Planificación y gestión de la mobilidad en la UAB
Entrevistado

Rafael Requena
Breve nota
Traducción del capítulo
Olga V.: Esto es Vagón de la Ciencia, el proyecto de la Universitat Autònoma de Barcelona dedicado a la divulgación científica. En esta segunda edición, los protagonistas son los combustibles fósiles y, en este capítulo, nos centraremos en la gestión y la planificación de la movilidad en la UAB, para ello, nos acompaña Rafa Requena. Hola, Rafa, bienvenido.
Rafa R.: Hola.
Olga V.: Rafa Requena es doctor en Geografía por la UAB, especializado en temas de accesibilidad y movilidad, y jefe de la Unidad de Planificación y Gestión de la Movilidad de la UAB desde el año 2005. ¿Cuáles son las líneas estratégicas del Plan de movilidad de la UAB?
Rafa R.: El Plan de movilidad de la UAB de 2018 a 2024, básicamente, se guía por las normativas y los planes de movilidad de rango superior y, como todos ellos, lo que propone es fomentar el uso de los medios de transporte más sostenibles, es decir, los medios colectivos, la bicicleta y caminar, y también, paralelamente, una racionalización del uso del vehículo privado, sobre todo el de baja ocupación y el de combustibles fósiles.
Olga V.: ¿Estamos cerca de alcanzar estos objetivos?
Rafa R.: Sí. Hay diferentes maneras de mirarlo, pero el objetivo de conseguir una cuota modal del transporte colectivo se ha alcanzado, y estamos muy contentos por ello. En el vehículo privado igual: hemos reducido el uso del vehículo privado en todo este tiempo. En los desplazamientos de vehículos activos, cuesta más, porque todo el mundo sabe dónde está la UAB, tenemos las barreras que tenemos y, claro, cuesta. Cuesta, pero lo haremos.
Olga V.: ¿Cuál es el estado de la movilidad en el campus? Entiendo que debemos diferenciar entre la movilidad interna, dentro del campus de Bellaterra, y la movilidad para acceder al campus.
Rafa R.: Exacto. La movilidad interna no nos preocupa mucho, porque la gente se mueve poco por el campus y lo hace principalmente por su zona: su biblioteca, su bar, los despachos... Nuestro esfuerzo se centra sobre todo en cómo llega la gente a la UAB. Este es el grueso de la movilidad y el que genera más impacto, y dedicamos a ello todo el esfuerzo. Como decía, la mayoría de la gente llega con transporte colectivo, lo que está muy bien y es nuestro objetivo, pero todavía tenemos que mejorar cosas.
Olga V.: Ese transporte colectivo son tanto los ferrocarriles como Renfe.
Rafa R.: Y unas diecisiete líneas de transporte interurbano que llegan de diferentes municipios, y que entre todos hemos conseguido que se vayan mejorando, tanto en cantidad como en calidad. Renfe tiene su funcionamiento propio y ahora está invirtiendo mucho en actualizar la red, lo que implica cortes recurrentes y que los usuarios no estén contentos, pero todo se realiza con el objetivo de mejorar de aquí a unos años. Ferrocarriles es el transporte más utilizado de todos y ese es el resultado de una muy buena calidad.
Olga V.: La ONU alerta reiteradamente de la amenaza que representa el cambio climático y de la necesidad de reducir las emisiones de carbono para no caer en el colapso climático. La movilidad sostenible es un elemento clave para reducir la contaminación y combatir el cambio climático. Además, tender hacia una movilidad sostenible, reduciendo la huella de carbono del transporte, contribuye a mejorar la salud de la ciudadanía. Desde que se creó la UAB, en 1968, ¿ha cambiado mucho la movilidad en el campus, tanto la de dentro (que, como decías, es menor) como la movilidad para acceder a él?
Rafa R.: Sí, totalmente. Ha cambiado de manera radical, porque cuando se creó la Universidad (eso me lo han explicado, porque yo no estaba, no había nacido) la pusieron en un lugar totalmente inaccesible, por diferentes motivos: todavía no estaban las autopistas, los ferrocarriles solo llegaban hasta Bellaterra y Renfe hasta Cerdanyola. Era muy difícil llegar al campus. Con los años, afortunadamente, se ha ido integrando en una red metropolitana de transporte muy potente y, además de las autopistas, que implican accesibilidad con vehículo privado, también se ha hecho llegar un tren al centro del campus, y Renfe ha puesto una estación, que, por cierto, pagó la UAB para fomentar los desplazamientos con transporte colectivo, y contamos con el servicio de bus que va a buscar a la estación a la comunidad universitaria que llega con Renfe. Se ha mejorado muchísimo. También hemos creado carriles bici; todas las administraciones han creado carriles bici que llegan a la UAB, el más reciente es el de Badia y Barberà, y estamos luchando para que se mejore la deficiencia histórica que tenemos en el puente que llega a Cerdanyola, que sería uno de los puntos de entrada más importantes de bicicletas y que ahora mismo es un poco desastre. En definitiva, ha cambiado mucho, muchísimo.
