Flotats dedica el doctorado 'honoris causa' a sus maestros y compañeros

27/06/2017

Josep Maria Flotats recordó sus inicios teatrales en Francia en la ceremonia en la que fue investido como doctor honoris causa por la UAB, que tuvo lugar el 27 de junio en el Rectorado. El dramaturgo dedicó esta distinción a todos "los maestros que me han formado, los directores que me han dirigido, los actores y las actrices con las que he compartido escenario". Y la consideró "un reconocimiento que, a través de mi persona, se rinde al teatro en general: a todas las personas que viven, y malviven, de este bello y desgraciado oficio", recordando que "un estudio reciente señala que sólo el 8% de los actores de este país pueden vivir de su profesión". La rectora de la UAB, Margarita Arboix, dio la bienvenida al Claustro de la universidad al nuevo doctor honoris causa alabando sus valores profesionales y su compromiso con la cultura.

El discurso de Flotats fue precedido por la alabanza que le dedicó su padrina como doctor honoris causa. Roser Gauchola, profesora del Departamento de Filología Francesa y Románica, glosó sus vertientes como intérprete, director, formador de nuevos actores y puente entre las culturas y las lenguas catalana, española y francesa. Según Gauchola, Flotats representa "la síntesis perfecta de tres lenguas y tres culturas". Y reivindicó que "muchas obras no habrían sido traducidas al catalán y al castellano sin la voluntad de Flotats de representar a nuestro país".

Flotats, una vez recibidos el diploma y la medalla como doctor honoris causa, repasó su trayectoria vital y profesional, marcada desde la infancia por el contacto con la cultura francesa ya que estudió "en las escuelas francesas de la Gran Vía con Sicilia" -es decir, en la École Française Ferdinand de Lesseps de Barcelona- donde, según explicó, sus padres lo llevaron "porque no querían que yo cantara el Cara al sol".

Respecto sus primeros contactos con el mundo del teatro, Flotats relató varios episodio como su participación, con quince años, en una representación de Juana de Arco en el Gran Teatro del Liceo dirigida por Roberto Rossellini y protagonizada por Ingrid Bergman. O el impacto que supuso el Festival de Aviñón cuando fue con dieciocho años: "se me reveló la fe en el teatro, una noche de julio, en el Palacio de los Papas de Aviñón".

Su carrera en Francia fue posible gracias a la ayuda que le ofrecieron primero Jacques Teignier, director del Instituto Francés de Barcelona, ​​con una beca para ir a estudiar teatro, y más adelante Hubert Gignoux, del escuela Nacional y Superiro de Arte Dramático de Estrasburgo, y "Monsieur Steel", de la Universidad de Estrasburgo, que garantizaron la continuidad de la beca hasta el fin de los estudios a pesar de la oposición expresa del régimen franquista.

Después de completar su formación y de su paso por la Comedia del Este, Flotats inició su etapa en París, donde, como actor, disponía de un pase para asistir gratis a las representaciones desde el gallinero. E ironizó: "en Francia, del gallinero se llama el paraíso. Oposición semántica que ilustra claramente dos tradiciones, dos sociedades, dos culturas... Pero ahora no es éste el tema".

Francés gracias a cuatro ministros

Más adelante, después de una gira exitosa, el director del Théâtre National Populaire, Georges Wilson, le dio la oportunidad de interpretar el papel de Edgar en El rey Lear, interpretación que supuso, según sus palabras, "mi entrada en París por la puerta grande". A partir de ahí, pasó por diferentes compañías hasta incorporarse a la Comédie Française. Al terminar la primera temporada, pudo convertirse en membre sociétaire gracias a que "cuatro ministros -Educación, Interior, Justicia y Finanzas- me concedieron la nacionalidad francesa en cuarenta y ocho horas".

Flotats reflexionó: "Siempre he tenido la sensación de que todo me era dado fácilmente, regalado casi". Y añadió a continuación: "Pero si algo he tenido siempre muy presente ha sido la de estar a la altura de todas estas magníficas oportunidades, de ser digno y agradecido, multiplicando esfuerzo, dedicación y humildad". Y concluyó su parlamento recitando el poema Le Cor, de Alfred de Vigny, el primer texto que tuvo que recitar en la escuela, con nueve años: "Subo al estrado y me pongo a decir el verso a poco a poco, con los ojos cerrados, para concentrarse mejor. Intenté transmitir lo que yo sentía, ayudado incluso de algún gesto. Toda la clase se echó a reír, fue un clamor. y, dentro de esa algarabía, oigo la voz de la Madame que dice: 'Vaya a sentarse. ¡Cero! Así aprenderá a hacer el payaso". Habiendo evocado esta anécdota, Flotats agradeció de nuevo el doctorado honoris causa afirmando que, con esta distinción, la universidad "ha puesto aquella criatura maltratada en el tableau d'honneur".

El dramaturgo citó al poeta Blai Bonet para afirmar que "hacer teatro es hacer memoria, poner la poesía del ser humano sobre el escenario, donde la poesía se hace hombre".

"Un buen teatro y una buena persona"

Tras la actuación del Coro de Cámara de la UAB, la rectora cerró el acto alabando no sólo los méritos profesionales de Flotats sino también su consonancia con los valores que identifican a la UAB, sobre todo en cuanto al compromiso con "el saber y la investigación, una constante en tu trabajo". Según describió, el trabajo metódico de Flotats ha hecho "crecer el teatro para alcanzar más calidad". Y Arboix se dirigió al dramaturgo para afirmar: "Allí donde has ido, has llevado un buen teatro y una buena persona". La rectora terminó su intervención deseando nuevos éxitos a Flotats y manifestando que está "segura" de que el nuevo doctor honoris causa será "un gran portavoz de esta universidad".

Más información: Vídeo: La UAB inviste a Josep Maria Flotats como doctor 'honoris causa'
Doctor 'honoris causa' Josep Maria Flotats