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Un proyecto para conocer el interior de los asteroides

meteorit
Investigadores de la UAB han participado en un proyecto para analizar los materiales que componen la mayoría de los asteroides cercanos con el fin de estudiar la forma de desviarlos con un proyectil. La investigación ha analizado el meteorito Cheliábinsk, que cayó en Rusia en 2013. El trabajo ha sido publicado en The Astrophysical Journal.

31/01/2017

Un estudio internacional aporta información sobre los efectos que tendría el impacto de un proyectil sobre un asteroide. El objetivo del proyecto es averiguar cómo podría desviarse un asteroide para que no llegue a impactar contra la Tierra. La investigación, publicada en la revista The Astrophysical Journal, se centra en el estudio del asteroide Cheliábinsk, que explotó en 2013 sobre cielo ruso tras atravesar la atmósfera.

La investigación ha sido dirigida por investigadores del Instituto de Estudios del Espacio (IEE-CSIC), en el campus de la UAB, y las medidas de las propiedades mecánicas se han realizado en el laboratorio de nanoindentación que dirige el investigador ICREA Jordi Sort, de la Universitat Autònoma de Barcelona, con la participación de Eva Pellicer, investigadora Ramón y Cajal del Departamento de Física de la UAB.

La probabilidad de que un asteroide de tamaño kilométrico provoque consecuencias devastadoras tras impactar con la Tierra es estadísticamente pequeña. Lo que sí es más frecuente es que alcancen la atmósfera terrestre objetos de pocas decenas de metros que se descubren continuamente.

Según los resultados de este estudio, la composición, la estructura interna, la densidad y otras propiedades físicas del asteroide son fundamentales para determinar el éxito de una misión en la que se lanzaría un proyectil cinético para desviar la órbita de un asteroide peligroso.

El 15 de febrero de 2013, un asteroide de aproximadamente 18 metros de diámetro explotó sobre la localidad rusa de Cheliábinsk creando miles de meteoritos que cayeron a Tierra. La fragmentación de este objeto en la atmósfera ejemplificó que la Tierra actúa como un eficiente escudo, aunque más de mil meteoritos con una masa total superior a una tonelada alcanzaron el suelo. A pesar de ser un asteroide pequeño, la onda de choque que produjo al penetrar en la atmósfera a velocidad hipersónica causó centenares de heridos y grandes daños materiales.

El nuevo estudio ha obtenido de manera rigurosa y sistemática las propiedades de los materiales que forman el asteroide; en particular, la dureza, la elasticidad y la resistencia a la fractura podrían ser determinantes para que el impacto de un proyectil cinético lograse desviar la órbita de este objeto.

Los experimentos

El meteorito Cheliábinsk es de una clase conocida como condrita ordinaria. Los investigadores del Instituto de Estudios del Espacio lo escogieron porque puede considerarse representativo de los materiales formativos de la mayoría de asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra. Estos asteroides han sufrido gran cantidad de colisiones antes de alcanzar la Tierra y, por ello, los minerales que los componen aparecen chocados e incrementan su consistencia.

Estos experimentos han sido realizados mediante un instrumento conocido como nanoindentador. Consta de un pequeño pistón acabado en una cabeza de diamante que realiza una presión predefinida y genera pequeñas muescas en el material, al tiempo que mide tanto la profundidad alcanzada como la recuperación plástica del material. Por ello, resulta posible determinar parámetros claves como la resistencia a la fractura, la dureza, la recuperación elástica o el módulo de Young.

En el estudio también han participado varios expertos europeos involucrados en la misión Asteroid Impact Mission de la Agencia Europea del Espacio.