Los expertos subrayan los desafíos sociales y tecnológicos que plantea el mundo actual

Taula rodona:
Rafael Bisquerra, director de un posgrado en educación emocional y bienestar; Alfons Cornella, fundador y presidente del Institute of Next; Ramin Jahanbegloo, filósofo iraní; Sara Moreno, profesora de sociología; y Carlota Pi, presidenta de Holaluz, fueron los ponentes del debate.

06/07/2018

Cinco expertos de ámbitos diversos -Rafael Bisquerra, Alfons Cornella, Ramin Jahanbegloo, Sara Moreno y Carlota Pi- enfatizaron, en la mesa redonda "Un mundo convulso" que organizó el Consejo Social de la UAB el pasado 5 de julio, los desafíos que plantean la revolución tecnológica y las desigualdades sociales en el mundo actual.

Este acto fue organizado dentro del ciclo de actividades que conmemora el 50º aniversario de la UAB. Por eso, Gabriel Masfurroll, presidente del Consejo Social, presentó el acto comparando la sociedad de hoy con la de 1968, cuando se vivía también en un momento convulso en el que, al igual que ahora, "pasaron muchas cosas que cambiaron el mundo". Fijándose también en cómo han evolucionado las cosas estos cincuenta años, la profesora de sociología de la UAB Sara Moreno denunció que "las viejas desigualdades no desaparecen sino que se transforman en nuevas desigualdades".

Moreno disertó sobre desigualdades de hoy en terrenos como la información, la participación política, el tiempo o la vivienda, describió fenómenos como el "precariado" -citando a Guy Standing- o los trabajadores pobres y, con respecto a las desigualdades de género, denunció que la creciente incorporación de las mujeres al mercado de trabajo no ha tenido la correspondencia de una entrada equivalente de los hombres a las tareas domésticas. Y advirtió que, en el análisis de se desigualdades actuales, "lo que antes nos servía para explicar lo que pasaba, ahora quizás no lo explica todo".

En el terreno político, el filósofo iraní Ramin Jahanbegloo reflexionó sobre la actual "fatiga democrática". Según dijo, cuando hablamos de democratización hoy, nos referimos a menudo a regímenes totalitarios o poco democráticos pero deberíamos ser críticos también con los sistemas occidentales, donde habló de una "crisis de esperanza" y alertó que los políticos hablan con políticos al margen de la ciudadanía. "A menudo -dijo- hablamos de democracia en términos de gobierno y poder pero se trata en realidad de cómo organizamos la sociedad".

La respuesta a la complejidad del mundo actual se busca sobre todo a través de "máquinas inteligentes", reflexionó Alfons Cornella, presidente del Institute of Next. Según afirmó, la "gran revolución que viene" consiste en que "la inteligencia artificial dejará de tener ese nombre y será simplemente inteligencia". Ante eso, 'la única alternativa que nos queda a los humanos es ser humanos". Por lo tanto, "habrá que preguntarse qué es ser humano" y poner en valor nuestras capacidades de empatía, curiosidad, improvisación, etc. Jahanbegloo añadió que las personas, al contrario que las máquinas, tenemos la valiosa "capacidad de desobedecer".

La felicidad como objetivo

El experto en educación emocional Rafael Bisquerra, que se presentó, al igual que la moderadora Mariola Dinarès como ex estudiante de la UAB, reinvindicó "la sensibilización sobre la importancia de las emociones porque, en un mundo convulso, los conflictos son inevitables". Advirtió que los conflictos activan emociones como la rabia, la indignación o la agresividad que afectan directamente a nuestra salud. Hay, en este sentido, buscar la felicidad con la experiencia de emociones positivas y, por ello, "debería ser un objetivo político y social preparar la gente para disfrutar de la vida y ser consciente de su bienestar".

Finalmente, el desafío medioambiental ocupó también una parte del debate. Carlota Pi, cofundadora y presidenta ejecutiva de Holaluz, relató el origen de su compañía, basada en la filosofía central de "compartir energía verde". Reflexionó sobre la evolución de los hogares durante los últimos cincuenta años y, según vaticinó, en el futuro, "tener una placa fotovoltaica en la azotea de casa y almacenar energía será un hecho tan habitual como es ahora tener un lavabo o una máquina lavavajillas". Por ello, nos convertiremos "en productores y consumidores de energía, es decir, prosumidores de energía verde".

La rectora de la UAB, Margarita Arboix, cerró el acto agradeciendo al Consejo Social la organización de la mesa redonda y reflexionando sobre el papel de la educación superior en un mundo convulso como el de hoy y el del futuro. Para Arboix, la revolución tecnológica y los cambios sociales "nos obliga a incrementar la creatividad, la empatía y la multidisciplinariedad". Y sentenció que "las universidades deben educar con el objetivo de avanzar en la formación de ciudadanos buenos no en tecnología sino en respeto a los derechos humanos, en solidaridad y en valores éticos".

Más información: Consejo Social