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09/2007

¿Cuando empiezan las diferencias de género?

Cara a Cara
Desde un punto de vista biológico, el sexo imprime unas diferencias morfológicas notables ya desde el embrión. También se acepta que existen diferencias entre hombres y mujeres en relación a su comportamiento. Muchas de estas carcterísticas vienen marcadas en los cromosomas: es la genética. Pero sólo se manifiestan si el entorno es el adecuado para expresarse. Es lo que hoy denominamos epigenética. En el presente trabajo se pretende averiguar las diferencias conductuales debidas al sexo, antes de que el neonato reciba la influencia del entorno social o cultural. Para ello se ha estudiado el comportamiento de una muestra de neonatos, entre el segundo y tercer día de vida.

El objetivo de esta investigación fué analizar si existían diferencias de conducta entre ambos sexos, pues es sabido que en el feto masculino hay niveles de hormonas gonadales más elevados que en el feto femenino y estas diferencias hormonales son el origen del dimorfismo cerebral. Mediante una técnica especializada, la Escala de Brazelton, evaluamos una muestra de 188 neonatos sanos (88 niños y 100 niñas), nacidos a término.

Se han estudiado un total de 34 respuestas, o reacciones conductuales del neonato, que van desde las más primarias, como los sobresaltos o los temblores, hasta las más sofisticadas, como las respuestas ante estímulos visuales y auditivos.

De los resultados obtenidos, se observó una gran similitud entre niños y niñas, ya que de las 34 pruebas sólo encontramos diferencias significativas en 5, de las cuales, en 4 las niñas obtuvieron mejores puntuaciones:

1. Respuesta ante un estímulo auditivo humano (voz del examinador)

2. Alerta (períodos en los que el neonato está tranquilo y pendiente de los estímulos de su entorno)

3. Calidad de la alerta (respuesta adecuada a los estímulos durante la alerta)

4. Regulación del estado (capacidad para controlar sus estados: sueño, vigilia, llanto, con el fin de responder de una forma adecuada y evitar el estrés)

Los niños puntuaron mejor en “Irritabilidad” durante el examen. Esto indica que se mostraron más tranquilos que las niñas. Lo más destacable de este estudio es la mejor predisposición que mostraron las niñas hacia la estimulación auditiva humana. Estos datos, ¿Pueden explicar la mayor capacidad para el lenguaje, detectada en las niñas durante los primeros años?

Carme Costas i Moragas
Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

Boatella, E., Costas, C., Botet, F., Fornieles, A. y De Cáceres, M.L. (2007) Behavior gender differences in the neonatal period according to the Brazelton Scale. Early Human Development, 83, 91-97.

 
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