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El EJAtlas alcanza los 2.100 casos de estudio de conflictos socio-ambientales en el mundo

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El Atlas de Justicia Ambiental (EJAtlas), creado por investigadores del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB), cuenta en la actualidad con 2.100 casos de conflictos ecológico-distributivos identificados en distintas partes del mundo.

03/05/2017

Esta iniciativa, que podría llamarse atlas de injusticias y conflictos socio-ambientales, está aumentando en la actualidad el total de conflictos registrados en China, Bangladesh, Pakistán, Indonesia, Egipto, Etiopía, R. D. Congo, grandes países que hasta ahora no contaban con colaboradores locales.

El país con mayor número de conflictos en el atlas es la India. El EJAtlas está co-dirigido en el ICTA-UAB desde su inicio en 2012 por Leah Temper y Joan Martínez- Alier, y coordinado por Daniela Del Bene. Tiene como finalidad registrar los conflictos socio-ambientales que se producen. En 2016 el profesor Martinez-Alier recibió un Advanced Grant de dos millones de euros del Consejo Europeo de Investigación (European Research Council) para continuar la iniciativa en 2016-21. Esto permite ampliar el anterior proyecto EJOLT (Environmental Justice Organizations, Liabilities and Trade) con este nuevo proyecto denominado EnvJustice, A Global Movement for Environmental Justice: The EJAtlas. El atlas cuenta asimismo con el importante apoyo del proyecto Acknowl-EJ (2016-18), Academic-Activist Co-Produced Knowledge for Environmental Justice, dirigido por la Dra Leah Temper en el ICTA-UAB.

“¿Cuántos conflictos ecológico-distributivos existen en el mundo? Esto no lo sabe nadie, sin duda muchísimos”, indica Joan Martínez-Alier. El EJAtlas intenta reunir los más relevantes, los más significativos de los últimos veinte o treinta años a través de una metodología de colaboración entre académicos y activistas explicada en la publicación de Leah Temper, D. Del Bene y J. Martinez-Alier (2015), Mapping the frontiers and front lines of global environmental justice: the EJAtlas. Journal of Political Ecology 22: 255-278.

Los casos identificados se incorporan al atlas interactivo mediante una ficha informativa de unas 5 o 6 páginas para cada uno de ellos. Asimismo, este inventario mundial permite crear distintos mapas a partir de una amplia gama de filtros que, entre otras cosas, facilitan una visualización clara de cuáles son aquellos clasificados como de mayor gravedad. Martínez-Alier destacó que uno de los indicadores del nivel de gravedad de los conflictos ambientales es que las vidas de las personas hayan sido vulneradas ya sea por el impacto ambiental, es decir por la contaminación u otros daños producidos por un proyecto, o por el asesinato de activistas que se manifiestan en contra de un proyecto determinado. Ese fue por ejemplo el caso de las ecologistas Teresita Navacilla y Gloria Capitán en sendos casos en Filipinas en 2016, o el de la hondureña Berta Cáceres asesinada también en 2016 tras luchar contra la construcción de una central hidroeléctrica en el Río Gualcarque, una fuente vital para la supervivencia de los indígenas Lenca de la zona.

De momento se han identificado unos 260 casos, es decir algo más de un 12% de los registrados, en los que han fallecido tales “defensores ambientales” (una o más personas en cada caso). La mayoría se concentran en América Latina así como en Asia del Sur y Sudeste, según la información del EJAtlas. No obstante, Martínez-Alier destaca que estos datos son parciales ya que el atlas todavía no dispone de suficiente información de otras zonas en las que es más que probable que hayan sucedido muertes similares. De igual manera, el atlas permite identificar los casos considerados de éxito, en los que la lucha contra un proyecto de inversión (una mina, una represa, una plantación de palma de aceite, una incineradora…) fue positiva o en los que judicial o administrativamente el estado ha implementado regulaciones eficaces para desestimular la realización de proyectos similares. El mapa recoge unos 360 casos de éxito, lo que corresponde a un 17% del total, la mayor parte de los cuales se encuentran en América del Sur, con 95 casos, seguido por Europa Occidental con 55 casos de éxito.

El co-director del proyecto indicó que el fracking del gas -actividad que consiste en la extracción de gas natural de yacimientos no convencionales - es uno de los temas nuevos, de los que apenas se hablaba cuando el EJAtlas fue presentado en público por primera vez en marzo de 2014 con un total de 920 conflictos. “El aumento y los cambios en el metabolismo social (los flujos de energía y materiales en la economía) son las causas principales de los conflictos”.

