Arte e Historia

01/2013 -

Mujeres viajeras a finales del siglo XIX

Las mujeres que viajaron entre la Península Ibérica y América durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, momento en que nuevos transportes i el nuevo orden mundial permitieron estos viajes, y que dejaron constancia escrita de sus periplos, son el objeto de estudio de Beatriz Ferrús, miembro del Departamento de Filología española de la UAB. Ferrús analiza los textos de estas mujeres, hasta ahora poco estudiados, concluyendo que las mujeres viajeras en América Latina reimaginar el continente después de que éste se separas de la metrópoli española. Por su parte, las mujeres que viajaron de América hacia España querían conocer el origen de su legado cultural, a la vez que, querían ser testigos directos de la decadencia del imperio español.

Referencias

"Mujer y literatura de viaje en el siglo XIX: entre España y las Américas" de Beatriz Ferrús Antón, Valencia: PUV, Biblioteca Javier Coy, 2011.

Se pregunta Beatriz Colombi en Viaje intelectual. Migraciones y desplazamientos en América Latina (1880-1915): “¿De qué hablamos cuando se habla de literatura de viajes?”. Su pregunta tiene sentido puesto que “no se trata tan sólo de un antiquísimo género literario, de un copioso imaginario privilegiado y alimentado por la ficción o de una práctica ligada a la ciencia y a la expansión territorial de Occidente. Su alcance encubre un universo al que sólo podemos aludir como cultura: la cultura del viaje, cuyo estudio admite un haz de perspectivas heterogéneas”. Esta cita de Colombi muestra como la literatura de viajes se convierte en un escenario plural, donde se cruzan géneros, imaginarios, ideologías y temáticas múltiples, que hacen de esta tendencia literaria un campo fascinante, pero que reviste notable complejidad.

Tomando como punto de partida todos estos significados de la “literatura de viajes”, este trabajo pretende reflexionar sobre la literatura escrita por un grupo de viajeras latinoamericanas, norteamericanas y españolas, que recorrieron los tres continentes y que dejaron constancia escrita de su periplo entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX.

Es éste un momento de notable repercusión para la historia de las relaciones entre España, Norteamérica e Hispanoamérica, que coincide con los procesos de descolonización y la formación de los estados nacionales, al tiempo que con la aparición de los grandes procesos neocoloniales. Desde aquí, “Latinoamérica” y el imaginario que habrá de dar forma a este referente se convierten en objetos prioritarios de indagación, pero también el modo en que Norteamérica y España se re-imaginan. A este proceso, además, se suma el papel de la viajera-escritora, aquellas mujeres que viajaron y pusieron por escrito su experiencia desafiaron su destino simbólico, cruzando fronteras para encontrarse con un colectivo de mujeres con un notable poder desestabilizador.


Figura 1: Clorinda Matto de Turner.

Si bien es cierto que en los últimos años, debido especialmente al auge de los estudios poscoloniales, han sido numerosos los ensayos que han abordado el análisis del vínculo entre literatura de viajes e imperialismo, son todavía pocos los trabajos dedicados específicamente a la literatura de mujeres y, todavía menos, aquellos que se adentran en el estudio conjunto de textos españoles, latinoamericanos y norteamericanos. Nuestro trabajo trata, por tanto, de llenar un vacío.

La publicación esta dividido en cuatro partes. La primera, “Literatura de viajes y retóricas del imperialismo”, trata de limitar la “literatura de viajes” al contexto del siglo XIX, donde la revolución en los transportes, pero también la reconfiguración geopolítica del orden mundial incrementarían el deseo de viajar. La segunda parte, “Miradas a América Latina”, analiza la retórica neo-imperialista que permite hablar de un segundo “descubrimiento” de América; la literatura de los viajeros científicos re-imagina el continente e inaugura una nueva narración. En este capítulo también se esboza el papel que la mujer tendrá en el discurso independentista como madre simbólica de la patria, modelo que se contrasta con el lugar por el que ésta lucha en el siglo del nacimiento de los feminismos.

También se comentan los diarios de dos viajeras españolas: Eva Canel y Emilia Serrano, baronesa de Wilson, que marcharían a América Latina tras las guerras de independencia, con la nostalgia del imperio perdido, pero con la aceptación del cambio en pro de la unión y el respeto entre los países hispanos, al tiempo que Fanny Calderón de la Barca, Nellie Bly, W.L.M Jay y Helen Sanborn se aproximan al continente como representantes de una nueva, poderosa y moderna nación, Estados Unidos, que encarna un nuevo modelo imperialista.

Ella Hoffman y Laura de Montoya experimentarían otro tipo de viaje: el interior, decisivo en el XIX, puesto que conocer la totalidad territorial de países que reclamaban su independencia era una forma de consolidar la unión nacional: la Patagonia, imaginada literariamente varias veces a lo largo del siglo y el interior de la selva colombiana serán los destinos de éstas. América Latina como destino dio lugar a una abundante literatura viajera que daría cuenta, de forma privilegiada, de los procesos de reconfiguración imperialista.


Figura 2: Eva Canel.


La tercera parte, “Vistas desde el otro lado: la España romántica”, explica el proceso inverso: cómo viajeras latinoamericanas como Gertrudis Gómez de Avellaneda y Clorinda Matto de Turner marcharán a España con el deseo de conocer la herencia cultural que ésta les ha legado, pero también con el objetivo de visitar la antigua metrópoli en el momento de su decadencia. Un viaje similar emprenderá Katherine Lee Bates, sólo que desde Estados Unidos. La cuarta parte, “Estados Unidos: último reducto de la civilización moderna”, analiza la mitología de modernidad que en torno a Estados Unidos se construye en el siglo XIX a través de la mirada de escritores como Sarmiento o Martí, mientras ésta se contrasta con la visión que Eduarda Mansilla, argentina, y Concha Espina, española, tendrán de la misma.

Por último, “El mundo es uno mismo en todas partes” reúne las conclusiones de nuestro análisis. Muchos de los diarios analizados en este ensayo apenas cuentan con bibliografía crítica previa, por lo que se ha intentando llevar a cabo un laborioso esfuerzo de recuperación textual con el que se espera perfilar nuevo territorio para la historia literaria del siglo XIX.
 

Beatriz Ferrús

Departamento de Filología Española

beatriz.ferrus@uab.es

2024 Universitat Autònoma de Barcelona

B.11870-2012 ISSN: 2014-6388