Olga V.: Aunque se realizan pocos desplazamientos internos, cuando se tienen que hacer, el campus invita a desplazarse de manera sostenible, es agradable pasear por él. Pero ¿ha costado que la comunidad universitaria sea consciente de la importancia de no hacer en coche los desplazamientos internos, los pocos que tenga que hacer, para ir de una punta a otra?
Rafa R.: Como comentaba, el desplazamiento interno acostumbra a ser corto y se realiza en un entorno muy agradable. Por lo tanto, el cambio no ha costado tanto, en ese sentido. Quizás ha costado más entender que espacios que antes se utilizaban para aparcamiento o para la circulación se dediquen ahora para la gente y para los medios activos, y es normal, porque cuesta cambiar de hábitos, pero una vez asumidos, la gente está muy contenta y el campus es bonito.
Olga V.: En el campus también hay un servicio de bus interno y el servicio de BiciUAB, que es gratuito. En la UAB todo el mundo lo conoce, pero estaría bien explicarlo por si nos están escuchando personas que no hayan venido nunca a la Autònoma y quieran saber cómo funciona.
Rafa R.: El servicio de bus de la UAB, como dices, es gratuito. Fundamentalmente, se dedica a llevar gente de la estación de Renfe al campus, pero ahora tiene una nueva configuración de líneas, que hemos estrenado en enero de este año y que permite hacer desplazamientos internos en el campus cada diez minutos, de cualquier lugar a cualquier lugar. De esta manera, se ha mejorado mucho. Y es totalmente gratuito, aunque evidentemente tiene un coste, que asume la Universidad. Aquí aprovecho para hacer una cuña publicitaria, si me lo permites.
Olga V.: Aprovecha.
Rafa R.: Pedimos a la comunidad que valide la tarjeta en el autobús. ¿Eso significa que tienen que pagar más? No. El título ya lo han pagado. La ATM es quien recibe el dinero y lo reparte entre los diferentes medios de transporte.
Olga V.: Por lo tanto, el título de transporte es la T-mobilitat.
Rafa R.: Si la validas en el bus de la UAB, no te está costando nada y, en cambio, como la ATM reparte el dinero entre Renfe y la UAB de acuerdo con las validaciones, si no la validas, todo el dinero se lo queda Renfe. Con ese dinero podríamos ir mejorando cada vez más el servicio de transporte de la UAB.
Olga V.: ¿Qué incluye el servicio BiciUAB y quién puede ser usuario?
Rafa R.: El servicio BiciUAB físicamente es un espacio, una tienda que hay en la estación de ferrocarriles del campus donde se ofrecen diferentes servicios, entre los que destaca el servicio de alquiler de bicicletas, que pueden ser eléctricas o no, plegables, etcétera, con unos precios que están subvencionados para la comunidad universitaria. En este caso es un alquiler de larga duración, para que pruebes a venir en bicicleta al campus. Después, si te convence, te acaba saliendo mejor comprar una. Pero, para personas que necesitan probar el servicio o que vienen por unos meses a la Autònoma, es un servicio que funciona bastante bien. También puedes encontrar todo tipo de información de rutas para llegar al campus, de los aparcamientos cerrados que tenemos en diferentes espacios, de la revisión gratuita anual para miembros de la comunidad universitaria, de autorreparación, de seguro ciclista, etcétera.
Olga V.: Estamos hablando de la gestión y la planificación de la movilidad en el campus de la UAB con Rafa Requena, responsable de movilidad de la UAB. Estás muy vinculado a los estudios relacionados con la movilidad y el entorno, fuiste investigador principal de la UAB en el proyecto U-Mob LIFE, la red europea de universidades para la movilidad sostenible, que se llevó a cabo entre 2016-2021, y también has estado vinculado a estudios sobre movilidad de la CRUE, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, durante diez años. ¿Qué es lo que más preocupa a las universidades españolas y europeas en relación con la movilidad? Supongo que estas inquietudes se comparten.
Rafa R.: Totalmente, son comunes. Al final, hay pequeños detalles que cambian, porque cada entorno es diferente, pero todos partimos de la preocupación general por el cambio climático y también por otros impactos que tiene la movilidad. Son impactos económicos, impactos sociales muy importantes. La accesibilidad es fundamental para el desarrollo de las personas, para la integración, y, por tanto, debemos procurar que el modelo de movilidad sea el más sostenible desde las vertientes ambiental, económica y social. Es la preocupación de todos, con matices. Ya sea porque hay normativas que obligan a ir hacia un lugar determinado, ya sea por el convencimiento de la propia institución, estamos trabajando para conseguir que todo el mundo pueda llegar a la Autònoma independientemente de sus capacidades y, si puede ser de la manera más sostenible, aún mejor.
