Lanzan un proyecto de micromecenazgo para estudiar marmotas en el Pirineo
22/05/2015
El Grupo de Investigación y Desarrollo del Pirineo lleva siete años estudiando las familias de marmotas de los Pirineos. Gracias a este trabajo, los científicos las conocen muy bien y han podido publicar artículos científicos relevantes sobre cómo el cambio climático está afectando los ecosistemas alpinos y cómo se relacionan los seres vivos en este entorno.
Aún así, los programas de financiación de la investigación ya no financian proyectos tan a largo plazo y estas expediciones se han quedado sin fondos para 2015. Por ello, el CREAF ha abierto la campaña Marmota 2015 a la ciudadanía con un llamamiento a la participación en Verkami, con el objetivo de conseguir los 3.000 euros necesarios para continuar la investigación.
Para poder llegar a la meta, el CREAF ha decidido invitar a sus mecenas a participar en la campaña de seguimiento de marmotas que empieza ahora en junio. Entre las recompensas que se ofrecen se hallan algunas que tienen una fuerte implicación con el proyecto y sus protagonistas. Por ejemplo, los mecenas que aporten 40 ó 50 euros podrán apadrinar una marmota o una familia entera, ponerle nombre y recibir información de su evolución. Además, los que aporten 75 ó 100 serán igual padrinos pero, además, disfrutarán de un itinerario guiado de biodiversidad para ver de cerca las familias de marmotas. Por último, los mecenas con más ánimo de colaboración (entre 150 y 200 euros), podrán pasar un día rodeados de marmotas ayudando al grupo de investigación con la captura-marcaje y recaptura de marmotas.
¿Cómo se hace el estudio de las marmotas?
Hay marmotas en los prados alpinos y subalpinos de prácticamente todo el Pirineo catalán. Las familias están compuestas por el macho y la hembra dominante, subadultos de hasta 3 años, y los pequeños, que han nacido el año en curso. No tienen depredadores y no tienen que competir con muchos otros animales para conseguir su comida preferida, puesto que las marmotas son herbívoras y en los prados alpinos hallan de momento suficiente sustento.
Para estudiarlas los investigadores siguen una metodología llamada captura-marcaje-recaptura. Esta metodología consiste en intentar capturar el máximo de individuos de una región determinada cada año, y tomarles el máximo número de medidas. Si se consigue recapturar-los los años siguientes, se puede saber qué marmotas sobreviven de un año a otro, cuáles mueren, cuántos hijos tienen, con quienes se emparejan, etc.
Cuando se capturan, lo primero que se hace es dormirlas para evitarles el estrés. Después se marcan para poderlas reconocer los siguientes años de estudio (mediante un chip), se les toman medidas, y, una vez se despiertan, se liberan.