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"Nos jugamos la democracia, los valores, en qué tipo de país queremos vivir"

Karma Peiró, entrevista

Entrevista a Karma Peiró, Ciencias de la Información UAB '92, experta en nuevas tecnologías, big data, datos abiertos, inteligencia artificial, temas sobre los cuales escribe habitualmente en su blog.

29/07/2020

Karma Peiró, Ciencias de la Información UAB '92, ha estado vinculada al mundo de Internet y de las nuevas tecnologías desde los años 90. Ha trabajado en las primeras revistas digitales y en medios públicos y privados catalanes, y fue la directora Nació Digital. Ha sido docente universitaria y ponente en congresos sobre nuevas tecnologías, big data, datos abiertos, inteligencia artificial, temas sobre los que escribe habitualmente en su blog. En 2019 recibió el Premio DonaTIC Divulgación de la Generalitat.


Hace un año, publicó el webdoc 'Desprotegides, malgrat tot' sobre la violencia contra las mujeres, y en febrero presentó el informe “Intel·ligència Artificial. Decisions Automatitzades a Catalunya”, publicado por la Autoridad Catalana de Protección de Datos, y del cual es coautora. Hablamos sobre su trayectoria y los retos que tenemos como sociedad con la llegada de la inteligencia artificial.

¿Cómo fue tu experiencia estudiando en la UAB?
El paso por la facultad fantástico, hice grandes amigos. Además, tuve la oportunidad de hacer una estancia en otro país, una gran experiencia que me sirvió para entender cómo otros estudiantes de mi edad estaban aprendiendo la profesión.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos profesionales?
Cuando estaba en cuarto empecé a trabajar en medios locales, sobre todo televisiones y radios porque yo quería aprender de todo. Y en 1995 entré a trabajar en Servicom, el primer proveedor de Internet en España. Vinieron expertos de Estados Unidos a explicarnos los usos, y mi labor como periodista era leerme los contenidos que había en unas páginas muy estáticas en blanco y negro, traducirlo al catalán o castellano, y poderlo ofrecer a los miembros conectados a Internet aquí en Cataluña. Era un trabajo muy pionero y del cual me siento muy orgullosa porque he podido ver toda la trayectoria de los medios y especializarme en Tecnologías de la Información y la Comunicación. Ahora tengo un mapa mental de cómo ha ido evolucionando Internet.

Y especializaste en el mundo on-line, que estaba naciendo aquí.
Sí, apliqué las técnicas que había aprendido ese año en la revista WEB, la primera revista del grupo Godó que publicaba temas de lo que pasaba dentro de Internet. Después, trabajé en la revista en.red.ando, una revista on-line pionera. Y durante mi etapa como directora de Nació Digital recibimos el Premio Nacional de Comunicación, que concede cada año la Generalitat, en el año 2016, además de financiación de la Digital News Initiative de Google para crear una herramienta de visualización de datos que ayudara a los periodistas de la redacción a implementar gráficos en las noticias.

¿Cómo ha evolucionado la credibilidad de la información en Internet?
Estamos en un momento crítico por las fake news, la desinformación está haciendo bastante daño a la credibilidad de la profesión y de los periodistas. La tecnología ha ayudado mucho a viralizar o promover los bulos, es mucho más fácil a través de los algoritmos y a través de los bots expandir un rumor o una mentira, y que muchísima gente se la crea.

¿Qué tenemos que hacer?
Verificar, y en eso es importante el factor tiempo. Como sociedad, estamos acostumbrados a tener muchas entradas de mensajes, muchas fuentes de información, tenemos acceso a muchas redes, estamos constantemente mirando titulares o 140 caracteres en lugar de profundizar en las temáticas y eso nos hace menos críticos y hace que nos podamos tragar más desinformación, en vez de cuestionarla o verificarla. Y más como periodistas, esta debe ser nuestra misión.

¿Qué nos jugamos como sociedad?
La democracia, los valores, qué queremos ser, en qué tipo de país queremos vivir, qué sociedad queremos conformar, como queremos que la tecnología nos acompañe. Porque ahora nos está pasando que no siempre hacemos un buen uso de la tecnología. Puedes estar mirando el móvil cada treinta segundos y como Twitter no te ofrece nada nuevo, saltar a Instagram y luego Facebook, a Whatsapp o Youtube, esto es una acción adictiva de la tecnología, porque tienes que levantar la mirada, debes comunicar -te con personas, debes relajarte leyendo y procesarlo.