Olga V.: El grupo más numeroso de la comunidad universitaria lo configuran los estudiantes. ¿Es un colectivo especialmente sensible a los temas de movilidad sostenible, al impacto del uso del transporte poco sostenible?
Rafa R.: Sí. Creemos que en algunos casos ya hay conciencia, a nivel teórico, y en otros se lleva a la práctica. Debemos tener en cuenta, cuando hablamos de la movilidad, que estamos hablando de un aspecto de nuestra vida clave, muy importante. Cada día tenemos que ir a un lugar a trabajar, a estudiar, etc. Entonces, en ese momento, tenemos que decidir, a partir de unos costes de dinero y de tiempo, qué medio de transporte usamos. También hay que ver si tenemos la opción de decidir, ya que hay que tener muy claro que hay mucha gente que no tiene opciones. Hablo del transporte público, pero también del coche. En el momento de decidir, nos cuesta más aplicar la conciencia porque vamos con prisas, nos cuesta más o menos dinero... Es en ese aspecto en el que tenemos que seguir trabajando, pero, como he dicho, siempre teniendo en cuenta si la gente tiene opciones o no.
Olga V.: ¿Cuál es la clave para que las alternativas al desplazamiento en vehículo privado sean la mejor opción para llegar a la UAB: un servicio de calidad, la frecuencia, el coste?
Rafa R.: Lo es todo un poco, no podría escoger una. Evidentemente, lo más importante es que haya transporte.
Olga V.: La existencia.
Rafa R.: Sí. En los municipios en los que antes no había línea de transporte y ahora tienen, ¡hay que ver cómo ha funcionado! ¡La gente se apunta! Con ello, la UAB también está extendiendo su influencia territorial. Pero cuando estas líneas se llenan, empiezan a llegar las quejas. ¿Por qué? Porque ya son más incómodas. Pero vamos consiguiendo cosas: primero, como comentaba, que existan; después, que mejore la frecuencia; que los vehículos sean agradables, cómodos... Renfe existe desde hace mucho tiempo, pero tiene problemas que todos conocemos y hay quejas recurrentes. Ponerles remedio también sería la clave. ¡La línea R8 la usa mucha gente! De Martorell a Granollers el tren pasa cada hora, y ya es histórica la demanda de que se amplíen los horarios y pase cada media hora. Evidentemente, funcionaría mucho. Sabemos que las administraciones están trabajando en ello, pero como todo depende de presupuestos...
Olga V.: ¿Qué organismos, entidades, administraciones, consistorios..., deberían implicarse para que la movilidad para llegar al campus fuera lo más sostenible posible y existieran estas alternativas?
Rafa R.: Esta pregunta me gusta mucho porque deberíamos empezar por aquí. La Autònomaes un punto del territorio que genera mucha movilidad, muchos desplazamientos diarios, pero muy pocos internos. La gran mayoría se realizan desde fuera, es decir, que dependen de competencias de otras administraciones. Desafortunadamente, la Autònoma no tiene competencias para crear una línea de autobuses que venga de un municipio, y además está el tema del dinero. Como no tenemos la competencia, nuestra principal tarea consiste en trabajar muy intensamente con esas administraciones, que son la Generalitat en cuanto a transporte ferroviario y el transporte de autobuses interurbanos, en su ámbito de influencia; el Àrea Metropolitana de Barcelona, en cuanto a los autobuses en 35 municipios, entre los que se halla Cerdanyola, y, finalmente, el Ayuntamiento de Cerdanyola, con el que debemos ponernos de acuerdo para salir adelante en determinados proyectos.
Olga V.: El Plan de movilidad actual cubre el periodo 2018-2024. ¿Cuáles serán los retos del plan siguiente?
Rafa R.: Como decía, teniendo en cuenta que la preocupación para todos sigue siendo la misma, me tendría que equivocar mucho para que en general no fueran líneas estratégicas muy parecidas. Pero como siempre hemos hecho aquí, con los dos planes de movilidad, y como se debe hacer, según nuestro entender, abriremos un proceso de participación, no solo a través de la Mesa de Movilidad, sino de manera más amplia, para toda la comunidad universitaria. De este proceso de participación saldrán las preocupaciones y las líneas estratégicas que se deben llevar a cabo.
Olga V.: Rafa Requena, jefe de la Unidad de Planificación y Gestión de la Movilidad de la UAB, muchas gracias por haber subido al Vagón de la Ciencia.
Rafa R.: A vosotros por invitarme.
Olga V.: Si queréis saber más, escuchad otro capítulo.
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