Sala de prensa Prensa y medios

"Hay que cuestionar nuestra condición humana más allá de ideologías"

Freddy Ehlers
El gobierno de Rafael Correa impulsa una original línea política basada en el concepto de "buen vivir": una vida consciente y feliz alternativa a la sociedad consumista. Freddy Ehlers, ministro ecuatoriano del "Buen Vivir", ofreció una charla en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología.

28/05/2015

Freddy Ehlers, ministro del "Buen vivir" de Ecuador, ofreció una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología el 19 de mayo pasado, dentro de una gira europea en la que expone la filosofía de las políticas de “buen vivir” del gobierno de Rafael Correa, además de buscar nuevas complicidades a este lado del océano. "Después de seis años -afirmó-, no hay un entendimiento claro sobre qué es el buen vivir y no debe haberlo, puesto que no es una ideología". Según explicó, "es un anhelo del ser humano que se puede resumir con la expresión 'Sumak Kawsay'", un vocablo kichwa que hace referencia al desarrollo de la conciencia de cada individuo y a la harmonía de los humanos entre ellos mismos y con la naturaleza.

Ehlers, muy crítico con los valores consumistas de nuestra sociedad, no se conforma con impartir una conferencia convencional, y por eso prefirió un formato participativo en el que los asistentes meditaron, compartieron sus pensamientos, resolvieron un anagrama y vieron un videoclip del gobierno ecuatoriano que divulga la idea del “buen vivir”. El ministro, periodista de profesión, tampoco se ciñó a una entrevista convencional de preguntas y respuestas, sino a un formato más distendido de conversación abierta.

Una cuestión de valores

En Ecuador, tenemos ahora mejores carreteras, pero no los mejores conductores; tenemos mejores hospitales, pero también hay más enfermos… Ha cambiado el país, pero no ha cambiado el ser humano. El “buen vivir” es algo diferente del bienestar: podemos ser felices sin querer tanto. Pepe Mujica [ex presidente de Uruguay] dice que pobre no es el que tiene menos, sino el que desea más y más. Y el filósofo marxista Erich Fromm decía que el problema es que queremos tener más, en lugar de ser más. El bienestar “europeo” consiste en tener más; la propuesta del “buen vivir” es ser más. Hay que desarrollar la capacidad humana de ser feliz.

Cambiar los conceptos

Es un error fundamental de la humanidad creer que crecimiento es sinónimo de desarrollo. Hay que redefinir bienestar y desarrollo. Siempre pongo los ejemplos de Gandhi y Einstein, dos de las figuras más destacadas del siglo XX. Llevaban una vida muy simple; en el caso de Gandhi, en los límites de lo que hoy llamaríamos pobreza. Pero eran, tal vez, los seres más desarrollados de su tiempo.

¿Qué hacer con internet y las nuevas tecnologías? ¿Hay que incidir en los contenidos o en el uso que hacemos de esos medios?

Internet, como todo, tiene una parte oscura. El acceso al conocimiento humano es maravilloso pero el uso que hacemos de internet no es ése, sino consumista. El planeta Tierra se está convirtiendo en un mercado mundial. Para mí, el problema es el marketing, una materia maldita: les enseñan a mentir, y a hacerlo con un gran orgullo porque así van a vender más. Deberíamos analizar lo que se vende en internet: primero te engordan con los productos que te venden, y luego te venden los cursos para adelgazar... No necesitamos prácticamente nada de eso. La economía del mundo está basada en el engaño y la mentira. Es mefistofélico. Los jóvenes deberían rebelarse contra eso.

Volver a ser humanos

El marketing, Facebook y Twitter son el espacio perfecto para hacer que no vivamos el aquí y ahora. Para disfrutar la vida, no necesitamos nada. Tenemos que protegernos: por ejemplo, no estar todo el día contestando mensajes por teléfono, usarlo una hora al día como mucho. En Ecuador, en las escuelas, los estudiantes están empezando a hacer unos minutos de silencio. Los niños de cinco años, hacen cinco minutos de silencio; los de nueve años, nueve minutos; los de diez, diez minutos… Y cambian: los chicos, luego, buscan ese silencio, piden estar un momento consigo mismos. Eso es volver a ser humanos.

¿Qué recibimiento está teniendo el proyecto en su gira por Europa?

Está teniendo un enorme respaldo e interés. En la Universidad de Florencia, propusimos crear un encuentro entre pensadores de Sudamérica y Europa para tratar este tema: un centro internacional de pensamiento (sobre economía, cultura, política, ciencia y tecnología) en las islas Galápagos como una “alternativa a Davos”. En Grenoble, vamos a colaborar en crear unos indicadores -y tal vez un sello- para la ciudad del “buen vivir”. Y estamos trabajando con la fundación Prince Charles porque se ha construido en Reino Unido algunos barrios muy bonitos, muy funcionales y tremendamente ecológicos, manteniendo la tradición estética del lugar.

Divulgación en Barcelona

Otra de las ideas es que haya un curso o seminario del “buen vivir” en Barcelona, porque el tema está generando un gran interés. Que se pueda analizar el camino de Bután, el de Bolivia, el de Ecuador... Y que puedan venir algunos de los pensadores más destacados en este terreno y abrir, así, un espacio en el campo de las ciencias políticas y la sociología.

¿Cuál puede ser el papel de la educación superior en el fomento del buen vivir?

Edgar Morin, creador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales  (FLACSO), dice que el error de la educación moderna universitaria es la “departamentalización” de la vida. Cada uno ve la vida del color del cristal con que la mira: el arquitecto ve formas, el médico ve cuerpos, etc. Morin dice que la materia que falta en la universidad es enseñar a ser un ser humano. Tendría que haber una fórmula con la que cuestionar nuestra condición humana más allá de las ideologías.