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El programa CROMA hace balance

El martes 16 de marzo la UAB presentó el informe de evaluación del programa socioeducativo CROMA sobre el modelo de apoyo a la infancia en riesgo de exclusión social. Durante sus casi 10 años de vida han pasado por él unos 1.500 niños y 500 voluntarios de la UAB.

17/03/2015

La 9ª edición del programa CROMA cierra con un informe de evaluación de la tarea realizada. A lo largo de estos casi 10 años, el programa socioeducativo ha ido creciendo hasta llegar a 28 centros de seis municipios (Cerdanyola del Vallès, Terrassa, Sabadell, Rubí, Barberà del Vallès y Badia del Vallès) y hasta 1490 niños atendidos. Así lo expuso Jordi Prat, actual director de la FAS, remarcando que "todo esto es posible gracias al montón de gente implicada, especialmente de los 502 estudiantes voluntarios".

La presentación del acto la condujeron Ferran Sancho, rector de la UAB, y Silvia Carrasco, vicerrectora de Estudiantes y Cooperación. Ambos felicitaron la labor del programa, explicando que la definición de Universidad alcanza con iniciativas como ésta que ayudan a "producir conocimiento, transferirlo, actuar y cambiar el territorio cercano a la universidad, sensibilizar socialmente a los estudiantes y hacerlos aprender de manera activa". El presidente del Consejo Social de la UAB, Gabriel Masfurrol, cerró el acto de presentación del informe agradeciendo "el esfuerzo colectivo de instituciones, estudiantes, centros, municipios, la FAS y la propia UAB" para sacar adelante esta iniciativa.

Datos de balance

La doctora Marta Bertran y el doctor Jordi Pàmies del Departamento de Pedagogía Sistemática y Social, presentaron el informe de evaluación de CROMA. Los dos investigadores del centro de investigación EMIGRA expusieron en el acto los datos destacados del informe con el nombre "La evaluación del programa CROMA (2006-2014): un modelo de apoyo a la infancia en riesgo de exclusión social desde la FAS-UAB".

A partir de las diversas encuestas de evaluación, se concluyó que el perfil de los estudiantes participantes es básicamente chicas (83%) estudiantes de grado (95%), destacando la participación desde las Facultades de Educación, Psicología y Filosofía y Letras.

Con el paso de los cursos, el programa ha percibido un cambio de tendencia en el perfil de los niños. Actualmente, no sólo se da apoyo a niños de familias inmigradas, sino que ha aumentado exponencialmente la participación de niños de familias autóctonas.

En cuanto a la incidencia del programa, en la mayoría de centros los resultados del alumnado CROMA mejoran en relación con su punto de partida, aunque no siempre les permite nivelarse con el resto de compañeros y compañeras de curso. El informe también concluye que el alumnado que asiste al CROMA en la etapa de educación secundaria incrementa la proporción de aprobados significativamente.

En relación a los objetivos de futuro, se propuso aumentar las horas de actuación directa del programa en cada centro participante con el fin de que cada niño pueda beneficiarse de los talleres de apoyo dos días por semana y promover actuaciones de continuidad durante el verano con el fin de consolidar las ganancias en los aprendizajes y los hábitos adquiridos por los niños durante el curso escolar.

El programa CROMA

El Programa socioeducativo de la FAS, se inició el curso 2005-2006 como programa de voluntariado para dar apoyo a niños de familias inmigradas, recién llegados al sistema educativo en la etapa de educación primaria en el marco del Plan LIC (Plan para la Lengua, la Interculturalidad y la Cohesión Social) del Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña. Conocido en sus inicios como Programa Infancia, tomó el nombre actual de CROMA durante el curso 2009-2010 y pasó a dirigirse también a jóvenes de educación secundaria obligatoria.

A lo largo de los casi 10 años, el programa se ha ido ajustando a las circunstancias del contexto y las oportunidades de financiación. No obstante, hay algunos elementos permanentes que nos permiten identificar de una manera genérica, el modelo CROMA: compromiso de la UAB en favor de la infancia en riesgo de exclusión en el territorio, con la colaboración de estudiantes y en complicidad con una red extensa de relaciones con los múltiples agentes implicados.

CROMA propone el refuerzo escolar de estos niños que en su casa no tienen la oportunidad o el espacio para estudiar y hacer deberes a través de una red de voluntarios universitarios que actúan como referente positivo y cercano.

Esta novena edición ha contado con dos novedades. La primera, ha sido que se ha ofrecido merienda a los centros donde se detectaba que los niños no tenían; la segunda, ha consistido en una campaña de micromecenazgo para financiar una visita de los niños a la Universidad.