Tenemos más datos que nunca, más facilidad para hablar con gente, para encontrar fuentes, para contrastar, pero las portadas de los periódicos están llenas de noticias tratadas desde una perspectiva morbosa basada en casos personales. ¿Por qué?
La respuesta rápida sería porque es mucho más fácil, y porque muchas veces hay que hacer todo al instante, porque sino parece que no somos competitivos. Una noticia bien contrastada y analizando datos, requiere tiempo. Otro factor es la innovación, presentar un webdoc con vídeos, con fotografías de buena calidad, con gráficos interactivos, adaptable al móvil, y con texto, es de las tareas más precisas que se hacen. Actualmente en Europa se están haciendo bastantes, y ésta sería la apuesta que debería hacer el periodismo de calidad. En los medios, hay que apostar por tener diferentes equipos trabajando a diferentes ritmos, un equipo siguiendo el minuto a minuto de las redes, pero también un equipo más pausado con tiempo para profundizar en las temáticas.

Un ejemplo de lo que comentas, hace un año presentaste el webdoc 'Desprotegides, malgrat tot' sobre la violencia de género, realizado conjuntamente con Xaquín González Veira, Rocío Minvielle y Francina Cortés.
Nunca se había propuesto dimensionar la cantidad de mujeres que aquí en Cataluña sufrían cada año violencia machista y nosotros lo conseguimos; 75.000 mujeres, es muy grave. Es un formato innovador, otra manera de presentar la información, quisimos demostrar que un webdoc con datos, interactivos, puede llegar muy bien a la gente.

Eres la coautora del informe "Inteligencia artificial. Decisiones Automatizadas en Cataluña" de la Autoridad Catalana de Protección de Datos (APDCAT) sobre algoritmos, presentado este año. ¿En qué consisten los algoritmos?
Los algoritmos se entrenan con datos masivos, grandes volúmenes de datos, millones y millones, y a partir de ahí toman decisiones de manera automatizada. En 2018 tuve la oportunidad de colaborar en un informe europeo: "Automating society", de la ONG Algorithm Watch, una radiografía de cómo se estaban aplicando los algoritmos en 12 países y me dijeron que me encargara de España. Descubrí que, por ejemplo, la Policía Nacional estaba usando un programa para detectar denuncias falsas, y hay muchas otras aplicaciones en el ámbito de los recursos humanos, de las empresas, la banca, etc. Hay algoritmos que ayudan a decidir sentencias los jueces, en función de muchos otros casos, por ejemplo.

Hasta aquí parece perfecto, porque tienen la capacidad de analizar muchos datos objetivos, y pueden tomar decisiones más justas, sin que intervenga una persona que puede tener prejuicios.
Exacto, pero muchas veces estos datos que les introducimos para entrenarlos tienen sesgos de los años anteriores. Por ejemplo, Amazon descubrió hace unos años, que un algoritmo que estaba aplicando para hacer selección de personal en la plaza de desarrolladores de software, sólo cogía hombres y era el 2014. ¿No había mujeres preparadas para ser desarrolladoras? Sí, pero el algoritmo las rechazaba, porque los datos con el que lo habían entrenado eran de décadas anteriores. Todos los datos tienen sesgos. Y hay un segundo problema, las cajas negras. Estos algoritmos están configurados de manera que aprenden automáticamente a partir del uso, de manera que quien los ha creado, en un momento, ya no sabe por qué ha tomado esa decisión. Esto hace que no se pueda dar una explicabilidad de cómo ha tomado aquella decisión. Esto es una parte de la inteligencia artificial que se denomina aprendizaje profundo, significa que va aprendiendo por su cuenta. Hay que hacer entender a la gente, que seguramente en muchas de las acciones que hace cada día hay un algoritmo que está decidiendo. Por lo tanto, si en alguna respuesta que recibe por parte de una entidad pública o de una empresa privada, no está de acuerdo, puede preguntar si un algoritmo ha decidido automatizadamente, y tiene derecho a que sea revisada y también a demandar.

Tenemos varios problemas, pues, los sesgos y las cajas negras.
Y todavía hay un tercero, la responsabilidad. Imagina cuando lleguen los coches autónomos. Si hay un accidente porque en la programación no tuvieron en cuenta que el coche pudiera reaccionar al imprevisto de un niño que corre detrás de una pelota, o un perro que pasa corriendo por delante... ¿de quién es la responsabilidad? ¿De quien ha programado el algoritmo, del fabricante del coche, del seguro del vehículo o del propietario? Hay muchas incógnitas aún por resolver, pero la inteligencia artificial ya la tenemos aquí y estos algoritmos se están aplicando. Y ese momento me tiene locamente apasionada porque creo que es muy importante divulgar la complejidad de la tecnología actual. Para que todos puedan entender el funcionamiento del mundo que vendrá en las próximas décadas.