Documentos y procesos de paz, nueva entrada del prof. César Osorio
20/12/2017
César Osorio, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y de la Universidad Pedagógica Nacional, Assessor de la Dirección de Archivos de los DDHH del Centro Nacional de Memoria Histórica, y miembro del profesorado del Curso de especialización en Archivos y Derechos Humanos de la Escuela, ha invitado a la reflexión sobre la importancia de los archivos durante la reestructuración de la paz en la última entrada del blog Factor GDA.
La pieza comienza partiendo del inicio de un periodo de reconciliación después de un conflicto, donde el punto de partida son los Derechos Humanos. La memoria historica, de la misma manera, debería ser una herramienta fundamental a la hora de hacer juicio de valores y autocrítica, para así garantizar que se haga “un ejercicio público i pedagógico”.
Este contexto, donde es vital el legado documental y producto testimonial recopilado, según Osorio, tiene que ir seguido de la “promoción de políticas de Archivo y acceso a la información”. Mecanismos especiales e indispensables para “proteger” y “poner en valor” todo aquel repertorio documental y testimoniaje de la sociedad civil para la correcta atención y reparación de las víctimas.
Fuera de la capacidad jurídica de las nuevas instituciones encargadas del proceso de paz, el autor y experto en gestión documental pone énfasi en algunas medidas que incluyen el tratamiento de documentación, como el repertorio de documentales y testimoniales producidos para el cumplimiento ante instancias nacionales e internacionales, el acompañamiento psicosocial de las víctimas, las iniciativas de memoria histórica, o la formación de espacios colectivos para dar soporte. Estas medidas, que tienen como protagonista a la sociedad civil, tienen una “potencialidad de tratar dimensiones” que pueden ayudar en el proceso de reinterpretación histórica.
César Osorio hace así un llamamiento a nidar líneas de acción que vayan más allá de una simple transición de procesos judiciales, sino una nueva relación Estado-Sociedad Civil que tenga en consideración las agrupaciones documentales y narrativas como “base de formulación”, que sean difundidas y dadas a conocer.