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"Hay más de cuatrocientas lenguas de signos y algunas están en peligro"

Carlos Rodrigues
La traducción e intepretación de lenguas de signos son intermodales: hay que pasar de una modalidad oral auditiva a una modalidad gestual visual y viceversa. El investigador Carlos Rodrigues trató el tema en la Facultad de Traducción e Interpretación.

23/04/2018

El pasado 18 de abril, Carlos Rodrigues, profesor de la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil), impartió la conferencia "La interpretación y la traducción de lenguas de signos" en la Facultad de Traducción e Interpretación. Rodrigues disertó ante los estudiantes de la facultad sobre un campo profesional de interés creciente en el mercado laboral.

¿Desde cuándo existe la lengua de signos?

Desde que existe la necesidad comunicativa de los sordos. Y algunos investigadores han dicho que la primera expresión humana como lengua fue la expresión gestual. Después, por la necesidad de usar las manos para los trabajos manuales, cambiamos a la expresión vocal. Me quedo con esa idea para decir que las lenguas de signos han existido desde que la humanidad empezó a comunicarse. En cambio, el interés de la lingüística por la lengua de signos es algo muy reciente: sólo a partir de investigaciones en los años sesenta, cuando se comprueba que las lenguas de signos son lenguas como cualquier otra.

¿Hay diferentes lenguas de signos?

Hay muchas, se cree que son más de cuatrocientas; según la UNESCO y otras fuentes, hay incluso lenguas de signos en peligro, como pasa con las lenguas orales. Las hablan cerca de setenta millones de sordos en todo el mundo. Y las lenguas de signos no coinciden con las lenguas orales: en un país puede haber una sola lengua oral pero dos o tres lenguas de signos, o al revés. Hay un intento de crear una lengua universal de signos internacionales. Es un sistema que se basa mucho en la lengua de signos americana y se usa en conferencias, en congresos, etc. Es algo parecido al esperanto pero, en la lengua de signos, se ha tenido un poco más de éxito.

¿Cómo se articula la lengua de signos, hay una sintaxis?

Sí, son lenguas tan complejas como las orales que no se basan en señales acústicas sino gestuales. Antes se creía que la lengua de signos no tenía las propiedades que identifican a un lenguaje; los propios lingüistas decían que una de las principales propiedades del lenguaje es la oralidad. Luego, se comprobó que no es así. Tenemos varias modalidades de lenguas pero todas son lenguas de hecho: la modalidad oral auditiva, que es la de las lenguas a las que estamos acostumbrados; la modalidad gestual visual, propia de las lenguas de signos; la modalidad gráfica, que es la lengua escrita; e incluso se habla hoy de una cuarta modalidad de lengua que es la táctil, la que utilizan los sordos ciegos. Además, está comprobado que la lengua de signos se articula en el mismo hemisferio del cerebro que las lenguas orales.

¿Sólo comunican las manos o también la expresión del rostro?

Son lenguas corporales: es la parte superior del cuerpo la que produce la lengua. Los mayores articuladores son los brazos y las manos pero las expresiones faciales tienen incluso funciones gramaticales en la estructuración de las frases. Por ejemplo, si yo quiero hacer una interrogación, tengo algunos rasgos faciales para marcarlo. También intervienen los movimientos del cuerpo, la dirección de la mirada... Todo el cuerpo compone la lengua.

¿Plantea dificultades expresar ideas abstractas?

No, ninguna. A veces, cuando las personas están aprendiendo lengua de signos o están empezando a ejercer como traductores o intérpretes de lengua de signos, suelen pensar que les falta el signo para decir algo, pero es lo mismo que pasa en todas las lenguas. Y sus hablantes no tienen ninguna dificultad para hablar de nada: de política, de filosofía, de psicología, etc.

¿Hay similitudes entre la lengua de signos y el arte dramático, que también consiste en utilizar el cuerpo para expresar algo?

Los dos se basan en el mimetismo, la iconicidad. La lengua de signos no es la lengua del teatro pero ambas parten de principios corporales: el movimiento del cuerpo en el espacio construye sentido. Y las lenguas orales tienen una iconicidad limitada por basarse en señales acústicas; en cambio, las lenguas de signos pueden explotar cosas que las lenguas orales no pueden.

¿La tecnología interviene en la enseñanza y el aprendizaje de la lengua de signos?

Mucho. Facilita, por ejemplo, la circulación de la información para la comunidad sorda a través de vídeos en internet. Antes se hacían muchos dibujos pero el dibujo no tiene movimiento, no muestra las expresiones tal y como son. La tecnología permite el aprendizaje a distancia, de un modo virtual y más autónoma.

¿Qué características debe tener un intérprete de lengua de signos?

Lo central es la competencia traductora. A veces, la gente piensa que todos los hablantes de dos lenguas son intérpretes y no es así: son bilingües. Para formarse como intérpretes, necesitan desarrollar la competencia traductora. Y, en el caso de la lengua de signos, es una competencia traductora intermodal: tienen que trabajar no sólo entre dos lenguas sino también entre dos modalidades. Por ejemplo, los intérpretes que trabajan desde una lengua oral a una lengua de signos tienen que desarrollar habilidades sinestésicas y motoras para construir la lengua en el espacio. Y tienen que desarrollar su habilidad visual para comprender a un sordo cuando está signando y traducirlo a una voz.

¿Son necesarios nuevos profesionales en este ámbito?

Sí. La formación es muy reciente. Antes, se hacía cursos, pero no era una formación en grado o máster. Ahora, hemos evolucionado y tenemos muchos estudios de ese nivel para formar a profesionales. Pero son pocos porque tenemos una demanda muy grande, hay falta de profesionales.

¿En qué debe centrarse la investigación universitaria en este campo?

Las investigaciones son parecidas a las que se hacen en la lingüística como un todo. Hoy tenemos una lingüística de la lengua de signos con las mismas ramas y campos. Hay una línea de investigación centrada en los efectos que la modalidad tiene en la lengua. Se contrasta la lengua de signos con las lenguas orales y se establece que tal aspecto es igual en todas las lenguas pero este otro aspecto no, está vinculado a la modalidad y es distinto en la lengua de signos y en la oral. Y necesitamos más investigadores porque la tradición de la lingüística de las lenguas orales viene de lejos pero la de la lengua de signos es muy joven.