobre la evacuación de Vicente. Todo coincidía. En este punto, la tía había muerto, pero la familia de Barcelona aún buscaba un chico llamado Vicente que fue evacuado en 1939. 'Vincent' sabía que su nombre anterior era Vicente. El error de ortografía de una letra del apellido, no tenía suficiente fuerza como para rebatir las evidencias familiares. El único punto que quedaba por resolver era el de la identificación genética.

El Grupo de Identificación Genética (GIG) formado por investigadores e investigadoras de la unidad de Biología Celular y Genética Médica y del Servicio de Genómica de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) fue seleccionado para llevar a cabo la prueba de identificación. Desde el punto de vista genético, era un caso relativamente fácil.

El ADN mitocondrial se transmite por herencia materna. Si Vincent y el hijo de la tía de Vicente (primo de Vicente y persona con ADN de referencia) pertenecían a la misma familia, deberían compartir el mismo ADN mitocondrial ya que ambos tendrían un antepasado mitocondrial común: su abuela materna. Si Vincent no fuera el niño Vicente evacuado el 1939, el perfil del ADN mitocondrial no coincidiría, a no ser que fuera un perfil muy común y el azar permitiera que a pesar de no ser del mismo linaje mitocondrial, su ADN fuera idéntico. Reunimos las dos familias en el centro de asistencia primaria de nuestra Universidad. Allí se hicieron las extracciones de sangre. Fueron unos momentos indescriptibles, preciosos. La emoción era máxima. Estábamos todos, familias e investigadores, ante la última puerta que tenía que abrir aquel niño de 5 años para volver a casa. Con la ayuda de las dos personas de Bilbao ya había abierto muchas, pero faltaba la puerta genética.

Procesamos las muestras siguiendo los protocolos establecidos y se secuenció la zona no codificante del ADN mitocondrial (el "de-loop", o "Control Region"). Los perfiles de ADN mitocondrial de Vincent y del primo de Vicente eran idénticos. Además, el perfil mitocondrial de las dos muestras resultó ser muy específico, lo que ayudó a confirmar la hipótesis de que Vincent y Vicente eran, de hecho, la misma persona. Dos ADN mitocondriales tan poco comunes e idénticos sólo podían ser de dos personas con un antepasado común por línea materna. Así pues, el análisis del ADN mitocondrial permitió la identificación genética de Vincent como Vicente, el niño evacuado en 1939. Como resultado, Vincent recuperó su identidad y su familia después de más de setenta años. Un éxito que nos llena de orgullo a todos los que hemos colaborado en esta historia de reencuentro.

A esta historia sólo le faltó un detalle. La tía tutora de Vicente, que vivió mucho tiempo, 101 años, no pudo volver a tener entre sus brazos a su querido y añorado sobrino, porque murió en el intervalo de tiempo entre que cumplió los 100 años y la reunión de las dos familias, la de Bélgica y la de Cataluña, por primera vez. Lo curioso es que ella vivió mucho tiempo con una angustia derivada de haber "perdido" el sobrino. Sin embargo, gracias a que vivió mucho tiempo, más de 100 años, su sobrino regresó. Podríamos decir que fue ella, la tía de Vicente, la que lo acabó encontrando. Lo hizo sin saberlo, y con la ayuda de las dos personas de Bilbao que fueron tirando del hilo que Vincent puso ante ellas con su carta. Y aunque ella no pudo, dos hermanas suyas, que posteriormente también han llegado a centenarias, las primas y el primo sí tuvieron la oportunidad de darle los abrazos y besos que le habría dado su tía. Entre todas y todos le explicaron los detalles de su vida que se habían perdido en su memoria. Hoy, Vicente sabe cuál es su historia y su familia ha podido reencontrar el primo y el sobrino que perdieron como consecuencia de una guerra incivil que sólo sirvió para seguir alargando los privilegios de unos cuantos y causar el sufrimiento de mucha gente.

Este trabajo va dedicado a todo el mundo que sufrió, y que en muchos casos todavía está sufriendo, las consecuencias de aquella nefasta guerra.

Pere Puig Rossell
Departamento de Biología Celular, de Fisiología y de Immunología
Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

Pere Puig, Anna Barceló, Roger Lahoz, Àngels Niubó, Jimi Jiménez, Montserrat Soler-López, Michael J.Donovan, Joaquima Navarro, Jordi Camps, Montserrat Garcia-Caldés, Francisco Etxeberria and Rosa Miró. (2019). Genetic identification of a war-evacuated child in search of his own identity for more than seventy years. Forensic Science International, 298, 312-315. DOI: https://doi.org/10.1016/j.forsciint.2019.03.014.

 
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