También destacan los conflictos por la extracción de arena de playas para la obtención de minerales como ilmenita (materia prima para el titanio), el rutilo y zirconio. Hay varios conflictos de este tipo registrados en Madagascar, Sudáfrica y en Tamil Nadu en la India, y sin duda aparecerán otros. Es un tema que él mismo desconocía en 2012. Hay también nuevos casos en que la oposición contra minería y quema de carbón o la extracción de petróleo o gas se vincula no solo con amenazas locales a la calidad del ambiente y especialmente del agua, sino al cambio climático por excesivas emisiones de dióxido de carbono por la combustión de esos materiales. Por ejemplo el movimiento Ende Gelände en Alemania se manifiesta contra la minería de lignito que se quema en centrales termo-eléctricas y al mismo tiempo contra el cambio climático. Ellos realizan invasiones simbólicas y pacíficas de las minas de lignito cerca de Colonia y de Berlín. En las fichas del EJAltas se incluyen apartados con los nombres y características de tales actores sociales, y los valores y los “repertorios de acción colectiva” que despliegan. También constan los nombres de las empresas privadas o públicas, lo que permite hacer análisis de redes (“network analysis”). Por ejemplo, en los conflictos recientes de África y América Latina vemos aparecer empresas chinas cada vez más.

Situación socio-ambiental de España
En España, el EJAtlas ha recopilado hasta el momento 55 conflictos ambientales, alguna información de los cuales ha sido facilitada por Ecologistas en Acción u otras organizaciones ambientalistas. El EJAtlas permite hacer análisis por territorios estatales pero la información que contiene resulta incluso más interesante para estudios temáticos transversales. Se han presentado ya algunos mapas temáticos para todo el mundo. En cualquier caso, en España hay conflictos ambientales de todo tipo pero a diferencia de Sudamérica, la mayoría de ellos no son de minería ni extracción de combustibles fósiles ni de deforestación o acaparamiento de tierras sino de evacuación de residuos (como las cementeras que queman basura) o están relacionados con infraestructuras de obras públicas y de turismo así como con las centrales nucleares. Este último tipo de conflicto vuelve a tener un punto de auge en toda Europa treinta o cuarenta años después de los conflictos que hubo acerca de su construcción, ya que al estar envejecidas “conforme pasan los años el riesgo de accidente en estas centrales nucleares es cada vez mayor, pero son los intereses económicos de las empresas los que no permiten su cierre definitivo. Es el caso de Garoña y también de la central nuclear de Almaraz, en Extremadura, que despierta muchos recelos en Portugal”. Esta problemática ocurre también en otros lugares del mundo y especialmente en Japón, donde muchísimas personas se pronuncian en contra a la reapertura de las casi cincuenta centrales nucleares detenidas tras el accidente que ocurrió en 2011 en Fukushima.

Futuro de EJAtlas
Está previsto que se añadan unos 350 nuevos casos al año (“el promedio es uno al día”) y además se revisarán las fichas de algunos ya antiguos pero que continúan activos. El EJAtlas crecerá geográfica y temáticamente hasta llegar, al menos, a unos 3.000 casos. Es ya un instrumento muy útil para la investigación, del cual saldrán muchos artículos académicos, reportajes periodísticos, tesis doctorales y libros. Uno de los primeros artículos se tituló “Is there a global environmental justice movement?”, por J. Martinez-Alier, Leah Temper, D. Del Bene, A. Scheidel (2016), J. of Peasant Studies, 43 (3): 731-755. Está en preparación avanzada una sección especial de la revista Sustainability Science con ocho a diez artículos basados en el EJAtlas. En palabras de Martínez-Alier, “el EJAtlas es un proyecto que ha de seguir diez o quince años más en el ICTA-UAB, bastante más allá de mi vida activa. Permite realizar estudios de ecología política comparada, cualitativa y cuantitativa, con temas territoriales y transversales y al mismo tiempo funciona también como un soporte para contribuir al movimiento global de justicia ambiental que tantos grupos ecologistas de diferentes partes del mundo llevan adelante”. Afirma además que esta iniciativa no solo responde a los esfuerzos de quienes trabajan en el EJAtlas desde el ICTA-UAB, sino también de más de 100 colaboradores ubicados en distintas partes del mundo.

Entre los numerosos temas “transversales” se halla el estudio de los movimientos de pescadores artesanales en el mundo, el apoyo de movimientos sindicales o de movimientos religiosos (cristianos, budistas u otros) en conflictos ambientales, la integración de luchas agraristas y luchas ecologistas, los diversos tipos de conflictos urbanos de justicia ambiental, los movimientos locales e internacionales contra represas, los movimientos por la salud de pueblos perjudicados por agro-químicos, los movimientos en defensa de los manglares y zonas costeras. Por otro lado, es interesante estudiar internacionalmente las manifestaciones culturales de ese movimiento global de justicia ambiental a través del EJAtlas que recoge fotografías, lemas de las pancartas en muy diversos idiomas (como por ejemplo, “las plantaciones no son bosques”, “paremos de fumigar” o “el agua vale más que el oro”), también artículos de prensa, documentales y canciones. Por ejemplo, T.M. Krishna cantando en defensa de los “comunes” (the Poromboke land) en el Ennore Creek al norte de Chennai. Esto constituye el variado vocabulario de la justicia ambiental.